Las tasas de éxito son unos porcentajes que muestran las probabilidades de conseguir un embarazo que ofrecen los diferentes tratamientos de reproducción asistida. Pueden variar en función de cada centro y también de la técnica, pero, en general, unos valores altos indican que el centro trabaja de forma eficiente y ofrece buenos resultados.

Sin embargo, para interpretarlos correctamente hay que “leer la letra pequeña” y tener en cuenta a qué se refieren exactamente, ya que cada centro puede presentarlos de la manera que más le favorezcan y, por ello, no siempre son equiparables ni se pueden comparar.

En este post, el Dr. Buenaventura Coroleu, consultor del Servicio de Medicina de la Reproducción de Dexeus Mujer, nos indica qué es importante tener en cuenta para hacer una buena lectura.

8 claves para interpretar las tasas de éxito correctamente

  1. Son datos globales, no indican tus posibilidades reales. Se trata de unas cifras generales, que calculan una media a partir del total de pacientes que atiende cada centro y de los resultados obtenidos. No indican, por tanto, cuáles van a ser tus probabilidades reales, pero sirven de orientación para saber qué técnicas ofrecen mejores resultados y si el centro trabaja de forma eficiente.
  2. A qué momento del embarazo hacen referencia. Otro aspecto importante en el que hay que fijarse es si el dato hace referencia al porcentaje de embarazos confirmados al inicio de la gestación (test Beta hCG positiva), a las 7-8 semanas (embarazo confirmado en visita clínica por ecografía y detección del latido fetal), o a niños nacidos (porcentaje total de embarazos que llegan a término y culminan con el nacimiento de un bebé). Las tasas de embarazo bioquímico (solo beta positiva) siempre son más altas que las de las 7-8 semanas y los nacimientos, ya que no todos los test positivos de embarazo culminan con el nacimiento de un bebé.
  3. Pacientes que atiende cada centro. Cuanto mayor sea el volumen de pacientes que atiende cada centro, mejor, porque sus resultados tienen un valor más global.
  4. Perfil de las pacientes. Las tasas de éxito de una clínica vienen determinadas en parte por el tipo de pacientes que se tratan en ese centro, la edad materna, y los diversos factores de infertilidad (de los dos miembros de la pareja). Si un centro cuenta con un volumen importante de mujeres de edad avanzada y casos complejos, es posible que, aunque trabaje de forma eficiente, sus tasas de éxito sean algo más bajas, ya que las posibilidades de concebir disminuyen a medida que aumenta la edad, y los riesgos de aborto y otras complicaciones asociadas al embarazo son más altas en pacientes de edad avanzada. Pero, si a pesar de atender un volumen importante de mujeres de edad avanzada y casos complejos mantiene unas buenas cifras, es que trabaja muy bien.
  5. Fíjate en si los indicadores están desglosados por franjas de edad. Como hemos comentado antes, las tasas de éxito calculan una media a partir del total de pacientes que atiende cada centro, por lo que para tener una idea más ajustada y realista es importante que el centro ofrezca esos resultados desglosados por grupos de edad. Así, también puedes valorar mejor la eficiencia de cada técnica en función de la edad materna.
  6. Resultados al primer intento, segundo intento o tasa acumulada. Asimismo, hay que tener en cuenta si los porcentajes que presenta el centro indican la probabilidad de lograr un embarazo en el primer intento o tras realizar varios intentos (ciclos o tratamientos) consecutivos, lo que se denomina “tasa acumulada”. Muchos centros destacan la tasa acumulada (porcentaje tras varios intentos) para mostrar cifras más altas de éxito.
  7. La técnica escogida influye.  No todos los tratamientos de reproducción asistida ofrecen los mismos resultados. En la Fecundación in vitro (FIV) las tasas de éxito varían en función de la edad materna, que determina la calidad de los óvulos, y aumentan significativamente si se realiza más de un tratamiento. Asimismo, y en general, en mujeres de edad avanzada los tratamientos de donación de óvulos suelen ofrecer tasas de éxito más altas que los que utilizan óvulos de la propia paciente (porque las donantes son jóvenes y tienen óvulos de mayor calidad). Y la inseminación artificial, aunque es una técnica menos invasiva, suele presentar tasas de éxito más bajas que la FIV, ya que la fecundación es “in vivo” y es la que correspondería a la fecundidad general.
  8. La transferencia selectiva de un embrión (SET) es un indicador de calidad del centro. El mejor marcador de eficiencia de las técnicas de reproducción asistida es la tasa de nacimientos obtenidos en cada centro. Pero en la posibilidad de lograr el éxito siempre hay que valorar el número de embriones transferidos en cada tratamiento (ya que una gestación múltiple, incluido el embarazo gemelar, se considera una complicación de la técnica). Si un centro transfiere muchos embriones, puede tener un incremento de la tasa de embarazo a costa de incrementar la tasa de gestaciones múltiples y un mayor número de complicaciones durante el embarazo y el parto. Por ello, la transferencia selectiva de un único embrión (SET) es un criterio indicativo de la calidad del centro.

¡Esperamos que esta información te haya resultado útil!

Recuerda: si quieres saber cuáles son tus probabilidades reales de lograr un embarazo, debes pedir una valoración individualizada, ya que además de la edad y la técnica escogida, hay factores y circunstancias personales que también pueden influir en el éxito del tratamiento.