Otoño es temporada de setas, y aunque este año no ha llovido mucho, ya empiezan a aparecer en algunos puestos de venta. Hay muchas variedades y puedes escoger las que tú quieras. Además, esta versión vegetariana suele tener mucho éxito, porque las setas combinan muy bien con la bechamel, y le dan un toque gourmet, frente a la clásica lasaña de carne.

En esta receta hemos incluido champiñones silvestres, níscalos y shiitake. El shiitake es un hongo de origen japonés, aunque su consumo se ha extendido a toda la cocina asiática.  Es rica en fibra y baja en calorías. Aporta vitaminas, antioxidantes y otros compuestos que refuerzan el sistema inmunitario. En crudo puede provocar alergias y no todo el mundo la tolera bien, pero cocinada tiene un sabor suave. El champiñón contiene vitaminas del grupo B y es una buena fuente de potasio, fósforo y selenio. En cuanto a los níscalos, son ricos en vitaminas (niacina, vitamina A y riboflavina) y en minerales como hierro y potasio.

Si quieres que sea un plato más ligero y saludable, puedes elaborar la bechamel con una bebida vegetal (avena, soja…), en vez de utilizar leche. En esta receta también hemos eliminado el queso, para que no aporte grasas saturadas, pero está tan buena, que no lo vas a echar de menos.

¿Te animas a probarla?

Ingredientes (para 4 personas)

  • 700 g. de setas variadas
  • 18 planchas de lasaña
  • 2 dientes de ajo
  • 1 puerro
  • 250 g. de salsa de tomate
  • aceite de oliva virgen extra (para el sofrito)
  • tomillo
  • pimienta negra recién molida
  • sal (al gusto)

Para la bechamel:

  • Harina de trigo (4 cucharadas)
  • Aceite de oliva virgen extra
  • 1/2 litro de leche semidesnatada o bebida vegetal
  • nuez moscada, sal y pimienta negra (al gusto)

Elaboración

  1. Lo primero: lava bien las setas y deja que se escurran bien para eliminar la tierra. Reserva las setas.
  2. Pela y corta el ajo en dados. Limpia el puerro quitando las hojas externas y lava bien el tallo para eliminar la arenilla. Deja que se escurra un poco y córtalo en rodajitas.
  3. Pon una sartén al fuego con un poco de aceite (3-4 cucharadas), añade el ajo y el puerro troceado. Rehoga el conjunto a temperatura media hasta que la verdura se cueza y esté suave.
  4. Añade el tomillo y las setas troceadas y completamente secas. Pon la sal (al gusto). Vierte la salsa de tomate y deja que se cueza todo junto durante unos 6 o 7 minutos más. Apaga el fuego y reserva.
  5. En otra sartén pon un poco de aceite. Cuando empiece a calentarse, añade la harina con una pizca de sal y remueve la mezcla con una cuchara de madera unos minutos. Vierte medio vaso de leche y remueve para que la vaya absorbiendo la harina.
  6. Añade de forma progresiva la leche removiendo para que no se formen grupos y mantén la sartén a una temperatura media. Cuando empiece a hervir, déjala 5 minutos más y retírala del fuego. 
  7. Cocina las placas de lasaña según las indicaciones del fabricante y en una fuente para horno extiende el resto de la salsa de tomate y coloca la primera capa de pasta.
  8. Vierte por encima la mitad del guiso de setas, cúbrelas con la bechamel
  9. Coloca la segunda capa de pasta y repite la operación siguiendo el mismo orden.
  10. Para acabar, coloca la última capa de placas de lasaña y vierte toda la bechamel que te queda por encima y espolvorea la nuez moscada rallada por encima
  11. Coloca la fuente en el horno (precalentado a 190º C. Con calor arriba y abajo), y deja que se hornee 15 minutos. Cambia a posición grill. Gratina un poco la superficie por encima unos 10 minutos hasta que se dore un poco la bechamel.

Retira la fuente del horno, ¡y a disfrutar!