En general, que la regla se atrase o se adelante unos días es algo bastante normal, incluso puede faltar algún mes. Pero cuando no se presenta sin un motivo aparente o desaparece durante al menos tres meses consecutivos, hay que consultar.
El tiempo que transcurre entre una regla y otra es variable. De hecho, pocas veces coincide en la misma fecha. Hay mujeres que tienen ciclos muy regulares y otras no, pero el ciclo menstrual tiene una duración de entre 21 y 35 días. “Yo recomiendo a mis pacientes realizar un calendario menstrual para que conozcan mejor su ciclo menstrual”, explica la Dra. Ambar F. Rodríguez, ginecóloga de Dexeus Mujer.
Desde el punto de vista médico, la ausencia de menstruación se denomina amenorrea. Su falta puntual no es algo que deba preocuparte. “Sin embargo, como la primera causa suele ser un embarazo, si existe esa posibilidad, es recomendable hacer una prueba de embarazo tras 10 días de retraso. Si no hay embarazo y la ausencia se mantiene durante más de 90 días o es algo repetitivo, es importante conocer el motivo”, añade la Dra. Rodríguez.
Las causas más frecuentes:
Factores relacionados con el estilo de vida
- Estrés intenso
- Pérdida o aumento brusco de peso
- Ejercicio físico excesivo
- Dietas restrictivas
- Cambios de rutina (cambios de turnos de trabajo o viajes)
- Trastornos del sueño
Alteraciones hormonales
- Síndrome de ovario poliquístico (SOP)
- Problemas en la tiroides (hipotiroidismo o hipertiroidismo)
- Trastornos en la hipófisis (hiperprolactinemia, tumores benignos)
- Fallo ovárico prematuro
Alteraciones anatómicas
- Malformaciones congénitas del aparato reproductor
- Adherencias uterinas
Fármacos y tratamientos médicos
- Anticonceptivos hormonales
- Tratamientos oncológicos (quimioterapia, radioterapia)
- Otros tratamientos médicos o farmacológicos
Causas fisiológicas
- Embarazo
- Lactancia
- Menopausia
¿Cuándo hay que acudir al médico?
Debes acudir al ginecólogo si:
- No has tenido la primera menstruación a los 15-16 años.
- Has dejado de menstruar durante más de 3 meses sin causa aparente.
- Presentas otros síntomas como: dolor pélvico, secreción mamaria fuera de la lactancia, cambios de peso repentinos, exceso de vello, acné.
¿Qué pruebas se suelen hacer?
Ante todo, hay que descartar un posible embarazo. Y también conocer tu historial clínico, por lo que es normal que el médico te haga una evaluación completa y te pregunte por tus antecedentes familiares y estilo de vida: ejercicio, dieta, estrés, hábitos… También es probable que te pida algunos análisis hormonales y una ecografía pélvica, así como otras pruebas de imagen o estudios específicos.
¿Qué pasos hay que seguir?
El tratamiento dependerá de la causa. Puede ser desde cambios en tu estilo de vida (para rebajar el estrés y mejorar algunos aspectos dietéticos o de ejercicio físico) a tratamiento hormonal (si es necesario, tratamiento de la patología, si se detecta, por ejemplo, un problema de tiroides o síndrome de ovario poliquístico o cirugía, si la causa es un problema estructural.
En cualquier caso, nunca se debe normalizar, ya que puede ser un síntoma indicativo de trastornos que requieren un control médico, como un problema de tiroides o una diabetes.
¿Qué se recomienda?
- Llevar un registro de los ciclos menstruales: Un calendario menstrual te ayudará a conocer mejor tu ciclo e identificar posibles alteraciones e incluso síntomas asociados.
- Mantener un estilo de vida saludable: Una dieta equilibrado, hidratación adecuada, actividad física regular y moderada, horario regular de sueño, reducir en lo posible el estrés y ansiedad.
- Hacer revisiones de control ginecológico: si tienes dudas sobre el ciclo menstrual, es importante buscar la opinión de un experto.