Los chips de verduras son, por así decirlo, una alternativa sofisticada a las populares patatas fritas de bolsa o patatas chips. Al ser de verduras parecen más saludables, pero en realidad no dejan de ser un snack frito y salado. De ahí que los nutricionistas no los defiendan.

Sin embargo, en este post te proponemos una opción más saludable y muy fácil: consiste en hacerlas en casa y al horno. Así evitas el exceso de sal, el exceso de calorías y el consumo de grasas saturadas de baja calidad (si no sabemos muy bien el tipo de aceite que se ha utilizado para freírlas), así como otros aditivos (saborizantes) y conservantes que suelen incluir los productos de origen industrial.

Hay que controlar el tiempo y la temperatura. También necesitas un buen cuchillo o una mandolina para conseguir que el corte sea fino. Pero en cuanto le pillas el truco, ¡es muy sencillo! Si las vas a consumir rápidamente, lo ideal es hacerlas a temperatura alta (180 oC o 190 oC), durante un espacio corto de tiempo. Si quieres que se conserven durante más tiempo, es mejor hacerlas a temperatura algo más baja (100 oC o menos, 60 oC) pero durante un periodo más largo de tiempo y con la puerta del horno ligeramente abierta para que se escape la humedad.

En cuanto a su valor nutricional, al deshidratarse y perder agua, se reduce la concentración de nutrientes, así que no pueden competir con las verduras frescas, pero siempre serán una opción más saludable a las patatas fritas y a los snacks industriales. Además, puedes servirlos como aperitivo para acompañar un plato de humus, o aderezarlos con una salsa de queso fresco suave y cremoso, que aumenta su valor nutricional y además realza la diferencia de texturas.

En cuanto al tipo de vegetales, elige los que más te gusten, es preferible que no tengan mucha agua. Los que quedan mejor son el boniato, la remolacha y la yuca… La cantidad depende de los comensales. Lo ideal es utilizar varias bandejas o colocarlas en diferentes hileras, porque no todas las verduras tardan el mismo tiempo en deshidratarse. Así puedes ir retirando las que se hacen antes.

Ingredientes

  • Entre 250-500 g de verduras y hortalizas variadas
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal fina
  • Cayena en polvo o pimienta negra molida (opcional)

Elaboración

-Pela todas las verduras y córtalas en láminas finas utilizando una mandolina. Lo ideal es que todas tengan el mismo grosor. Sécalas con papel de cocina, añade una pizca de sal y deja que reposen 5 minutos. Sécalas de nuevo con papel absorbente de cocina.

-Coloca una lámina de papel de horno y úntala ligeramente con aceite de oliva virgen. Coloca seguidamente las láminas una junto a otra

-Precalienta el horno a 130 grados centígrados y deja que se vayan deshidratando las verduras durante 1 hora o el tiempo que sea necesario, para que queden crujientes. Debes estar atenta para que no se sequen más de la cuenta ni se quemen. Los calabacines, por ejemplo, se doran con mucha facilidad.

-Si tienes tiempo, lo mejor es hacer cada variedad de verdura por separado para evitar que algunas se quemen y otras queden crudas. Las más duras (zanahoria, remolacha) tardan más, así que puedes subir el horno hasta 150 grados. También puedes darles la vuelta si es necesario.

-Cuando estén listas, colócalas en una bandeja amplia sobre una base de papel absorbente de cocina para eliminar la humedad y deja que se enfríen por completo antes de servir.

-En el momento en que las vayas a comer, puedes añadir cayena o pimienta negra molida espolvoreada para darles un toque especial. Un último apunte: los chips de verduras se conservan muy bien en envases de vidrio hermético

¡A disfrutar!