Desde el momento en el que se confirma el embarazo, todas experimentamos una mezcla de ilusión e incertidumbre: por un lado, nos sentimos muy felices, y, por el otro, un poco nerviosas –al menos durante los primeros meses– porque nos preocupa que todo vaya bien. Por suerte, ahí están las ecografías, sin duda, uno de los mejores inventos para cualquier embarazada. Además de ser una prueba sencilla y completamente inofensiva, nos permite establecer los primeros contactos con el bebé y verlo ¡por primera vez! así como observar cómo va creciendo poquito a poco.

Si este es tu primer embarazo, la primera ecografía te parecerá increíble, ya lo verás. Porque te confirma que ¡es verdad! ¡está ahí! y es tan pequeñito… Y hay cosas que no se pueden olvidar, como escuchar el latido de su corazón, observar su cara y sus manos o sus movimientos dentro del útero. Es una experiencia única y muy emocionante.

Sin embargo, la mayoría no sabemos exactamente qué diferencias existen entre unas ecografías y otras, es decir, qué parámetros se valoran en cada trimestre o por qué los controles ecográficos se hacen en unas semanas determinadas del embarazo y no en otras. Si quieres saberlo, aquí tienes algunas pistas:

Lo primero que debes saber es que el embarazo se “cuenta” por semanas y no por meses. Es un error muy frecuente porque todo el mundo te pregunta “¿de cuántos meses estás?”, y siempre se habla de los trimestres. Pero el seguimiento médico se hace por semanas, ya que el embarazo empieza el primer día de la última menstruación, lo que significa dos semanas antes de la concepción. Por tanto, la duración media de la gestación es de 40 semanas.

Tres momentos clave
En general, y si todo va bien, existen tres momentos clave durante el embarazo, que coinciden con las tres ecografías de control rutinarias que se realizan a todas las embarazadas. Son las siguientes:

1ª ECOGRAFÍA: se realiza a las 12 semanas
¿Qué se valora?

Permite medir la longitud fetal y datar las semanas de gestación, así como averiguar si esperamos uno… o dos bebés (¡un dato clave, sin duda!)
También se comprueba si el embrión está bien implantado y si existe el riesgo de que el bebé pueda presentar anomalías cromosómicas, algo que se averigua a través de diferentes parámetros (por eso se denomina ecografía del cribado combinado):
-una analítica que aporta información sobre el nivel en sangre de diversas hormonas
-la medida del pliegue nucal
-la edad de la madre
-otros valores ecográficos, como el ductus venoso (un conducto que facilita la circulación de la sangre en el feto).
Si se detecta alguna alteración, tu ginecólogo te indicará si es necesario realizar otras pruebas para confirmar o descartar la anomalía, como una biopsia corial o la amniocentesis.

2º ECOGRAFÍA: a las 20 semanas
¿Qué se valora?
Es clave para comprobar si se están desarrollando correctamente algunas de las principales estructuras y órganos fetales: cerebro, sistema nervioso, corazón, sistema genito-urinario, extremidades…
Se denomina la ecografía morfológica, y se hace en este plazo porque es cuando esos órganos ya se han formado y porque se encuentra dentro del margen indicado para interrumpir el embarazo en el caso de que se detecte alguna malformación grave (legalmente es posible interrumpirlo hasta las 22 semanas).

3ª ECOGRAFÍA: 32-34 semanas
¿Qué se valora
?
Se comprueba el crecimiento fetal y la posición del bebé dentro del útero, para saber si podría producirse alguna complicación en el momento del parto. También se controla si la placenta funciona correctamente, la sangre circula con normalidad, y la cantidad de líquido existente en el saco amniótico, ya que si está aumentado podría indicar la existencia de diabetes.
En cuanto al peso, se valora a partir de una tabla de percentiles, pero existe mucha variablidad. Lo que importa es que sea adecuado a la edad de gestación. Además, siempre hay un margen de error de un 15% -de más o de menos-.
Si el crecimiento de tu bebé está por debajo del esperado, se hace un seguimiento más continuado para valorar la evolución.

MONITORIZACIÓN FETAL: 38-40 semanas
¿Qué se valora
?
Esta prueba registra de forma simultánea la frecuencia cardiaca fetal y la respuesta del bebé a las contracciones uterinas. Su objetivo es valorar el estado de salud fetal y prevenir posibles problemas de cara al parto. También se denomina registro cardiotocográfico, aunque popularmente se conoce como la prueba de “las correas”, por las bandas que se colocan sobre el abdomen materno para realizar la monitorización.

Si tienes mutua y te hacen el seguimiento en una clínica privada, es probable que te hagan algunas ecografías más. De todos modos, cada caso es diferente y el ginecólogo es quien debe decidir qué tipo de pruebas y cuántas ecografías son necesarias.

 

Para las más curiosas…

Lo que más nos importa es que el bebé este bien. Pero a todas nos encanta conocer algunos “pequeños detalles” a los que los médicos no suelen dar mucha importancia, como, por ejemplo…

¿A partir de qué momento se puede saber el sexo? A las 12 semanas ya puedes salir de dudas ¿Cómo se averigua? Aunque tú no veas nada, los médicos pueden averiguarlo gracias a lo que ellos llaman el “tubérculo genital”: en la ecografía se puede apreciar una especie de rayita blanca que, si apunta hacia arriba, es decir forma un ángulo con la columna vertebral, indica que el bebé será un niño. Y si se mantiene paralela a la columna, será una niña.

¿Cuándo le empieza a crecer el pelo? A partir del tercer trimestre ya se puede apreciar en las ecografías, pero claro, no todos tienen…

¿En qué momento puede escuchar música? A partir de las 20 semanas.

¿Cuándo empezaremos a notar sus pataditas? Unos dan más la lata que otros (¡por suerte!). Ocurre a partir del segundo trimestre, aproximadamente a las 20 semanas, es decir en el 5º mes. Si el tuyo es muy movidito, no te preocupes, porque en los últimos meses, en cuanto ganan peso y se van encajando, están más quietecitos.