Sabemos que no hay que abusar, pero ¿quién se resiste a disfrutar de un buen vino o a salir de copas con los amigos…? Sin embargo, aunque no bebamos mucho, el alcohol no es inocuo. Tiene un impacto sobre nuestro cuerpo, a nivel físico y mental. Por ello es importante un consumo responsable. Además, en sus efectos no influye solo la graduación, también con qué se combina, si se ha comido o no, la edad, la composición corporal y el nivel de tolerancia de cada persona, que puede ser muy diferente de unas a otras. Por ello no todo el mundo responde igual.

En este post, la Dra. Carmen Vila, especialista del sistema digestivo del Hospital Universitario Dexeus, y la responsable de la Unidad de Nutrición de Dexeus Mujer, Xus Murciano, ofrecen información útil sobre sus efectos y aclaran algunas ideas.

¿Cuánto tiempo tarda en hacer efecto?

El alcohol que contiene cualquier bebida pasa rápidamente del sistema digestivo a la circulación sanguínea, ya que no se absorbe igual que los alimentos. Una parte significativa va directa al torrente sanguíneo a través del revestimiento del tejido del estómago y el intestino delgado. A través del torrente sanguíneo se transporta por todo el cuerpo y llega al cerebro, y eso puede ocurrir en un margen de entre 15 y 45 minutos.  

Y, ¿cuánto tarda nuestro cuerpo en eliminarlo?
El ritmo de eliminación del alcohol es mucho más lento y puede tardar varias horas. Depende de la acción del hígado, la cantidad ingerida y las características de cada persona. De hecho, en los análisis de sangre se puede detectar la presencia de alcohol 24 horas después de la toma, y en los test de orina hasta 48 horas.

¿Por qué te pone “alegre”?
Creemos que el alcohol tiene un efecto estimulante, pero en realidad tiene una acción depresora sobre el sistema nervioso y afecta al cerebro. Cuando tomamos una copa tenemos la sensación de estar más desinhibidas, pero lo que ocurre es que disminuye nuestra capacidad de autocontrol. Puede que de entrada parezca divertido, pero también impide pensar con claridad y puede provocar problemas de memoria y afectar a la coordinación y al control físico.

Pero tú notas “si controlas o no”…
No siempre. En general, tomar más de 3 copas en el caso de los hombres o 2 en el de las mujeres ya se considera perjudicial. Además, aunque creas que “controlas” o habitualmente sepas que puedes tomar hasta x copas… no siempre te pilla igual. Es posible que un día hayas comido poco, que lleves tiempo sin beber, que la copa o cocktail esté más concentrado, o que hayas hecho mezclas poco recomendables. …Y si te tomas las copas de forma bastante seguida, es posible que hasta creas que has bebido menos, y a veces es difícil prever en qué momento van a aparecer los primeros efectos desagradables: mareo, náuseas, vómitos, resaca…

¿Qué efectos indican que hemos rebasado el límite?
Por orden de aparición en el tiempo y en relación con la concentración de alcohol en el organismo, los efectos que puede provocar son:  desinhibición, disminución del autocontrol, dificultad para hablar o pensar con claridad, euforia, problemas de coordinación y movimiento, confusión mental, estupor o dificultad para reaccionar ante estímulos. A partir de 0,50 g/litro los efectos pueden requerir intervención médica.

¿Por qué da sueño?
El alcohol también tiene un efecto analgésico (disminuye el dolor) y anestésico. Por eso, a algunas personas les entra sueño enseguida y otras lo toman porque dicen que les permite evadirse, olvidar los problemas y el malestar (pero los problemas no desaparecen).

¿Por qué a algunas personas les afecta más que a otras?
Porque, como hemos comentado antes, sus efectos varían en función de la cantidad que hayas tomado, la graduación de la bebida, la rapidez con la que se ingiere, la edad, si has comido algo consistente o no (los alimentos ricos en carbohidratos y grasas pueden hacer que el cuerpo absorba el alcohol más lentamente y retrasar la aparición de sus efectos) y las características y el  nivel de tolerancia de cada persona al alcohol. La combinación con bebidas carbónicas (tónica, colas, etc.) acelera su posible acción tóxica.

¿El alcohol engorda, o solo la cerveza?

El alcohol son calorías vacías, porque desde el punto de vista nutricional no aporta nada, así que la respuesta es rotundamente sí, todas las bebidas alcohólicas aportan calorías. Y no solo la cerveza. La “barriga cervecera” se atribuye a personas que consumen de forma habitual esta bebida, pero está relacionada con el estilo de vida: son personas que además de ingerir mucha cerveza, siguen una dieta poco saludable y no practican mucho deporte. Así que son un conjunto de factores, y no solo el consumo de cerveza, los que contribuyen a aumentar su peso. El hecho de que la grasa se acumule en la cintura en los hombres es porque con el paso de los años el metabolismo es más lento y no quema las calorías extra de forma rápida.

¿Es verdad que las mujeres somos más sensibles a sus efectos? 

El alcohol afecta de modo más grave a las personas con menor masa corporal. En general, la mujer tiene una composición corporal diferente y el tamaño de sus órganos internos es proporcionalmente más pequeño que el de un hombre. Por lo tanto, un mismo porcentaje de alcohol puede afectar más a las mujeres. Pero depende de cada caso: peso, edad, constitución y masa corporal, grasa… Son factores que cuentan. Por otro lado, diversos estudios han observado que la mama parece ser un órgano más susceptible que otros a los efectos cancerígenos del alcohol, y que su consumo diario en mujeres adultas, puede aumentar el riesgo de cáncer de mama, especialmente en la etapa de la premenopausia.

Ojo con los medicamentos

La combinación del alcohol con otras sustancias, como los tranquilizantes, relajantes musculares y los analgésicos potencia los efectos sedantes del alcohol. Es mejor no tomar nada y descansar. El agua y el café no ayudan a superar la resaca.

Si estoy embarazada ¿no pasa nada por tomar una copa de vez en cuando?
Hasta hace poco se hacía un poco “la vista gorda”, pero hay estudios que han demostrado que es mejor abstenerse. Cualquier bebida alcohólica tiene un efecto tóxico. Tomar alcohol durante el embarazo puede tener consecuencias graves para el feto: retraso en el crecimiento fetal, riesgo de aborto, discapacidades físicas e intelectuales y de comportamiento para toda la vida. Así que siempre es mejor no beber.