Ante un diagnóstico de cáncer, lo más importante es tratarlo y superar la enfermedad. Actualmente, y gracias a la detección precoz, la mayoría presentan un buen pronóstico y se pueden curar. Sin embargo, hacia el final del proceso, cuando finalizan los tratamientos, surgen otras dudas, y empezamos a preocuparnos por aspectos de los que se habla poco, y que, sin embargo, interesan mucho, como la sexualidad.

Nuestro ginecólogo/a u oncólogo/a pueden informarnos, pero a veces resulta difícil hablar si no hay mucha confianza. Además, hay aspectos más íntimos sobre los que se suele pasar de puntillas, como la disminución del deseo o de la propia autoestima, ya que el hecho de haber sufrido una mastectomía o histerectomía se puede asociar a una pérdida de la feminidad y repercutir negativamente en la relación de pareja y en nuestra actividad sexual.

Por ello, hoy, y con motivo del Día Mundial del Cáncer de Ovario, hemos querido abordar este tema abiertamente, y ofrecer algunas orientaciones generales que puedan ser útiles a las mujeres que estén pasando por este proceso, con el asesoramiento de dos doctoras de nuestro equipo: la Dra. Sandra García Lumbreras, responsable de la Unidad de Psicología, y la Dra. Carmen Ara Pérez, Coordinadora de la Sección de Ginecología Oncológica y Mastología.

  1. Comparte el proceso con tu pareja. Generalmente es necesario realizar varias pruebas antes de establecer el diagnóstico definitivo de un cáncer, por lo que probablemente cuando llegue el momento estaremos acompañadas. La comunicación y el apoyo emocional son fundamentales, y que nuestra pareja esté presente en las visitas también.
  2. Sé activa. Ser paciente no implica pasividad. Hay muchas cosas que podemos hacer para mejorar nuestro propio bienestar; como practicar algo de ejercicio físico (siempre bajo aprobación médica), cuidar nuestra alimentación, el descanso y el aspecto físico.
  3.  ¿Qué efectos tiene el tratamiento? En el caso del cáncer de ovario, los efectos secundarios serán más o menos intensos y más o menos duraderos en función del tipo de intervención quirúrgica, el tratamiento oncológico, nuestra edad y nuestro estado de salud previo.
  4. Cómo va a afectar la enfermedad a mi vida sexual? Cuando se extirpan los dos ovarios y se realiza quimioterapia, disminuyen los estrógenos y, por tanto, la lubricación y el deseo sexual, la elasticidad e incluso el tamaño de la vagina en algunos casos. También podemos experimentar dolor con la penetración y tener más dificultad para alcanzar el orgasmo. Además, los tratamientos oncológicos provocan una sensación de cansancio general.
  5. ¿Qué soluciones hay a estos problemas? En general, además de utilizar lubricantes naturales, reforzar la hidratación a nivel local y practicar algunos ejercicios para favorecer la tonificación y la elasticidad vaginal, es fundamental contar con el apoyo de una psicooncóloga que nos ayude desde el punto de vista emocional. En algunos hospitales cuentan con este perfil profesional. Si no, pide información en la Asociación Española contra el Cáncer o en Asociaciones de pacientes de tu comunidad. También puedes consultar a tu médico si conoce a algún especialista en sexología que tenga experiencia en pacientes con cáncer (y si el primero no te convence, busca otro especialista, la confianza es clave).
  6. ¿Cuándo es el momento de reemprender las relaciones? En general, y si te han practicado una histerectomía se aconseja esperar entre un mes y un mes y medio, para que cicatricen las heridas derivadas de la cirugía. Es muy importante dialogar con la pareja para informarle de lo que nos preocupa en cada momento, qué ritmo queremos llevar y que necesidades tenemos.
  7.  ¿Qué precauciones conviene tomar? En principio si se ha producido una correcta cicatrización y ha pasado el tiempo prudencial, no es necesaria ninguna precaución, lo importante es estar cómodas y no sentir dolor.
  8. ¿Hay algo que podamos hacer para facilitarlas? Puedes utilizar almohadas para la postura, ampliar los preliminares para relajarnos y utilizar lubricantes naturales (sin hormonas) para mejorar la lubricación si queremos penetración. Aunque también podemos obtener placer mediante la estimulación del clítoris de otras maneras.
  9. ¿Qué anticonceptivos puedo usar y hasta cuándo? Depende de la edad y del tratamiento recibido. Si se ha realizado una histerectomía o la extirpación de ambos ovarios no hay riesgo de embarazo, aunque si no tienes una pareja estable, es conveniente utilizar el preservativo para evitar el riesgo de contagio de ITS. Si solo se ha extirpado un ovario, el mejor anticonceptivo durante el tratamiento oncológico es el preservativo. A posteriori, tendremos que valorar la recuperación o no de la fertilidad (es posible experimentar menopausia precoz por la quimioterapia). Si se recupera, lo más aconsejable son los métodos de barrera, DIU y preservativo. El uso de anticonceptivos orales (hormonales) se deben valorar de forma individual.
  10. ¿Cómo podemos afrontar la menopausia precoz que se deriva de los tratamientos oncológicos? Ante todo, hay que reconocer cuándo estamos pasando por esta etapa y tener toda la información médica precisa, así como explicar a la pareja nuestras emociones. También es importante hacer ejercicio de forma regular y mantener una dieta equilibrada rica en calcio y baja en grasas. Asimismo, es bueno ampliar el abanico de posibilidades sexuales a través de una exploración mutua, que no se centre en los genitales y el pecho.

Con tiempo y dedicación las cosas mejoran mucho, ya lo verás, aunque hay que respetar el ritmo y las necesidades de cada persona. La complicidad con la pareja es otro elemento que hay que cuidar.