La escuela es una de las primeras referencias que tenemos de la sociedad. Por ello, todo lo que allí se vive es importante. Es el lugar en el que hacemos los primeros amigos y conocemos otras familias, normas y estilos de vida. A menudo diferentes o muy diferentes a la nuestra, porque no hay ninguna familia que sea igual que otra.

Pero además y desde hace unos años se ha producido un cambio, cada vez más visible, de “nuevas formas o modelos de familia”: las hay monoparentales, homoparentales, formadas por padres separados, reconstituidas, de acogida, adoptivas… Los niños lo ven, notan que hay diferencias y al comparar con la suya es habitual que se hagan preguntas o tengan algunas dudas, algo que puede ocurrir desde los 3-4 años. Así que hay que estar preparado para darles respuestas y aprovechar para abordar temas importantes para la familia.

Ahora que empieza un nuevo curso escolar, es un buen momento para poder hablar abiertamente de este tema con tus hijos, si te preguntan, y contribuir a normalizar esta nueva realidad, tanto si formas parte de ella como si no. Sandra Garcia Lumbreras, responsable de la Unidad de Psicología de Dexeus Mujer nos ofrece algunas pistas:

Una sociedad plural: Desde pequeños, a través de películas, cuentos y materiales didácticos (se puede proponer a través del AFA en la escuela), hay que educarles en la diversidad. Que vean que la sociedad es plural, que hay muchos modelos diferentes de familias, que las personas son diferentes y piensan y tienen necesidades diferentes y que hay que respetar esa pluralidad. Nunca hay que tener prejuicios ni juzgar a nadie solo porque sea diferente.

No te adelantes. Si en su clase o entorno ves que hay otros modelos de familia, no es necesario que le digas nada antes de que él o ella quiera hablar del tema o te haga algún comentario. Espera a que se despierte su interés o a que te formule alguna pregunta. Y en ese caso, aprovecha la ocasión para aclararle lo que no entienda. También puede que lo vea normal. Si es así, pues nada que decir.

No es necesario darles más información de la que necesitan. Hay que responder a lo que les preocupa, pero no explicarles cosas que ni se plantean. Demasiada información no les ayuda, a veces les genera más confusión. También hay que tener en cuenta el grado de madurez y su edad, como hemos comentado antes. Cada niño evoluciona a su propio ritmo.

¿Qué pueden preguntar? Lo más habitual es que les sorprendan las diferencias: “Biel dice que nació con ayuda de los médicos y que por eso no tiene padre” o “mamá, ¿por qué Paula tiene dos mamás?” También puede sorprenderles que padres e hijos sean muy diferentes, o no hayan nacido aquí. “Hay dos niños en mi clase que dicen que sus padres los fueron a buscar a África”.

Respuestas que pueda entender: hay que hablarles siempre de la forma más natural, abierta y sincera, pero ajustándonos a su edad. Es decir, no hay que introducir “elementos mágicos” pero si son menores de 7-8 años tampoco podemos explicarles cómo funcionan exactamente las técnicas de reproducción asistida porque pueden no entenderlas.

¿Qué puedes responder? Nunca hay que decirle: “eso te lo explicaré cuando seas más mayor porque ahora no lo entenderás”, ni mostrarte molesto, sorprendido o cohibido ante sus dudas. Que vean que siempre estás abierta a responder y hay que hacerlo con naturalidad. Y si hay algo que no sabes, se lo puedes decir abiertamente también o incluso indicarle que lo consultarás para poder informarle.

No hay nada que ocultar, ni raro o que no se pueda explicar: Es importante que noten y sientan que los nuevos modelos de familia son algo normal, que no les ocultamos información o nos reservamos la opinión personal.

Las cosas, por su nombre: También hay que utilizar palabras reales: hablar de “embriones”, “espermatozoides”, “óvulos”, «laboratorio» y explicarles con naturalidad cómo «se crea» la vida y que hay médicos que se dedican a ello, y que están especializados en realizar procesos y aplicar técnicas que ayudan a las mujeres y a los hombres a concebir cuando tienen algún problema que se lo impide, igual que existen otros médicos que se ocupan de otros problemas de salud de otras partes del cuerpo

¿Y si son nuestros propios hijos los que forman parte de esa nueva realidad o se preguntan por la diferencia? ¡Pues lo mismo! Hay que hablarles con sinceridad y desde el primer momento en que surja la oportunidad de forma natural sobre sus orígenes. Que no piensen o sientan que les ocultamos cosas o que hay algo “que no se puede contar”.

Lecturas sobre diversidad familiar

Existen muchos libros y recursos creados de forma explícita para hablar de estos temas y de las técnicas de reproducción asistida con los niños y ajustados por edades. Infórmate y adelántate, para tenerlos a mano cuando los necesites y puedas leerlos con ellos, que es lo mejor. En este post te proponemos algunos títulos que tienen una buena valoración.

Mi familia (Ed. Estrella Polar)
• El gran libro de las famillias (Ed. Intermón Oxfam)
• Familias (Ed. Somos libros)
• Tengo una mamá y punto (Ed. Picarona)
• Las cosas que le gustan a Fran (Ed. Violeta infantil)
• La boda (Ed. Kokinos)
• Un mundo de familias* (Ed. Comanegra) También en catalán
• Cada familia a su aire (Ed. Hoja Papel)
• Con Tango son tres (Ed. Kalandraka)
• ¿Mamá solo hay una? (Ed. Picarona)
• Nacido del corazón (Ed. Kokinos)
• El mirall a casa de la mare, el mirall a casa del pare (Ed. NUBEOCHO)
• ¿Cuándo se irán estos? (Ed. Juventud)
• Nuestra pequeña gran familia; Nuestra historia de amor (Noemi Català)
• Cuentos sobre el origen: La osa Maia es mamá, La pingüina Tina, ¿Cómo nacen los dinos? (Lorena Laserre)

Recursos didácticos para las escuelas
Las familias en las aulas (Ed. Área de Familias FELGTB)