¿Y si no quiere ponerse el preservativo?

¿Y si no quiere ponerse el preservativo?

Para que una relación funcione hay muchas cosas que cuentan, además de la atracción física y personal: la complicidad, la confianza, la sinceridad, el respeto, dejar espacio al otro, compartir intereses y, especialmente, que haya una buena comunicación desde el principio: poder hablar de todo y estar dispuesto a escuchar y a pactar si hay algo en lo que no estamos de acuerdo, para llegar a una solución en la que ambos/as nos sintamos cómodos.

De hecho, en las parejas que hay una buena amistad de base las cosas suelen ser más sencillas. Y eso vale para todo, especialmente en el tema del sexo.

Pero, si llevas poco tiempo o se trata de vuestra “primera vez”, es posible que aún no hayáis tenido tiempo de entrar en detalles y menos de poner condiciones. Pero hay una línea roja muy clara: la protección frente a las ITS.

Desde hace unos años se ha perdido el miedo y nadie cree que esté expuesto a contraer una infección de este tipo. Pero la mayoría de las ITS no provocan síntomas y los que o las que los han tenido, no lo cuentan, lo que favorece el contagio. Así que hay que utilizar sí o sí un método anticonceptivo de barrera: el preservativo. En relaciones entre mujeres, también podéis utilizarlo si intercambiáis juguetes eróticos.

Pero ¿y si dado el momento, él o ella se niega? Pues por mucho que nos cueste, o creamos que “va a cortar el rollo”, hay que ponerse firme. Aquí tienes algunas ideas que pueden ser útiles:

  • Tengo las mismas ganas que tú, o más, pero no quiero correr riesgos, así que:
    “Podemos besarnos y tocarnos, pero no ir más allá sin preservativo”
  • Los anticonceptivos evitan un embarazo, pero no una ITS:
    “No quiero ni una ITS ni un embarazo”
  • Protegernos es responsabilidad de ambos, muchas ITS no dan síntomas:
    “Tengo amigas a las que les ha pasado, así que hemos de ser responsables”
  • Compra preservativos de varios tamaños, y que sean de calidad, así podrás decirle:
    “No hay problema, si tú no llevas preservativos yo sí que tengo”

Al final, si la relación entre vosotros/as es buena, seguro que se adapta. Y si no, el mensaje es muy sencillo: no vale la pena.