Es el órgano más grande de nuestro sistema reproductor, pero la mayoría no sabríamos describir muy bien cómo es, cuánto mide o explicar por qué es importante que funcione bien. Sin embargo, es fundamental para conseguir que el embrión se implante correctamente y pueda desarrollarse un futuro bebé. De hecho, muchas alteraciones en su forma o funcionalidad pueden provocar problemas de fertilidad. Por ello, es importante hacerse revisiones ginecológicas de forma regular.

Si sientes curiosidad, puedes buscar alguna imagen gráfica para conocerlo mejor. Se trata de un órgano muscular que tiene forma de pera invertida. En el centro alberga una cavidad donde está el endometrio, una mucosa que lo recubre por dentro y que se descama cada mes cuando tenemos la menstruación. La parte más estrecha, el cuello, tiene forma de canal y está conectado con la vagina. Por la parte superior, a cada lado, se encuentran las trompas de Falopio, en cuyo extremo están las fimbrias, unas estructuras que parecen flecos y se encargan de canalizar el óvulo que sale del ovario en cada ciclo menstrual hacia el interior del útero. Durante este trayecto, el óvulo puede ser fecundado.

En su estado normal, el útero mide unos 8 cm de longitud, y no pesa ni 100g, pero durante el embarazo sus paredes elásticas se van ensanchando, y se extiende hasta el abdomen, alcanzando hasta 30 cm de longitud y puede pesar más de 1kg.

En este post, nuestro equipo explica cuáles son los problemas que pueden afectar a este órgano más frecuentemente, y qué tratamiento está indicado en cada caso.

Miomas o fibromas

Qué son. Son formaciones de tejido muscular que se localizan en la cavidad uterina. Su tamaño es variable (los hay de 5 mm y de hasta 20 cm), aunque lo más normal es que no sobrepasen 4-5 cm.

Síntomas. Los síntomas más habituales que pueden provocar son pérdidas de sangre (coincidiendo o no con la menstruación), dolor, sensación de presión, estreñimiento o necesidad de orinar con mayor frecuencia. Su presencia puede dificultar el embarazo, por ello conviene hacer una revisión antes de ir a buscar el bebé

Tratamiento. La mayoría son benignos, pero es importante hacer un seguimiento de control. No se suelen extirpar a no ser que produzcan algún síntoma o crezcan de forma considerable en un periodo corto de tiempo.

 

Endometriosis

En qué consiste. Se produce cuando el endometrio, que es el tejido que recubre a cavidad que se encuentra en el interior del útero, crece fuera de este, y afecta a otras zonas del cuerpo, como los ovarios, el intestino ó recto o los ligamentos que sostienen el útero. Se calcula que afecta a un 15% de las mujeres en edad fértil, pero puede pasar desapercibida a no ser que provoque dolor.

Síntomas. Los más habituales son dolor pélvico crónico, reglas dolorosas, dolor al hacer de vientre, dolor en las relaciones sexuales, sangrado tras la micción y dificultad para conseguir gestación.

Tratamiento. Depende de cada caso y de los órganos afectados, pero puede comprometer la fertilidad y ocasionar problemas que tienen un impacto importante en la calidad de vida.  Por ello es importante hacer un diagnóstico precoz. Se puede tratar con medicamentos para disminuir el dolor, hormonas para inhibir la ovulación y cirugía.

 

Adenomiosis

En qué consiste. Se produce cuando las células endometriales crecen también en el interior de la pared uterina, en el miometrio.

Síntomas. Dolor en las reglas, aunque no siempre, reglas abundantes y, según el grado, puede dificultar conseguir un embarazo.

Tratamiento. Se puede tratar con fármacos. Si no funciona, se opta por el tratamiento quirúrgico.

 

Hiperplasia uterina

Qué es.  Se produce cuando el endometrio, que es el tejido que reviste la cavidad uterina, es más grueso de lo que se considera normal.

Síntomas. Tener reglas abundantes o que duren más de lo normal, sangrar entre periodos, o tener pérdidas menstruales después de la menopausia.

Tratamiento. Se puede tratar con fármacos hormonales. En algunos casos, es necesario tratamiento quirúrgico.

 

Cervicitis

Qué es. Es una inflamación del cuello del útero que puede ser provocada por una reacción alérgica o algunas infecciones de transmisión sexual, como la clamidia.

Síntomas. Flujo anormal, dolor al orinar o durante las relaciones sexuales, sangrado entre reglas.

Tratamiento. Depende de la causa que la haya originado. Sobre todo, es importante acudir al ginecólogo para hacer un diagnóstico precoz y tratarla.

 

Malformaciones uterinas

Qué son. Son alteraciones que afectan a su morfología o posición. La mayoría son de origen congénito, y se producen por una interrupción en el desarrollo del aparato genital femenino durante la gestación; aunque a veces pueden aparecer tras un primer parto por una distensión, o en la menopausia, por el debilitamiento de los ligamentos que sostienen al útero. Hay de diferentes tipos: el útero unicorde, el bicorde y el septo o tabicado. Este último es el más frecuente y consiste en la división del útero en dos partes por un tabique.

Síntomas. A veces no producen síntomas, pero en muchos casos pueden causar problemas de fertilidad, abortos repetidos, mala presentación fetal y partos prematuros. También pueden provocar sangrado menstrual abundante, o todo lo contrario: ausencia de menstruación y dolores pélvicos.

Tratamiento. Si se detecta en una mujer joven y no provoca síntomas, no es urgente tratarlo. Pero si se desea ser madre, hay que valorar cada caso. En el útero septo se puede eliminar el tabique a través de una sencilla intervención que se realiza mediante histeroscopia y que no dura más de 20 minutos. Se realiza con sedación y no requiere ingreso hospitalario.

¡Esperamos que esta información te haya resultado útil! Y, recuerda, no olvides tus revisiones y, si tienes cualquier síntoma de los indicados, pide visita para poder hacer un diagnóstico e iniciar el tratamiento lo antes posible.

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