Aunque queden barreras por superar, en los últimos años hemos avanzado mucho en el reconocimiento a la diversidad y a la libertad sexual. La prueba más evidente es que la mayoría de los jóvenes no tienen problemas para hablar abiertamente de su orientación sexual. Además, las redes sociales, la/os bloggers, y youtubers han ayudado a romper tabúes y a normalizar y hacer “visible” ese cambio mental y social.

También se van abriendo puertas, ya que justo este mes la OMS ha modificado la catalogación de la transexualidad, que ya no se considera un trastorno mental; y la nueva ministra de Sanidad española acaba de anunciar que el Gobierno ofrecerá el acceso a tratamientos de reproducción asistida en centros públicos a las mujeres sin pareja y homosexuales.

Sin embargo, todavía hay temas que apenas se tocan, sobre todo en las consultas de ginecología, como el de los riesgos que comportan las relaciones sexuales entre mujeres. En primer lugar, porque son pocas las jóvenes que van al ginecólog@, y aún menos las que tienen la suficiente confianza para explicarle cuál es su orientación sexual. Además, los médicos tampoco suelen preguntarlo (se da por hecho que todos somos heteros, a no ser que alguien diga lo contrario) y algunos creen incluso que, entre mujeres, el riesgo es menor. Sin embargo, algunas infecciones de transmisión sexual (ITS) pueden transmitirse de forma directa por contacto con las manos, los dedos y el roce vulvar, a través del sexo oral o mediante la manipulación de juguetes sexuales sin preservativos. Por ello, el contagio de ITS entre mujeres es tan o más frecuente que entre las parejas heteros o de hombres, precisamente por la falta de protección e información.

Por este motivo, y aprovechando que esta semana se celebra el Día Internacional del Orgullo LGTB, hemos decidido abordar este tema en nuestro blog.

En general, las ITS más frecuentes entre mujeres son: el virus del papiloma humano (VPH), las clamidias, la vaginosis bacteriana y el herpes genital, además del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Las candidiasis, aunque no son consideradas ITS, también se pueden transmitir por contacto sexual.

Para evitar el contagio, lo mejor que puedes hacer es utilizar métodos de barrera como el preservativo femenino, las barreras de látex tipo dedal o “finger condoms”, o los condones (si utilizáis o compartís juguetes sexuales). También existen pequeños cuadrantes (sabanitas) de látex -muy delgados- para impedir el contacto piel con piel, que se pueden utilizar para el ano, la vulva o para practicar sexo oral (si hay infecciones o se tiene la menstruación el riesgo de transmisión de ITS es mayor, por lo que es aconsejable evitarlo). Estos cuadrantes también pueden ser utilizados por parejas heterosexuales o personas bisexuales. Para la penetración manual se pueden utilizar dediles o guantes de látex, especialmente si hay heridas en las manos. Y es importante proteger con preservativo también el vibrador.

El problema es que muchos de estos métodos no se comercializan en las farmacias, y solo se pueden adquirir por Internet o en tiendas especializadas como sex-shops, por lo que no siempre está garantizada su calidad. Por ello es importante adquirirlos en tiendas reconocidas, y pedir asesoramiento a las organizaciones LGTB locales sobre las marcas y sus canales de distribución. De hecho, lograr la visibilidad de estos métodos y reclamar su presencia en las farmacias sería una buena forma de aumentar el control respecto a los productos que no cumplen las normas.

De momento, una alternativa que recomiendan los especialistas en sexología para aumentar la protección es comprar condones masculinos, cortarlos y abrirlos, así como usar condones femeninos, ya que al introducirlos cubren los labios y permiten practicar sexo sin riesgos.

Teniendo en cuenta esta situación, lo mejor que puedes hacer es hablar del tema abiertamente con tu ginecóloga@, y hacerte revisiones, sobre todo si has mantenido alguna relación esporádica sin protección, porque con frecuencia las ITS no provocan síntomas y pueden pasar desapercibidas inicialmente.

Las ITS más frecuentes entre mujeres

Clamidiasis

La provoca una bacteria. Se transmite en las relaciones sexuales con penetración y en el sexo oral. La puedes prevenir utilizando un preservativo femenino o masculino si compartes juguetes sexuales y usando cuadrantes de látex para el sexo oral o guantes de látex Si se contrae se puede tratar con antibióticos y es fácil de curar.

Condilomas o verrugas genitales

Suelen ser provocadas por dos tipos de cepas del Virus del Papiloma Humano (VPH) y aparecen varias semanas después de la infección en los labios, la vagina, el recto o el cuello uterino. Los síntomas son picores y escozor que pueden producir pequeñas hemorragia e irritación en los labios vaginales y la piel de la zona afectada puede agrietarse. Se transmite a partir del contacto, especialmente si hay la penetración vaginal y anal. Las verrugas se pueden eliminar mediante productos específicos o cirugía láser para cauterizarlas.

Herpes genital

Se transmite en las relaciones sexuales con penetración y por rozamiento con la zona donde se tiene el herpes aunque no haya penetración. Si se tienen lesiones en los labios también se puede transmitir a través del sexo oral, aunque es menos probable. Se previene con métodos de barrera, como los indicados. El tratamiento habitual se realiza mediante antivirales, y existen medicamentos para prevenir o disminuir la duración de los brotes e incluso prevenir el contagio a tu pareja. No obstante, puede reaparecer.

VIH

Si inicias una nueva relación con una persona a la que no conoces es importante saber si se ha hecho la prueba, ya que no provoca síntomas hasta pasados unos años. La transmisión se produce cuando un fluido infectado (sangre o fluidos vaginales) entra en contacto con mucosas (vaginal, anal y/o bucal) o heridas. Se previene utilizando métodos de barrera (guantes, preservativo femenino, masculino, cuadrantes de látex) y evitando compartir objetos que puedan tener restos de sangre de una persona infectada.

Gonorrea

Es más común en los adultos jóvenes. La bacteria que causa la gonorrea puede infectar el tracto genital, la boca o el ano. Puede contraerse a través del sexo vaginal, oral o anal con una pareja infectada. Una mujer embarazada puede transmitírsela a su bebé durante el parto. En las mujeres, los primeros síntomas de gonorrea generalmente son leves. A medida que pasa el tiempo, puede provocar hemorragias entre los períodos menstruales, dolor al orinar y aumento de las secreciones vaginales. De no tratarse, puede provocar la enfermedad inflamatoria pélvica, que causa problemas en el embarazo e infertilidad.

Sífilis

La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual causada por una bacteria. Infecta el área genital, los labios, la boca o el ano y afecta tanto a los hombres como a las mujeres. Por lo general se adquiere por contacto sexual con una persona que la tiene. También puede pasar de la madre al bebé durante el embarazo. Las úlceras causadas por la sífilis facilitan adquirir o contagiar el VIH durante las relaciones sexuales. Si está embarazada, la sífilis puede causar complicaciones. El tratamiento con antibióticos es muy eficaz.