Seguro que has oído hablar alguna vez de los miomas, pero es probable que no sepas por qué aparecen, si son frecuentes, en qué se diferencian de un quiste o un pólipo o cómo podemos detectarlos. Por este motivo, hemos pedido a la Dra. Núria Barbany, experta en este tema, que responda a 10 preguntas clave sobre los miomas.

¿Qué son?

Son formaciones de tejido muscular que se localizan en la cavidad uterina y que se originan a partir de la proliferación de células procedentes de las paredes del útero. Su tamaño es variable (los hay de 5mm y de hasta 20cm), aunque lo más normal es que no sobrepasen 4-5 cm. Pueden ir creciendo un poco durante la época fértil de la mujer y tienden a desaparecer con la menopausia.

¿Por qué aparecen?

No existe una causa determinada, aunque se asocian a la producción de estrógenos, que favorecen su crecimiento. También influyen factores genéticos, por lo que, si tienes antecedentes en tu familia, informa a tu ginecólogo/a.

¿Son frecuentes?

Sí y más de lo que creemos. Se trata del tumor benigno más frecuente del aparato genital femenino y se calcula que afecta a una de cada cinco mujeres en edad fértil. En su aparición también influye la raza y es más frecuente en pacientes afroamericanas que en las de origen hispano, asiático o caucásico.

¿Qué síntomas puede provocar?

Por lo general ninguno y pasan desapercibidos, pero pueden provocar pérdidas de sangre (coincidiendo o no con la menstruación), dolor, sensación de presión, estreñimiento o necesidad de orinar con mayor frecuencia, así como problemas relacionados con la fertilidad y el embarazo (abortos, parto prematuro, que el bebé venga de nalgas o que la placenta no se implante debidamente). Por eso es importante realizar revisiones de control ginecológico de forma regular y estar atenta a los síntomas.

¿En qué se diferencian de un quiste o un pólipo?

Los quistes se localizan en los ovarios, y los miomas y los pólipos en el útero. Los pólipos también suelen ser benignos y pueden provocar sangrado vaginal, pero no suelen sobrepasar los 3cm.

¿Cómo se detectan?

La mayoría de los miomas son pequeños, pero se pueden detectar con la ecografía de control rutinaria que se realiza en las revisiones ginecológicas. Una vez diagnosticados y, según las características y los síntomas, se va controlando en las revisiones sucesivas. Algunos casos pueden requerir un mayor control que otros e incluso pruebas complementarias, como la resonancia magnética, que se utiliza en los miomas que crecen muy rápido o tienen muchos vasos, o la histeroscopia (en los miomas que se encuentran en la capa más interna del útero)

¿Se pueden prevenir?

No, pero la obesidad se ha asociado con un aumento del riesgo de su desarrollo.

¿Cuándo hay que extirparlos?

Solo se extirpan cuando son muy grandes, provocan molestias o crecen mucho en muy poco tiempo. Hay fármacos que ayudan a controlar el sangrado, pero no hay nada para evitar su crecimiento. Actualmente, debido al retraso en la edad media de la maternidad, también se pueden extirpar en algunos casos de esterilidad o infertilidad.
Se pueden operar por laparoscopia, aunque la recuperación tarda, ya que para volver a hacer vida normal hay que esperar unas tres semanas.

¿Pueden provocar cáncer?

No hay que alarmarse, la gran mayoría son benignos, aunque hay algunos casos de sarcoma uterino. De todos modos, la probabilidad de degeneración maligna de un mioma ya diagnosticado es bajísima.

Si se extirpan, ¿pueden reaparecer?

Mientras estemos en edad reproductiva, pueden reaparecer, aunque lo habitual es que, de ser así, no sea necesario operarlos de nuevo. Por este motivo, si el mioma requiere cirugía y la paciente no desea tener más hijos se recomienda sacar el útero para evitarlo.

Ya sabes un poco más sobre los miomas, si aún así tienes alguna duda, ¡déjanos un comentario y la resolvemos!