En las etapas de la perimenopausia y menopausia, muchas mujeres notan cambios en la memoria y la concentración. Estas variaciones pueden afectar a la seguridad y la a confianza en una misma, la percepción de salud general y la calidad de vida.
Al mismo tiempo, los síntomas que acompañan estas etapas pueden enmascarar un deterioro cognitivo real que puede tener múltiples causas. Por eso, realizar una evaluación cognitiva es clave para conocer la salud de nuestra memoria y aplicar estrategias preventivas o terapéuticas, tanto farmacológicas como no farmacológicas.
Conocer tu rendimiento cognitivo, de la mano de profesionales con más de 30 años de experiencia, te ayudará a entender mejor los cambios que se producen en el cerebro durante la perimenopausia y la menopausia y a aplicar hábitos positivos para cuidar de tu salud cerebral y bienestar. Cuidar tu memoria es proteger tu futuro.
En qué consiste
El primer paso consiste en una evaluación mediante entrevista dirigida que incluye unas breves preguntas sobre la percepción reciente de nuestra cognición y sus repercusiones
En caso de que la usuaria perciba alteraciones en la memoria, atención, fluencia verbal u otras capacidades, se ofrecerá realizar una visita personalizada con la Unidad especializada de memoria.
La visita consiste en una entrevista para conocer los cambios percibidos, estilo de vida incluyendo hábitos de alimentación, sueño y ejercicio, estado de ánimo y exploración neuropsicológica de 30 minutos que valora de forma objetiva memoria, atención, fluencia verbal, capacidades ejecutivas, estado de ánimo y ansiedad.
Considerando el conjunto de la valoración se indicará cuál es la mejor estrategia a seguir en cada caso incluyendo la valoración completa en la Unidad de Diagnóstico si procede y se ofrecerá un seguimiento
También podrán solicitar esta visita las mujeres interesadas en conocer más sobre su rendimiento, independientemente del resultado.
¿A quién va dirigido?
- El servicio es indicado para:
- Mujeres a partir de los 50 años, en etapa peri menopáusica y menopáusica, interesadas en el conocimiento de su rendimiento cognitivo y de posibles estrategias de mantenimiento
Resultados esperados
- Conocimiento del rendimiento cognitivo objetivo a través de escalas validadas científicamente.
- Orientación profesional de estrategias de mejora cognitiva.
- Formación en salud cerebral y hábitos de vida neuroprotectores.
- Posibilidad de acceso a tratamientos innovadores en caso de alteración.
- Disminución de la ansiedad de las mujeres que tienen antecedentes de demencia o Alzheimer en su historia familiar.
- Mejora de la calidad de vida y de la percepción de bienestar.
Preguntas frecuentes
¿Qué problemas cognitivos o de memoria suelen producirse en la menopausia? y ¿cuáles son los más habituales?
¿Qué es normal en esta etapa y qué no?
Todo esto puede ser normal y, a pesar de la frustración que puede generar, no suele relacionarse con ninguna enfermedad. Que se pueda sospechar que no es solo justificable por la menopausia se relacionaría con la frecuencia con que nos ocurre o las repercusiones que tiene en la vida personal y profesional. No deberíamos considerar normal una limitación para comunicarnos de forma efectiva, olvidar hechos relevantes en nuestras actividades diarias o el nombre de personas muy cercanas.
¿Afectan a todo el mundo por igual? o, si no es así, ¿de qué depende? ¿hay factores de riesgo que los favorezcan?
Estos problemas cognitivos, como casi cualquier síntoma relacionado con la menopausia, se manifiestan con frecuencia e intensidad diferente en cada persona. El estrés personal o laboral, el estado de ánimo, algunos tipos de dolor muy persistentes, el uso de algunos fármacos y las alteraciones del sueño aumentan las posibilidades de que se presenten y de que su intensidad llegue a representar una preocupación.
Si siempre has tenido una buena memoria o trabajas en tareas que requieren más concentración, ¿lo notas más?
Sin ninguna duda. Cada persona vive de manera diferente los cambios. Las personas habituadas a confiar en su memoria son más sensibles, como lo son las que se desenvuelven en entornos muy exigentes por la carga de responsabilidad o tienen una personalidad muy autoexigente.
¿En qué casos se aconseja consultar y por qué es útil hacerlo?
Sería recomendable consultar siempre que estos cambios lleguen a generar malestar, pérdida de autoestima o de capacidad de disfrutar de actividades de ocio, como la lectura, o en el caso de que nuestro entorno perciba cambios significativos.
¿Es un problema temporal que tiende a ir a menos o, al revés, con los años, si no se ejercita o se buscan estrategias de apoyo, puede ir a más?
Aunque el cerebro se adapta a los cambios y busca la manera de compensarlos, es muy sensible a la actividad. Se recomienda estimularlo con actividades no únicamente cognitivas, sino también físicas y sociales adecuadas para mantener el mejor rendimiento posible en cada momento de la vida.
Si se tienen antecedentes en la familia de personas con problemas de deterioro cognitivo, ¿es importante consultar a un especialista?
En la actualidad se considera bien establecido que las personas con familiares directos con deterioro cognitivo tienen un riesgo superior al resto de personas de presentarlo. Aunque el riesgo depende de la edad de inicio, del tipo de alteración cognitiva, del estilo de vida y otros factores, sería recomendable consultar si se presentan síntomas o preocupación porque no solo puede descartarse en su caso la enfermedad, sino que pueden recomendarse estrategias para la mejora cognitiva o para su mantenimiento.