Al igual que los tatuajes o el microblading, la micropigmentación areolar es una técnica que consiste en inyectar pigmento bajo la piel. Se realiza para dar color y mejorar la apariencia estética de algunas zonas del cuerpo, como el pezón y la areola mamaria tras una mastectomía, una reducción de pecho o un implante de mama, así como para camuflar las cicatrices de las heridas quirúrgicas y/o mejorar el aspecto de las cejas cuando se recibe tratamiento de quimioterapia.  


La técnica no es nueva. Hace más de 20 años que se conoce en el campo de la cirugía plástica. Pero son pocos los profesionales sanitarios que la aplican, ya que en la formación de medicina y enfermería no se imparte materia especializada sobre este tema. Además, engloba conocimientos artísticos y específicos del sector de la estética y el tatuaje. La mayoría de los sanitarios que la realizan se han formado por iniciativa propia. Por ello no todos los hospitales pueden ofrecer este servicio que, además, tiene un coste extra. Eso hace que muchas pacientes oncológicas no sepan muy bien dónde acudir, o tengan dudas de asistir a un centro de estética, ya que en estos casos el hecho de que sea un profesional sanitario el que la aplique inspira más confianza.

En Dexeus Mujer la ofrecemos a todas nuestras pacientes oncológicas como un servicio adicional. La lleva a cabo Anna Padulles, una enfermera especializada en oncología y cirugía plástica. En este post nos cuenta cómo se realiza y otros aspectos que es importante saber si necesitas este servicio.

¿En qué consiste exactamente esta técnica?

La micropigmentación areolar consiste en pigmentar la piel del pezón y la areola para darle una apariencia estética natural tras una reconstrucción. Se realiza un estudio previo de cada caso para elegir los pigmentos más adecuados en función del tono de piel de cada mujer, y establecer un diseño simétrico y proporcionado. Se utilizan agujas de diferentes puntas que permiten delimitar, realizar rellenos y difuminados.

¿En qué se diferencia del tatuaje?

A diferencia de los tatuajes, en que se emplean pigmentos más pesados, los pigmentos utilizados con micropigmentación son más degradables y con el paso del tiempo el color va desapareciendo gradualmente. Dependiendo de factores como por ejemplo la calidad de la piel o la zona a reconstruir, se decide el tratamiento más adecuado.

¿Siempre es necesario aplicarla tras la reconstrucción mamaria?

Es necesaria casi siempre que se aborda el cáncer de mama con mastectomía con reconstrucción. En el caso de que no sea posible preservar el pezón, este se reconstruye mediante la técnica 3D, y si se preserva, a menudo se necesita la micropigmentación para disimular las cicatrices en esa zona.

¿Qué es importante tener en cuenta antes de aplicarla?

Ante todo, es fundamental conocer el proceso quirúrgico y médico de la paciente para adecuar los tiempos de realización del mismo según la etapa del proceso oncológico en el que se encuentra.

¿Hay contraindicaciones?

Sí, factores como tratamientos médicos, el estado inmunológico, alergias, o tener enfermedades específicas de la piel, sangre u otras son determinantes para decidir si está indicado el tratamiento o en qué momento podemos realizarlo.

¿Cuánto dura una sesión?

La duración de la sesión puede oscilar entre 60-120 minutos.

¿Es doloroso?

 No, aunque puede ser molesto, para prevenir las molestias o el dolor se aplica anestesia local en la zona.

¿Se puede hacer vida normal?

Sí, pero cuando finalice el tratamiento durante una semana hay que evitar sudar en exceso, realizar deporte y/o actividades de agua (ir a la playa, piscina, etc.).

¿En un contexto hospitalario, hasta qué punto se valora la parte estética?

Los profesionales sanitarios estamos muy sensibilizados con estos problemas, por ello valoramos la parte estética y mucho, porque sabemos que es muy importante que la paciente se sienta satisfecha con el resultado final. Pero la micropigmentación areolar y de cejas en pacientes oncológicas va más allá de eso y se diferencia de los procedimientos estéticos principalmente por dos motivos: Se requiere de una valoración previamente al tratamiento de los profesionales sanitarios y se puede considerar un tratamiento médico que mejora la autoestima y que previene problemas de autoimagen o de trastornos sexuales.

En general, ¿hay muchas diferencias de apariencia visual entre los pechos reconstruidos y los naturales?

A pesar de que las cirugías reconstructivas ofrecen una mejora visual notable, las cicatrices, la falta de proyección y la coloración de la zona de la areola y el pezón condicionan el aspecto de la mama al finalizar todo el proceso quirúrgico. La ventaja de la micropigmentación es que ofrece simetría, y una sensación de proyección que permite obtener resultados muy similares a la apariencia «natural» de un pezón. Siempre se procura diseñar una aréola lo más similar posible a la contralateral, en forma y color, para que el aspecto de todo el conjunto mamario tenga una armonía real y simétrica. Aun así, debemos ser realistas, y este tratamiento puede tener limitaciones. Las cicatrices de la zona o los tratamientos previos como puede ser la radioterapia pueden condicionar el resultado, afectando a la captación del pigmento y a la sensación de proyección. Por ello en la primera valoración siempre intento ser clara y realista con las opciones terapéuticas que tenemos.

Las cicatrices ¿se pueden “borrar” visualmente?  

Las cicatrices pueden ser más complejas, y no todas pueden pigmentarse, pero aquellas que se muestran claras y sin complicaciones pueden oscurecerse más con el pigmento. El objetivo es camuflarlas y crear una homogeneización de tonalidades para mejorar la apariencia visual.

¿Cuándo se puede hacer la micropigmentación de cejas?

La micropigmentación de cejas es una muy buena opción para aquellas pacientes que se van a someter a un tratamiento de quimio que les puede provocar pérdida de cabello y cejas. Se puede realizar de forma preventiva antes del tratamiento, en algunas “fases” durante el tratamiento y posteriormente, una vez ya ha salido de nuevo el pelo de la ceja. En qué momento lo hagamos dependerá de la coordinación entre profesionales, la situación clínica de la paciente y la voluntad de la misma.

¿Hay que hacer curas especiales o retoques cada cierto tiempo?

Las curas después del tratamiento son sencillas, y en una semana la zona acostumbra a estar cicatrizada, a pesar de que los resultados definitivos tardan un mes en aparecer, que es el tiempo que la necesita para regenerarse. Normalmente se requiere de dos sesiones separadas de un mes aproximadamente. Los resultados acostumbran a perdurar entre dos y cinco años, dependiendo de cada paciente.

En general, se recomienda realizar sesiones de mantenimiento en función de la evolución del tratamiento y de la voluntad de las pacientes.