Una de las tradiciones que existen para despedir el año es llevar lencería roja. Dicen que da buena suerte, especialmente si te la regalan. Aunque parezca un simple reclamo comercial, es una costumbre muy antigua. Se remonta a la Edad Media, en la que el rojo se asociaba a la vida y a los buenos presagios. Sin embargo, en esa época no estaba bien visto lucir ropa de ese color, por eso se ocultaba. Eso explica por qué su uso ha quedado relegado a la ropa interior.

Tanto si eres de las que se apuntan al ritual como si no, la idea es divertida y, como coincide con las fiestas navideñas, sirve de excusa para hacer un regalo a la pareja, familiares y amigos de confianza, claro. Además, potencia la sensualidad y el buen ánimo, así como nuestra receptividad hacia el sexo, lo que es bueno también para nuestra salud, algo que casi nadie piensa. La Dra. Mª Fernanda Peraza, experta en salud sexual de nuestro centro, nos cuenta en este post algunos datos curiosos sobre este tema que es probable que no sepas, ¡o que te sorprendan!

 

  1. Ejercita el corazón. Cualquier actividad que ejercite tu corazón ¡es buena! incluido el sexo. La excitación sexual eleva la frecuencia cardíaca y el número de latidos por minuto alcanza su pico durante el orgasmo, como cuando hacemos ejercicio aeróbico ligero. Además, algunos estudios señalan que podría ser cardioprotector en mujeres menopáusicas. Por otro lado, el informe Massachusetts Male Aging, concuerda que, en hombres de entre 40 y 69 años que no tienen problemas de disfunción eréctil, mantener relaciones sexuales con cierta regularidad (dos o más veces a la semana) puede tener una acción protectora frente al desarrollo de enfermedades cardiovasculares. De todos modos, aunque estos estudios son alentadores, no prueban que el sexo en sí mismo tenga ese efecto.
  1. Tiene un efecto anti-estrés. Se ha comprobado que la actividad sexual es una excelente manera de aliviar el estrés, debido a la liberación de endorfinas y otras hormonas. Su efecto, además, es equiparable al que produce hacer deporte o meditar.
  1. Tonifica la musculatura del suelo pélvico, algo muy recomendable para las mujeres, para prevenir problemas que pueden aparecer tras la menopausia y la maternidad. La falta de tono muscular en el suelo pélvico es la principal causa de incontinencia urinaria de esfuerzo (pérdidas de orina al toser, estornudar, saltar, reír, hacer ejercicio…), y puede provocar prolapsos (descenso de órganos como la vejiga, útero y recto) e incluso disfunciones sexuales.
  1. No adelgaza, pero quema calorías. Es cierto, aunque ellos queman más que nosotras (pero no porque se esfuercen más). Lo que ocurre es que, en general, pesan más y movilizan más energía. Un estudio realizado en la Universidad de Quebec (Canadá) con chicos y chicas jóvenes, de entre 20 y 25 años, constató que una carrera ligera de 30 minutos permite a los chicos quemar unas 276 calorías, de media, y a las mujeres 213. Esa diferencia también se aprecia en el sexo: durante una sesión de 25 minutos, preliminares incluidos, ellos queman unas 100 calorías, y nosotras, unas 70.
  1. Ayuda a dormir y refuerza los vínculos con las personas que amamos. Se debe a la liberación de tensión muscular y a la segregación de oxitocina durante el acto sexual y el orgasmo. La mayoría asociamos esta hormona al parto, porque se administra para estimular las contracciones uterinas, pero también produce sensación de bienestar y tiene otras múltiples funciones: es un neurotransmisor involucrado en el apego, el aprendizaje y la memoria, el reconocimiento facial, la empatía, el altruismo y la formación de vínculos emocionales. Por ello tiene un papel fundamental en el comportamiento maternal y sexual. Desde el punto biológico se considera esencial para la supervivencia, ya que facilita la convivencia y que las madres (en especial los mamíferos) defiendan y cuiden de sus crías. También reduce los niveles de cortisol, una hormona asociada al estrés; por ello algunos investigadores recomiendan tener relaciones sexuales antes de acostarse como terapia complementaria en personas con problemas de insomnio.