Hoy se celebra el Día Mundial del SIDA, una de las infecciones de transmisión sexual más conocidas y que tuvo más impacto social en la década de los ochenta. Desde entonces el número de nuevas infecciones y de muertes relacionadas se ha reducido mucho, ya que esta enfermedad se puede tratar, aunque la cifra de personas que conviven con el VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) en todo el mundo supera los 36 millones, como constata el informe El sida en cifras 2015 de ONUSIDA.

Sin embargo, el hecho de que el sida ya no se considere una enfermedad mortal ha hecho bajar la guardia ante ésta y otras infecciones de transmisión sexual (ITS). Como consecuencia, las ITS han experimentado un repunte en muchos países de la Unión Europea, entre ellos España, donde el número de casos que se diagnostican cada año se ha incrementado.

Aún así, la mayoría vivimos un poco de espaldas a esta realidad, pensando que no estamos entre “los grupos de riesgo” o que es algo “que no nos va a pasar”. Sin embargo, muchas de estas infecciones no presentan síntomas y se transmiten muy fácilmente, como ocurre con el virus del papiloma humano (VPH). Actualmente se estima que cada año ocho de cada diez mujeres que tienen relaciones sexuales por primera vez entran en contacto con este virus, un hecho que también se produce, al menos en algún momento de la vida, en un 70% de la población. Por suerte, el VPH desaparece de forma espontánea en más de un 90% de los casos, pero es importante realizar chequeos de control para detectar posibles lesiones de forma precoz y prevenir su desarrollo.

Si tienes dudas sobre las ITS o quieres ampliar la información sobre el VPH, lo mejor es que consultes abiertamente este tema con tu ginecólogo@. No obstante, y para el caso del VPH en concreto, esta información te resultará de gran utilidad.

  • ¿Qué ocurre si tengo el VPH? Ante todo no te alarmes, que tengas la infección no significa que vaya a tener consecuencias. La presencia del VPH es un hallazgo común en el área del tracto anogenital, tanto en hombres como mujeres, y como ya hemos comentado, suele remitir de forma espontánea en la mayoría de los casos.
  • Si tengo pareja estable, ¿puede indicar infidelidad? No. La infección tiene una prevalencia muy alta en la población sexualmente activa, y sobre todo en mujeres jóvenes. La presencia de este virus no significa la existencia de una relación fuera de la pareja.
  • ¿Qué daños puede causar? Puede provocar cambios morfológicos en las células y originar el desarrollo de verrugas genitales o condilomas. Pero también puede ocasionar lesiones precancerosas, por lo que conviene hacer un seguimiento.
  • ¿Cómo se detectan las lesiones provocadas por el virus? La prueba que permite detectar las lesiones es la citología. Pero para detectar la presencia del VPH hay que hacer una prueba específica que se puede aplicar a partir de la misma muestra que se toma para hacer la citología y que, normalmente, no se lleva a cabo antes de los 30 años.
  • ¿El VPH se puede tratar? No existe ningún tratamiento para el VPH, solo realizamos controles para evaluar la severidad de las alteraciones citológicas que produce. En el caso de infecciones leves se siguen controles y en caso de lesiones preneoplásicas se trata la lesión, pero no el virus.
  • ¿Cuándo es necesario operar? Depende del tipo de lesiones. Cada caso debe estudiarse de forma individual, y en pacientes jóvenes el protocolo es hacer un seguimiento e intentar evitar esta opción, sobre todo si no han tenido descendencia.
  • ¿Puede reproducirse? Las lesiones pueden volverse a presentar, ya sea por que la infección persiste o bien por reinfecciones futuras. Por ello se necesario una conducta conservadora ante lesiones de bajo grado.
  • ¿Qué métodos de protección existen? La prevención más importante es la primaria (antes de la infección por HPV) y consiste en la vacuna del HPV. Actualmente está integrada en el calendario vacunal y se administra a los 12 años. En Cataluña se administra en los colegios en 6º de primaria. El calendario de esta comunidad autónoma sólo incluye la vacunación en niñas, pero puede administrarse en ambos sexos.
  • ¿Qué medidas preventivas se pueden adoptar? Además de realizar revisiones periódicas, utilizar métodos de protección de barrera (preservativo) y evitar mantener relaciones sexuales de riesgo, es conveniente evitar el consumo de tabaco, ya que se ha comprobado que fumar puede aumentar el riesgo de persistencia del virus.