Si te han recomendado el uso del láser para tratar algún problema ginecológico es posible que de entrada tengas algunas dudas. Es normal, ya que se trata de una zona especialmente sensible. Sin embargo, hace años que esta tecnología se utiliza en medicina. Pero no siempre se emplea el mismo tipo de láser ni la misma técnica.
Su uso en ginecología regenerativa es reciente. Pero los resultados que muestra han hecho que sea uno de los tratamientos más solicitados y también de los que suelen ofrecer mejores resultados. En este post, la Dra. Desiree Trama Figueras, ginecóloga especializada en Menopausia y Ginecología regenerativa, funcional y estética de Dexeus Mujer y Dexeus Midlife –nuestro centro especializado en mejorar la calidad de vida de las mujeres en la menopausia–, amplía la información:
¿Cómo actúa?
El láser vaginal es una tecnología médica que utiliza energía lumínica de forma controlada para estimular y regenerar los tejidos de la mucosa vaginal. A través del calor que genera, este tratamiento no invasivo promueve la producción de colágeno y mejora la microcirculación, lo que se traduce en una mayor turgencia, elasticidad e hidratación vaginal.
¿Qué tipo de láser se aplica?
En Dexeus Midlife utilizamos el láser Erbium:YAG. Este láser emite una longitud de onda que es altamente absorbida por el agua presente en los tejidos. Esta característica hace que su acción sea precisa, superficial y controlada, sin dañar las capas profundas. También permite adaptar sus parámetros a las necesidades de cada paciente. Así podemos utilizar distintos programas para tratar diversas patologías.
¿Resulta doloroso?
Durante el procedimiento es posible que notes una ligera vibración o sensación de calor, pero en ningún caso resulta doloroso. Además, antes de iniciar el tratamiento se suele aplicar una pomada de acción anestésica.
¿Hay riesgo de lesiones o quemaduras?
La acción del láser sobre la mucosa vaginal es muy superficial, por lo que no afecta a las capas más profundas del tejido. Sin embargo, pueden presentarse efectos secundarios leves y transitorios, como enrojecimiento, inflamación, sensación de calor local, escozor, flujo vaginal rosado o, en raros casos, pequeñas quemaduras superficiales. Estos efectos suelen resolverse en pocos días.
¿Qué problemas permite tratar?
El láser vaginal se utiliza como coadyuvante en el tratamiento de diversas afecciones, como el síndrome genitourinario de la menopausia (SGM), para aliviar síntomas como sequedad, picor, ardor y dolor durante las relaciones sexuales, incontinencia urinaria leve o moderada, hiperlaxitud vaginal (que puede ocurrir con el paso de los años o en el postparto), infecciones vulvovaginales o urinarias de repetición y ciertas patologías dermatológicas, como el liquen escleroatrófico. Además, en algunos casos puede emplearse como parte del abordaje de lesiones precancerosas del tracto genital inferior, verrugas genitales y otras condiciones específicas, siempre bajo evaluación médica individualizada.
¿Y desde el punto de vista estético?
Puede ayudar a corregir defectos y asimetrías, reducir las cicatrices de cesárea, laparoscopia y posparto, así como las estrías abdominales post embarazo, entre otras. Aunque hay que valorar cada caso.
¿Requiere quirófano o se puede aplicar en consulta?
Es un tratamiento ambulatorio que se aplica en consulta. No requiere hospitalización, cirugía ni incisiones. Y la recuperación es rápida. Una sesión no dura más de 30-40 minutos.
Para tratar la atrofia vaginal ¿es más o menos efectivo que la terapia hormonal local?
La terapia hormonal local, en general, se describe como el tratamiento más efectivo. Pero el láser vaginal es una alternativa de tratamiento, con resultados similares, para pacientes que no tienen buena respuesta con la terapia hormonal local, o que no puedan o no deseen recurrir a la misma, como es el caso de las pacientes oncológicas.
¿Sus efectos son inmediatos o es necesario realizar varias sesiones? Se recomienda realizar al menos tres sesiones de láser vaginal separadas entre sí de 4 a 6 semanas. Aunque dependiendo del caso, se pueden recomendar más sesiones. Generalmente los resultados se obtienen tras 3 sesiones.
Tras su aplicación, ¿hay que adoptar alguna medida de precaución?
Sí. Se recomienda esperar entre 48 y 72 horas para volver a tener relaciones sexuales. Asimismo, se deben evitar los baños de inmersión, en el mar y en la playa, el ejercicio intenso y el uso de tampones 48 a 72 horas. También se aconseja el uso de algunos hidratantes vulvovaginales tras cada sesión de láser.
RECUERDA:
- Aunque es un procedimiento generalmente seguro y bien tolerado, no está exento de contraindicaciones.
- Es fundamental que la paciente sea valorada previamente por un profesional ginecológico especializado para asegurar que el tratamiento es adecuado y seguro en su caso particular.
- No se debe aplicar en caso de pacientes embarazadas, infecciones activas en la zona vaginal o vulvar (se recomienda tratarlas antes de realizar la sesión), cáncer ginecológico activo, principalmente de cuello uterino y endometrio, y sangrado vaginal de causa desconocida.
- Es importante considerar su uso en pacientes que utilizan ciertos fármacos fotosensibilizantes o patologías autoinmunes dermatológicas activas en zona genital (lupus o pénfigo).
- El láser no reemplaza la cirugía en casos donde es necesario, por ejemplo, una incontinencia urinaria grave o prolapsos severos.
- Los efectos del láser no son permanentes y pueden requerir sesiones de refuerzo a lo largo del tiempo.
- Por seguridad y eficacia, este tratamiento debe ser realizado exclusivamente en centros médicos autorizados por profesionales especializados en ginecología láser.