La duración de los tratamientos de reproducción asistida es un tema que preocupa a todas las pacientes, porque cuando se alargan más de lo esperado aumenta el desgaste físico y emocional, y también el coste. Sin embargo, todo el mundo sabe que es posible no lograr un embarazo “a la primera” y, a veces, tampoco a la segunda o incluso a la tercera. Además – y este detalle es importante- un embarazo no equivale a “bebé en casa”, ya que es posible que el embarazo no progrese o se produzca un aborto espontáneo.

Los médicos lo saben, y por ello muchos centros ofrecen la posibilidad de realizar varios ciclos de fecundación in vitro a un precio cerrado o con descuentos (ofertas o promociones), ya que se ha demostrado que cuántos más óvulos se obtengan, más posibilidades habrá de obtener embriones y de que entre estos haya algunos que sean viables. Eso sí, siempre y cuando se haya estudiado cada caso de infertilidad a fondo previamente, ya que las posibilidades de lograr un embarazo son o pueden ser muy diferentes de una mujer a otra, por lo que no siempre acumular más ciclos comporta una mayor tasa de éxito.

La clave, por lo tanto, es conocer cuáles son las posibilidades reales de éxito para cada paciente. En este sentido, es fundamental confiar en el especialista y dejarse guiar. Cuanta más experiencia tenga este y el centro que lo avala, y más confianza nos inspire a nivel personal y profesional, mejor. De hecho, a los expertos no les interesa alargar tratamientos que de entrada ofrecen muy pocas posibilidades de éxito. Hay que ser realista.

Otro elemento clave: las tasas de éxito que ofrece cada centro son el resultado de sus propias estadísticas, y aunque demuestran si trabaja de forma más o menos eficiente, hay que saber interpretarlas, porque son datos globales que no indican las posibilidades reales de cada paciente.

¿Qué aspectos, por tanto, tienen en cuenta los expertos para valorar las posibilidades de éxito en cada caso? ¿Qué factores pueden provocar el fracaso de un tratamiento? y ¿Cuántos intentos se recomienda llevar a cabo habitualmente para aumentar las posibilidades de éxito? En este post, la Dra. Silvia Grau, coordinadora del Área de Reproducción de Dexeus Mujer en Sabadell y Sant Cugat, ofrece algunas pistas:

¿Qué aspectos hay que evaluar previamente para valorar las posibilidades de éxito?
La tasa de éxito de los tratamientos de fertilidad varía considerablemente dependiendo de una serie de factores: la edad de la mujer, la reserva ovárica, el tipo de tratamiento, factores relacionados con el estado endometrial uterino, factores relacionados con el embrión, factores masculinos, causas subyacentes de la infertilidad y otros problemas de salud que puedan estar presentes.

¿Qué puede provocar el fracaso de un tratamiento reproductivo?
Las causas más habituales son la falta de óvulos, que no se produzca la fecundación o no se disponga de embriones de calidad, fallos de implantación o que el embrión no logre progresar, así como la falta de receptividad endometrial, entre otros.

¿Cuántos intentos o ciclos se recomiendan habitualmente para aumentar las posibilidades de éxito?
En líneas generales podemos afirmar que la tasa de embarazo tras un primer tratamiento de fertilidad es aproximadamente de un 25-35% tras una primera transferencia. La tasa de embarazo acumulada tras varias transferencias puede llegar a 80-90%. El problema es que en un 10-20% de pacientes, tras varios intentos no conseguimos un embarazo evolutivo.

¿Qué pasos se suelen seguir cuando un tratamiento no funciona?
Es importante abordar la situación tanto desde el punto de vista médico como emocional, considerar pruebas adicionales, revisar y ajustar el plan de tratamiento. Tomarse un descanso también puede ser beneficioso para seguir adelante con energía y ganas tras varios tratamientos fallidos.

¿Dónde hay que poner el límite?
El avance de las técnicas de reproducción asistida y el marco legal vigente en España han permitido multiplicar el abanico de posibilidades en cuanto a tratamientos para lograr un embarazo: se puede optar por la donación de esperma, de óvulos y de embriones. Pero, aun así, hay personas que no lo logran. Incluso después de muchos intentos. El hecho de que haya tantas opciones a veces confunde. También surgen consideraciones éticas, especialmente en lo que respecta a la donación de gametos. En nuestro centro contamos con una Unidad especializada de apoyo psicológico que ofrece algunas sesiones de forma gratuita a los pacientes de reproducción (en tratamientos de FIV y ovodonación), si lo desean.

Consideraciones finales:
Finalmente, es importante recordar que no hay una respuesta correcta para todos los pacientes, cada persona se enfrenta a una situación distinta y recorre el camino hacia el embarazo de manera diferente. Un buen asesoramiento inicial, una comunicación fluida y abierta, el apoyo mutuo y la orientación profesional constante son fundamentales para que la experiencia resulte satisfactoria, tanto si se consigue el éxito como si surgen complicaciones o finalmente hay que tomar la decisión de renunciar a la maternidad.