El arcoíris tiene un significado simbólico ancestral. En la mitología nórdica, para los budistas y en algunos países como Japón se considera una especie de puente entre el cielo y la tierra. Una señal de paz y esperanza que abre un nuevo camino tras una tormenta. Este sentimiento encaja perfectamente con el concepto de “bebé arco-iris”, que se atribuye a los niños que nacen tras la pérdida de un hijo anterior durante el embarazo o tras el parto (es decir, tras una pérdida gestacional o perinatal).

Son niños muy queridos y deseados. Pero su llegada a menudo genera sentimientos ambivalentes en sus padres y madres, «porque se entremezcla la alegría con la tristeza, por la experiencia que han vivido”, explica Sandra García Lumbreras, responsable de la Unidad de Psicología de Dexeus Mujer.

Esta época del año es especialmente emotiva. Además, son más frecuentes los encuentros familiares y reuniones sociales en la que pueden surgir temas o comentarios que nos afecten. Por ello, tanto si estás embarazada como si eres madre de un bebé arcoíris, en este post te ofrecemos algunas recomendaciones que pueden ser de ayuda:

  1. Date tiempo. Es probable que el proceso de duelo se mantenga o se vuelva a reactivar durante la segunda gestación. Muchas mujeres sienten que socialmente están obligadas a cerrar su duelo una vez que se quedan nuevamente embarazadas, pero no tiene que ser así. Cada persona y familia necesita su propio tiempo.
  2. ¿Qué es normal y qué no es normal sentir? La ambivalencia emocional, sobre todo en los primeros meses de gestación, es completamente normal. Puedes sentir nostalgia, alegría, tristeza, desasosiego, soledad, incomprensión (por el punto que hemos comentado antes). También es habitual que no quieras pensar en elegir un nombre o en preparar la habitación para su llegada hasta el último momento. Eso no significa que no estés feliz por este bebe, pero el miedo a que vuelva a repetirse lo sucedido es intenso.
  3. Cómo vencer el miedo a que la situación se repita. El embarazo de un bebé arcoíris se suele vivir con mayor ansiedad, inseguridad e incertidumbre por el miedo a una nueva pérdida. Pero hay que evitar que el miedo o la tristeza se impongan a la alegría de la llegada de un nuevo hijo o hija. Si ves que no estás bien, pide ayuda, porque la ansiedad puede provocar estrés y problemas de sueño que te impiden descansar y afrontar el embarazo con normalidad.
  4. Hay que transformar el recuerdo en algo positivo. Tras el nacimiento a algunos padres también les preocupa que la llegada del nuevo hijo o hija y la felicidad que comporta acabe borrando o disipando de algún modo la memoria del bebé anterior, lo que puede generar sentimientos de culpa, algo que hay que evitar. “Es evidente que el recuerdo del hermano siempre va a estar ahí, pero es importante que los padres transformen ese recuerdo en algo bonito, un sentimiento de amor, para cerrar correctamente el duelo” explica Sandra García. “cerrar el duelo no implica olvidar al bebe anterior, sino recolocar el recuerdo de una forma que no duela tanto”, añade.
  5. Cuándo pedir ayuda. El dolor de la pérdida no debe imponerse ni afectar a las relaciones con otras personas ni al nuevo proyecto de familia. Tener emociones negativas constantes, falta de ilusión o ansiedad intensa son otras señales de alerta.
  6. Cómo debe ser la actitud respecto al nuevo hijo o hija que esperamos. No hay que hacer nada especial. Hay que tratarle como a cualquier otro niño, con cariño y naturalidad. Debe crecer sin sentir que es “el segundo” (aunque cuando pueda entenderlo será recomendable explicarle que tuvo un hermano). Cada niño es único y debe sentirse así. Muy importante: sobre todo no hay sobreprotegerlo ni poner sobre él o su bienestar el peso de nuestra felicidad.
  7. No estás sola ni eres la única. Hay muchas otras personas que han vivido una situación parecida. Tal vez no te guste hablar de ello ni compartirlo, pero hay asociaciones que pueden brindarte información, recursos (libros, videos…) y apoyo emocional, si lo necesitas, como Umamanita, A Contracor o Petits amb llum.
  8. ¿Es verdad que son niños especiales? En general se dice que los bebés arcoíris son niños especialmente sensibles e intuitivos, con una gran capacidad de amar, pero también muy empáticos, lo que a veces puede hacerles sufrir. Pero eso tampoco significa que no podamos contarles las cosas o que no puedan vernos tristes de vez en cuando si hay alguna razón que puedan entender (será un aprendizaje para ellos).
  9. Cuida la relación de pareja. Es muy importante para el equilibrio emocional de los hijos y para reforzar el proyecto de familia.