Hoy me gustaría darles un par de pinceladas sobre la evaluación inicial del varón en búsqueda de un posible factor masculino en el contexto de problemas de fertilidad.

En la actualidad, el momento de tener descendencia se pospone cada vez más y por lo tanto, también tanto la maternidad como la paternidad se demoran cada vez más.

Alrededor de 15% de las parejas adultas que buscan gestación, no la podrán conseguir naturalmente y sufrirán problemas de esterilidad. Muchas de ellas se verán obligadas a buscar ayuda en centros de reproducción asistida.

El papel de un posible factor masculino en este contexto puede ser muy importante. Para que nos podamos hacer una idea adecuada sobre la extensión del problema, basta decir que la prevalencia, es decir la frecuencia con la que existe un factor masculino es prácticamente igual que el factor femenino. Hablamos de unos 25% de los casos, en los cuales el factor masculino existe como el único factor responsable de la esterilidad. Sin embargo, si también incluimos los casos en los cuales el factor masculino co-existe con el  femenino, entonces ampliaremos la prevalencia hasta 50-60%! Es muchísimo.

Teniendo en cuenta todos estos datos ya no nos resulta tan extraño entender por qué indicamos a tantos varones realizar el estudio inicial de fertilidad y en algunos casos la evaluación andrológica.

El elemento imprescindible de la evaluación inicial del varón en el contexto de esterilidad es el seminograma, a sea el análisis de los parámetros básicos del eyaculado.  En el caso de contemplar alguna técnica de reproducción asistida también pedimos una analítica de sangre.  En cuanto al seminograma, esta prueba se solicita prácticamente en todos los casos para establecer el diagnostico y evaluar las opciones terapéuticas. El resultado nos proporciona la información sobre los parámetros seminales como el volumen de eyaculado,  la concentración de espermatozoides o su capacidad para llegar hasta el óvulo, es decir la movilidad progresiva, o la morfología.

Es muy importante subrayar que para que el resultado de un seminograma sea válido, el paciente debe cumplir adecuadamente las recomendaciones para la obtención de la muestra.

Lo más importante es mantener abstinencia eyaculatoria de entre 2 y 5 días y que en ningún caso debería superar 7 días. Además, idealmente la muestra debe producirse en una sala preparada en la cercanía del laboratorio y mediante la masturbación. En algunos casos los pacientes que tienen algún laboratorio muy cerca de casa prefieren traer la muestra desde casa. Esta opción es válida, siempre y cuando el tiempo entre la obtención en casa y la entrega en el laboratorio sea corto y se pueda preservar una adecuada temperatura de la muestra. Generalmente, se acepta que el tiempo entre la obtención y la entrega no debe superar 30 min. en estos casos.  Nosotros recomendamos la obtención de la muestra en el laboratorio, siempre y cuando sea posible.

En los casos en los cuales el resultado de seminograma salga alterado o el paciente tenga algún antecedente médico de interés recomendaremos  visita andrológica para profundizar el estudio.

Durante una visita andrológica, completaremos la historia médica, interesándonos por los antecedentes médicos, quirúrgicos, reproductivos o familiares.

También evaluaremos en detalle el estilo de vida que en tantos casos resulta deficiente y que se puede corregir en buen número de casos.

Además, realizaremos la exploración física para descartar problemas en la zona genital y al final daremos las indicaciones sobre más pruebas a realizar, si fuesen necesarias o la pauta terapéutica a seguir.

Antes de acabar me gustaría remarcar que, para no perder tiempo y evitar en ocasiones tratamientos de reproducción con resultados insatisfactorios, vale la pena realizar evaluación andrológica rápido, igual como en caso de las mujeres.