El aspecto físico y la funcionalidad de la vagina y de la zona vulvar se van deteriorando con el paso de los años, los partos y la menopausia. Es algo muy frecuente. Pero, al contrario de los productos antiaging, muy pocas mujeres conocen los tratamientos que existen para regenerar los tejidos y combatir los problemas que afectan a la zona genital y al suelo pélvico. 

Sin embargo, es una parte de nuestro cuerpo que merece especial atención. Además, los problemas que le afectan, como la laxitud, la falta de hidratación, el adelgazamiento de las paredes y de los labios vaginales o la pérdida de elasticidad, pueden provocar molestias que tienen un impacto importante en la calidad de vida, ya que pueden causar sequedad vaginal, picor, irritación, mayor propensión a infecciones vaginales o urinarias de repetición o dolor en el momento de la penetración, lo que puede llevar a una disminución del deseo sexual.

“A pesar de las molestias que provocan, todavía son pocas las mujeres que nos consultan, a veces por pudor, y otras porque creen que los problemas que tienen son algo normal por la edad, los partos o sus circunstancias personales, y se resignan”, explican desde la Unidad de Ginecología regenerativa, funcional y estética de Dexeus Mujer. Además, “cuando oyen hablar de rejuvenecimiento o regeneración vaginal creen que se trata de intervenciones quirúrgicas que solo se realizan para mejorar el aspecto estético y que, además de ser complejas, resultan muy caras”. Sin embargo, y desde hace ya unos cuantos años, existen muchos tratamientos que estimulan la regeneración de la zona genital con técnicas relativamente sencillas, y que se aplican de forma ambulatoria a un precio asequible. De hecho, muchas consultas de ginecología ya las han incorporado y las realizan in situ. “El objetivo no es, por lo tanto, mejorar la apariencia, sino restablecer la funcionalidad y mejorar la calidad de vida de las pacientes”, se puntualiza desde esta Unidad.

Si tienes molestias de este tipo, o quieres tener la valoración de un profesional, lo mejor que puedes hacer es hablar abiertamente con tu ginecóloga/o y consultárselo, o bien acudir a algún centro que tenga una Unidad especializada. “A veces, simplemente con aplicar una crema hidratante específica o fármacos de uso tópico que contienen dosis -muy bajas- de hormonas y otros compuestos que actúan a nivel local, se puede conseguir una mejora importante” se explica desde la Unidad. En este post te contamos qué tratamientos se suelen aplicar y en qué casos está indicado cada uno de ellos.

Sequedad vaginal

Suele aparecer en la menopausia o tras el parto

Tratamiento. Hay que valorar cada caso, pero un tratamiento que puede ser útil consiste en aplicar localmente un tipo de ácido hialurónico desarrollado de forma específica para la zona genital, mediante una inyección subcutánea. Se realiza en la consulta, la intervención dura unos 20 minutos y no duele nada porque se realiza con anestesia local.

Beneficios. Ayuda a recuperar la elasticidad, la hidratación de la mucosa vaginal y la vulva. Existen, además, ácidos hialurónicos específicos para dar más volumen a los labios mayores.

Pérdida de tono y elasticidad

Puede ser consecuencia de la menopausia, pero también puede afectar a mujeres jóvenes que tras uno o varios partos vaginales sufren sobredistensión de las paredes de la vagina y han perdido el tono de la musculatura del suelo pélvico.

Tratamiento: Láser fraccionado. Consiste en la aplicación de pequeños pulsos de energía láser sobre la mucosa vaginal. Se realiza de forma ambulatoria y es prácticamente indoloro. Generalmente es necesario realizar dos o tres sesiones para obtener resultados, aunque depende de cada caso.

Beneficios. Estimula la formación de nuevo colágeno, mejorando la lubricación, así como la tensión del canal vaginal. Reconstituye el pH de la vagina, ayuda a evitar pérdidas de orina, reduce la sequedad vaginal y aumenta la sensibilidad y, en algunos casos, el placer sexual. También disminuye la predisposición de sufrir un prolapso vaginal.

Atrofia vulvovaginal

Es frecuente en mujeres que se encuentran en la etapa de la menopausia o padecen otras patologías vulvares por diversas causas. También puede ser consecuencia de un fallo ovárico prematuro, una cirugía que requiere extirpación de los ovarios o de un tratamiento oncológico (quimioterapia o radioterapia).

Tratamiento. Hay diferentes opciones:

  • La carboxiterapia: consiste en la administración de dióxido de carbono a través de unas sencillas infiltraciones. Se realiza de forma ambulatoria en la consulta y también se puede aplicar en cicatrices antiestéticas o dolorosas derivadas de la práctica de una episiotomía o cesárea.
  • Aplicación de microinyecciones intradérmicas que contienen Plasma Rico en Plaquetas (PRP). Las plaquetas activan de forma natural la capacidad de regeneración de los tejidos. El plasma se obtiene a partir de una pequeña muestra de sangre del propio paciente, y la cantidad que se extrae es similar a la de una analítica normal. Este tratamiento puede combinarse con otros para potenciar sus efectos. Revitaliza el tejido, aumenta la lubricación y favorece la cicatrización de heridas, por lo que también puede aplicarse tras una episiotomía que no ha cicatrizado bien.
  • Láser vaginal. Cada vez hay más estudios científicos que valoran el efecto positivo del láser fraccionado vaginal para el tratamiento de la atrofia vaginal, sobre todo en las mujeres que no pueden recibir un tratamiento con cremas de estrógenos o aquellas que a pesar de usarlo no consiguen los efectos deseados. El secreto está en la potencia con la que se utiliza el láser. Se puede aplicar para tratar diferentes patologías: la atrofia vaginal, la laxitud vaginal o la incontinencia de orina

Beneficios. Lo bueno es que estas técnicas, en manos expertas, apenas tienen efectos colaterales (son muy poco frecuentes). Además, y si es necesario, se pueden combinar para lograr el efecto deseado. Los resultados dependen de cada paciente, pero siempre se logra una mejoría. En general, es necesario realizar varias sesiones, ya que sus efectos no son permanentes.

En todos los casos, lo más importante es una correcta evaluación y asesoramiento para elegir el tratamiento más conveniente. En nuestra Unidad de Ginecología Regenerativa, contamos con la colaboración, casi siempre imprescindible, de las fisioterapeutas y especialistas del suelo pélvico, así como el apoyo de las ginecólogas especialistas en sexualidad. En algunos casos, y si es necesario, también podemos contar con el apoyo de nuestra psicóloga. De esta manera, logramos maximizar los resultados.