Aunque tu bebé se haya colocado bien, y en principio no está previsto que te hagan una cesárea, hasta el último momento no se puede saber cómo se resolverá el parto, así que nunca hay que descartarla. Esta intervención está indicada cuando el bebé viene de nalgas o está cruzado, pero también puede ser necesaria si el parto no progresa como debería o existe riesgo de sufrimiento fetal, algo que no se puede prever. Si el tema te preocupa, ¡tranquila! Se trata de una operación habitual, pero es verdad que la recuperación postparto es más lenta y que requiere más descanso y cuidados. En este post te contamos todo lo que debes saber. 

La cicatriz

Actualmente la incisión es mínima (unos 10 cm) y siempre se hace en la zona pélvica y muy por debajo del ombligo, así que podrás lucir bikini en verano ¡no sufras! Pero los primeros días es normal que notes molestias. En el hospital te administrarán calmantes y analgésicos por lo que no te dolerá nada, pero ¡vigila! porque los músculos abdominales están debilitados, y no debes exigirles demasiado, al menos durante las primeras dos o tres semanas después del parto.

¿Qué puedo y qué no puedo hacer?

Debes evitar realiza trabajos que requieran esfuerzos: nada de tareas domésticas o labores que requieran coger peso, bajar o subir escaleras, conducir o hacer ejercicio. A tu bebé lo puedes coger, claro, pero si tienes otro, no le cojas en brazos, achúchalo en el sofá o cuando esté en la cama.  Muy importante: durante los primeros cuarenta días no puedes bañarte en piscinas, spas ni jacuzzis.

¿Me puedo duchar?

En el hospital puedes ducharte a las 24 horas. Así que no te sorprendas cuando venga la enfermera y te diga -al estilo Lázaro-: ¡vamos, levántate y anda, a ducharte! Dirás “¿cómo? si no puedo ni levantarme”, pero te conviene caminar y no se irá hasta que le hagas caso, así que ¡mentalízate y muchos ánimos! Hazlo lentamente y verás como sí puedes y no es tan difícil… Luego lo agradecerás, porque te sentirás mejor y poco a poco irás ganando fuerzas.

¿Cómo hay que cuidar la cicatriz en casa?

La cicatriz de la cesárea no requiere cuidados especiales: es aconsejable lavarla con agua y jabón y hacerlo con la mano. Para secarla se aconseja utilizar gasas dando unos pequeños toques, y dejarla unos minutos al aire. Utiliza ropa holgada y de algodón 100%, porque al principio el roce puede resultar molesto.

Si duele, ¿puedo tomar analgésicos o antiinflamatorios?

Sí, puedes tomar tanto analgésicos como antinflamatorios, pero siempre bajo prescripción médica. Te los recomendarán cuando te den el alta, así que sigue las indicaciones. Si el dolor es intenso o tienes fiebre, debes acudir a urgencias por si hubiera alguna infección u otra complicación.

¿Es aconsejable aplicar algún antiséptico?

En el hospital es posible que te aconsejen un antiséptico como la clorhexidina. Lo que no debes ponerte es yodo, sobre todo si das el pecho a tu bebé, ya que este compuesto puede pasar a través de la leche materna al bebé y no es conveniente.

¿Molestan los puntos? ¿Cuándo se eliminan?

En ocasiones se utilizan unas grapas, que se extraen a los 5-7 días, pero principalmente utilizamos puntos que se reabsorben, así que no debes preocuparte, aunque tendrás que hacer una visita de control al médico o a la comadrona del hospital a los 7-10 días, para comprobar que la herida cicatriza bien y no hay problemas.

¿Es normal sentir picor?

Sí. En las primeras semanas es normal sentir tirantez y picor, y percibir una parte de la piel como dormida, una sensación que puede alargarse unas cuantas semanas o incluso meses.

¿Puedo utilizar crema hidratante?
Sí, no solo puedes, sino que debes, ya que para que la piel cicatrice correctamente es importante que esté bien hidratada. Además, existen geles y productos específicos que reducen la inflamación, ayudan a evitar que se formen queloides y mejoran la textura de la cicatriz. Pide a tu ginecólogo que te aconseje.

Duerme todo lo que puedas y aliméntate bien

Lo necesitas más que nunca, y si das el pecho te notarás más cansada. Come bien y bebé mucho líquido. Amamantar al bebé supone un desgaste añadido, sobre todo si te pide cada dos o tres horas, así que no te sorprendas si tienes más hambre ahora que durante el embarazo. Haz extras: toma batidos o prepárate un vaso de leche con cacao antes de irte a la cama. 

Las visitas

Mejor que sean cortas y, si no son de mucha confianza, intenta evitarlas en las primeras dos-tres semanas. No estás para hacer de anfitriona, sino para descansar y que te cuiden. Así que pide ayuda en casa y con el bebé. Debes descansar todo lo posible para recuperarte bien y asegurarte de que cicatricen y se suturen bien los puntos de la herida, por dentro y por fuera.

No uses tampones

Tras el parto se pierde sangre por la vagina, como una menstruación, durante unas 6 semanas. Esta pérdida de sangre es normal, son los loquios y van cambiando de color, de rojo intenso a rosado, rojo oscuro-marrón y finalmente desaparecen. No uses tampones, solo compresas.

El amamantamiento acelera la recuperación

Dar el pecho acelera la involución del útero: se contrae para poco a poco recuperar su tamaño, lo que produce dolor; las contracciones uterinas postparto se denominan entuertos.

¿Cuánto hay que esperar para reemprender las relaciones sexuales?

La recomendación es la misma que para el parto vaginal: hay que esperar al menos 6 semanas, pero en el caso de la cesárea depende de cómo te sientas y progrese tu recuperación, ya que es probable que física y emocionalmente estés más sensible y no te sientas todavía con ánimo. Además, si se desea tener sexo con penetración, hay que elegir una postura que te resulte cómoda y que no requiera hacer esfuerzos, así que ¡ves con cuidado! y date todo el tiempo que necesites hasta que te notes recuperada y con ganas. Entretanto, prueba nuevas posturas u otras opciones ¡hay muchas formas de dar y obtener placer!

El deporte puede esperar

Tras un parto vaginal hay que esperar al menos seis semanas, pero tras una cesárea se recomienda alargar un poco más la espera: dos meses o tres. De todos modos, cada mujer es diferente. Consulta con tu ginecólogo/a y, en función de cómo sea tu evolución, te indicará. También depende del tipo de deporte que desees hacer y de si ya eras deportista o no antes de dar a luz. En los primeros meses, y en todos los casos, hay que evitar los deportes de impacto y también las piscinas públicas, por lo que si te gusta correr o nadar ¡ten paciencia! Lo que sí puedes hacer desde el primer día es caminar; es una buena forma de ir ganando tono y de paso, pasear a tu bebé.

Esperamos haber resuelto alguna de tus inquietudes, si necesitas más información o tienes alguna duda, ¡déjanos un comentario!