La candidiasis vaginal es una infección muy común. Según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) se estima que aproximadamente un 75% de las mujeres puede tener un episodio al menos una vez a lo largo de su vida, y prácticamente entre un 40-45% tendrán dos o tres. De hecho, y junto a las infecciones urinarias, representan un 20% de las consultas ginecológicas.

La causa un hongo (en la mayoría de los casos, la especie Candida albicans) que puede habitar en nuestro cuerpo y que normalmente no provoca problemas. Pero que cuando se produce algún desequilibrio en la microbiota, puede crecer en exceso y provocar algunos síntomas molestos.

“En verano, el calor, la humedad, el sudor y el contacto prolongado de la piel con el agua por los baños y duchas más frecuentes y el uso de bañadores favorecen la proliferación de este hongo. Además, los cambios en la alimentación y los viajes también pueden afectar el equilibrio de la microbiota”, explica la Dra. Elena Murillo, ginecóloga de Dexeus Mujer, especialista en infecciones y Patología del Tracto genital inferior.

Otros factores que pueden favorecer su desarrollo son el estrés, la toma de antibióticos, una dieta que contenga muchos azúcares, el uso de anticonceptivos, la terapia hormonal de reemplazo o los cambios hormonales que se producen durante embarazo y la menopausia, que afectan a la mucosa y el pH vaginal y a la microbiota.

Si quieres saber más, en este post encontrarás información útil y consejos preventivos:

¿Qué síntomas provoca?
Los más habituales y característicos son: picor persistente, flujo anormal, que puede volverse espeso y blanco, escozor, ardor o molestias al orinar.

¿Cómo se puede distinguir de otras infecciones?
Hay que hacer una exploración y, si es necesario, confirmarse con pruebas específicas como el cultivo vaginal o el examen microscópico del flujo, para diferenciar la candidiasis vaginal de otras infecciones como la tricomoniasis o la vaginosis bacteriana, que pueden compartir algunos síntomas, pero requieren tratamientos distintos.

¿Cómo se trata?
Lo más importante es hacer un diagnóstico precoz, corregir los factores que puedan propiciarla y utilizar fármacos antifúngicos apropiados. Según la extensión y la salud de la paciente se puede aplicar un tratamiento tópico (local) o sistémico (fármacos).

¿Por qué a veces se repite?

No es algo muy frecuente, pero puede ocurrir. En general se considera que se tiene candidiasis recurrente cuando se producen de 3 a 4 episodios al año. Hay muchos factores que pueden propiciarlo (dieta inadecuada, patologías como una diabetes mal controlada, un sistema inmunitario debilitado, etc,). Hay que revisarlos y consultar a un especialista.

Consejos preventivos

En la mayoría de los casos se puede prevenir con medidas sencillas, como las que te proponemos a continuación:

  • Lleva ropa interior de tejidos naturales y transpirables, como el algodón. Evita los tejidos sintéticos y las prendas ajustadas.
  • Mantén una buena higiene, pero sin excesos. El uso excesivo de jabones o duchas vaginales puede alterar la microbiota.
  • Evita el contacto prolongado de la zona genital con prendas húmedas o mojadas, como los trajes de baño.
  • Reduce el consumo de azúcares y alimentos ultraprocesados.
  • Cuida la microbiota. Una dieta rica en fibra, frutas, verduras y alimentos fermentados (como yogur o kéfir) ayuda a mantener el equilibrio.
  • Si tomas antibióticos, consulta con tu médico sobre el uso de probióticos para proteger la microbiota.