Cualquier bulto en el pecho nos preocupa. Pero, aunque siempre hay que consultar al médico, muchas veces se trata de formaciones benignas, como quistes o fibroadenomas (nódulos sólidos que se deben a acumulaciones de tejido). Lo que no sabemos es por qué se forman, si pueden desaparecer con el tiempo o qué controles hay que seguir en estos casos. La Dra. María García Gallardo, ginecóloga especialista en patología mamaria de nuestro centro, responde a algunas dudas frecuentes sobre este tema.

¿Es normal tener quistes en el pecho? Más que ‘normal’, podemos decir que es más frecuente de lo que muchas mujeres creen y característico de algunos tipos de mama. Sin embargo, en la mayoría de los casos suelen pasar desapercibidos, porque son muy pequeños, y aunque se pueden observar en las mamografías y ecografías de control, en general no requieren tratamiento ni ningún tipo de intervención.

¿Se pueden detectar fácilmente? No, ya que a menudo no se aprecian a simple vista ni tampoco molestan. Solo cuando son grandes o provocan dolor nos damos cuenta. Su tamaño puede oscilar entre 1 milímetro (o menos) y varios centímetros, aunque la mayoría son pequeños y no los notamos. Suelen ser redondos o de forma ovalada, suaves, y al tocarlos se mueven. La ecografía mamaria es la prueba más indicada para detectarlos.

¿Es normal que duelan? No es habitual, pero en algunos casos puedes notar dolor en la zona o mayor sensibilidad mamaria, sobre todo si están localizados en una zona superficial o tienen un tamaño grande.

¿Por qué se forman? Los quistes se deben a una acumulación de líquido dentro de las glándulas de las mamas, por ello, suelen ser blandos al tacto. Su aparición y crecimiento se relaciona con los cambios hormonales, pero también se pueden formar debido a una infección o el bloqueo de un conducto.

¿Qué diferencias hay entre un quiste y un fibroadenoma? Los quistes son bolsas de tejido y suelen estar llenos de líquido, mientras que los fibroadenomas son estructuras algo más compactas o consistentes, ya que se deben a la acumulación de tejido. Al tocarlos, tanto unos como otros se mueven y tienen unos límites definidos.

¿Y entre un quiste o fibroadenoma y un tumor maligno? El diagnóstico solo puede hacerlo un especialista, por ello siempre debes consultar al médico, y es importante hacerse revisiones de forma regular. En general, los tumores son sólidos, no se delimitan bien ni presentan movilidad al tacto. Pero el 90% de los ‘bultos’ que se detectan en mujeres jóvenes son formaciones benignas. No obstante, en algunos casos, por su composición o porque no se aprecian bien, es posible que el médico recomiende hacer una biopsia para confirmar el diagnóstico.

¿Son más frecuentes en chicas jóvenes o mujeres mayores? Los fibroadenomas aparecen con frecuencia en mujeres jóvenes, de entre 15 y 30 años, mientras que los quistes son formaciones comunes en algunos tipos de mama, y pueden estar presentes en mujeres de cualquier edad.

¿Podemos hacer algo para evitarlos? No, ya que están asociados a una predisposición familiar y personal, no a tratamientos hormonales, alimentación u otro tipo de hábitos. A veces las molestias aumentan justo antes de la menstruación, algo que se debe al incremento en el nivel de estrógenos propio del ciclo.

¿Tener mamas densas o fibrosas influye? No necesariamente, pero es verdad que si hay una mayor cantidad de tejido conjuntivo hay mayores posibilidades de que se formen y, a veces, cuesta más visualizarlos bien. Por eso si tienes mamas densas es posible que tu ginecólogo/a indique que te hagan una ecografía mamaria de control, además de la mamografía, y sea entonces cuando se detecten.

¿Hay que seguir algún tratamiento? En general no, pero depende de cada caso y debe ser un especialista quien lo decida. El dolor se puede tratar con analgésicos o antiinflamatorios tópicos.

¿Pueden crecer? Sí, tanto los quistes como los fibroadenomas pueden aumentar de tamaño mientras la mujer esté en edad fértil, aunque en el caso de los quistes más que crecer, puede aumentar o disminuir su volumen.

¿Cuándo hay que eliminarlos? Si no son grandes ni causan molestias, no se suele intervenir, además en muchas ocasiones desaparecen sin hacer nada. Si los fibroadenomas crecen a una velocidad muy rápida, molestan o preocupan se pueden extirpar, pero hay que aplicar anestesia y queda cicatriz. Los quistes no se extirpan, pero si hay signos de inflamación o duelen se puede vaciar su contenido. En el caso de los quistes de líquido se vacían con una punción, que se realiza de forma ambulatoria y no resulta dolorosa. Aunque es posible que se vuelvan a formar. En cualquier caso, siempre es importante hacer un seguimiento de control.

¿Hay algún riesgo de que se vuelvan malignos? Los quistes simples (que solo contienen agua) y, en general, los nódulos son procesos benignos que no suelen convertirse en malignos.

Esperamos que esta información te haya resultado útil, y si te ha quedado alguna duda, ¡te leemos en los comentarios!