El objetivo de los tratamientos de estimulación ovárica es lograr que se desarrollen múltiples folículos en vez de uno o dos, que es lo que suele ocurrir de forma natural en un ciclo menstrual. En Fecundación in vitro (FIV), estos tratamientos se utilizan para disponer de un número suficiente de ovocitos que permita obtener al menos un embrión que se pueda transferir. Sin embargo, no todas las mujeres responden bien. Se calcula que hasta un 25% de las mujeres pueden tener baja respuesta, y ese hecho es algo que no siempre se puede prever. Cada caso es distinto y la causa también puede serlo, por lo que siempre hay que hacer un estudio individualizado. En este post, la Dra. Annalisa Racca, directora de investigación de nuestro Servicio de Reproducción responde a algunas de las dudas más frecuentes sobre este tema.

¿Qué se considera una “respuesta baja”?

En general, se considera que una mujer ofrece una baja respuesta cuando tras realizar dos ciclos de estimulación ovárica, solo se obtienen 3 o menos folículos en cada ciclo. Tener unos marcadores de reserva ovárica (hormona antimülleriana y recuento de folículos antrales) bajos, puede ser un signo indicativo, aunque no definitivo.

¿Qué problemas implica ser una “baja respondedora”?

En principio una baja respuesta reduce las posibilidades de lograr un embarazo, porque implica un número bajo de óvulos para fecundar y también menos opciones de disponer de al menos un embrión de calidad que pueda ser transferido, lo que puede llevar a cancelar la transferencia.

¿Cuál puede ser la causa?

Las causas pueden ser múltiples, pero se ha comprobado que no está directamente relacionado con tener una baja reserva ovárica. Hay mujeres que disponen de pocos óvulos pero que responden muy bien al tratamiento de estimulación hormonal. En cambio, la edad sí es un factor que cuenta, ya que a mayor edad menor número de óvulos y menor calidad. Por ello, en principio la respuesta a la estimulación ovárica suele ser peor. El envejecimiento ovárico es otro factor que influye. La exposición a tóxicos, el consumo de tabaco, cirugías previas de ovario, enfermedades como la endometriosis o problemas de origen genético o trastornos autoinmunes son otras posibles causas.

¿Por qué no siempre se puede predecir una baja respuesta?

Porque, en general, hasta que no se realiza el tratamiento de estimulación ovárica no se puede confirmar. Pero hay algunos factores que pueden hacernos sospechar, como hemos comentado al inicio: una edad avanzada (más de 38-40 años), observación por ecografía de menos de 5 folículos preantrales y un nivel bajo de hormona antimülleriana. Por ello es importante valorar cada caso de forma individualizada y hacer pruebas previas para ajustar el tratamiento de estimulación a cada paciente.

¿Es útil realizar varios ciclos de estimulación repetitivos en estos casos?

La acumulación de ovocitos con ciclos de vitrificación es una opción que puede ayudar a obtener un número óptimo de óvulos. Pero es una decisión que debe ser valorada por el especialista en cada caso.

¿Qué soluciones hay?

En este tipo de pacientes se intenta siempre ofrecer un tratamiento más personalizado con el fin de obtener el mayor número posible de óvulos. Actualmente, por suerte, existen diversas opciones. Y se están investigando más. Estas son algunas de las más comunes:

  • Tratamiento con andrógenos. Estamos analizando los datos de un ensayo para ver si realizar un pretratamiento con andrógenos podría ayudar en algunos casos a conseguir un mayor número de folículos en la estimulación.
  • Inseminación artificial. Otra opción es convertir el ciclo de FIV en un ciclo de inseminación artificial, siempre y cuando se valoren otras variables y no exista un factor masculino severo en el caso de que la paciente tenga pareja masculina.
  • Protocolos específicos. También existen protocolos específicos diseñados para bajas respondedoras, que consisten en modificar algunos parámetros en las dosis o combinación de las hormonas que se utilizan en los tratamientos habituales de estimulación ovárica.
  • Ovodonación. Cuando se han cancelado varios ciclos de FIV por baja respuesta, una opción que ofrece buenos resultados, en general, es realizar un ciclo de ovodonación.

Actualmente, la baja respuesta es una de las situaciones más complicadas en reproducción asistida. Sin embargo, con un estudio individualizado se puede personalizar el tratamiento para encontrar las mejores soluciones. Si es tu caso, consulta en un centro que tenga experiencia y profesionales especializados en abordar este problema.