Aunque ya se ha roto el tabú, la menopausia es una etapa sobre la que aún persisten muchos mitos.  “Las mujeres temen engordar, tener sofocos, sequedad vaginal, perder el deseo sexual y que empeore su calidad de vida, pensando que implica una decadencia en la salud general”, explica la Dra. Desiree Trama de la Unidad de Menopausia de Dexeus Mujer. Sin embargo, las que actualmente llegan a esta etapa son muy diferentes a las de generaciones anteriores. Una gran mayoría son activas, cuidan su alimentación y realizan actividad física, así que no se puede generalizar el impacto, que es variable en cada mujer. En este post repasamos algunos de los principales mitos y aclaramos algunas dudas con la ayuda de la Dra. Trama.

  • Todas las mujeres tienen sofocos
    Es una de las falsas creencias más comunes. Es cierto que más de la mitad pueden tenerlos, pero no tienen la misma intensidad y la misma duración en todas. Es decir, hay mujeres que pueden tener únicamente sofocos nocturnos, mientras otras pueden tener sofocos incapacitantes durante todo el día. En general suelen durar entre 1 a 3 años, aunque en algunos casos, pueden durar hasta 10 a 15 años después.
  • Se pierde la libido
    Es habitual que baje el deseo sexual, por la disminución de testosterona que se da también en esta etapa, pero no se puede generalizar. El “órgano sexual” más importante es el cerebro, y las mujeres que previamente eran sexualmente activas, lo más probable es que lo continúen siendo. Además, la menopausia es una excelente oportunidad para reencontrarse con la pareja sexual.  Lo más importante es el disfrute mutuo, tener una buena comunicación y en caso de sequedad vaginal o molestias durante las relaciones sexuales, realizar un tratamiento adecuado para evitar el dolor. El dolor inhibe la libido. Hay muchas opciones. En nuestro centro tenemos una Unidad específica de Ginecología Regenerativa funcional.
  • Hay una tendencia a ganar peso
    Durante la etapa reproductiva los estrógenos predisponen a acumular grasa a nivel de caderas y muslos, adoptando “forma de pera”, mientras que en la menopausia, por la disminución de los estrógenos, se redistribuye la grasa, acumulándose a nivel abdominal, adoptando “forma de manzana”. Sin embargo, las pacientes activas que continúan con sus mismos hábitos, no tienen por qué aumentar de peso durante esta etapa. En general, se aconseja adoptar hábitos saludables y procurar mantenerse en el peso que se considera adecuado para cada mujer –que es variable– para evitar otros riesgos. Las mujeres que mantienen su peso corporal tienen menor riesgo de tener patología cardiovascular y de desarrollar sofocos durante este período, aunque hay otros factores involucrados.
  • La terapia hormonal no es una buena opción
    Existe un miedo generalizado a las hormonas. A partir de la publicación del estudio Women’s Health Initiative (WHI), la terapia hormonal de la menopausia se encuentra demonizada. En este estudio se buscaba valorar los beneficios de la terapia hormonal de la menopausia en la prevención cardiovascular, pero se tuvo que cancelar al observar un incremento del riesgo de cáncer de mama y de efectos cardiovasculares por un error de diseño del estudio. “Veinte años después del WHI, podemos decir que la evidencia sobre los beneficios de la terapia hormonal de la menopausia es aplastante, y es una herramienta que se ha negado a las mujeres durante mucho tiempo, por desconocimiento y temor de la sociedad y también por el temor de su indicación por parte de los profesionales de la salud”, explica la Dra. Desiree Trama. Pero la indicación de la terapia hormonal debe hacerla el médico y se realiza de forma específica en función de la sintomatología, antecedentes y hábitos de cada mujer.
  • Empieza un declive de la salud
    No tiene por qué ser así. De hecho, muchos problemas, como el mayor riesgo de desarrollar algunas patologías se deben a la edad y no a la menopausia. Mantenerse activa mental y físicamente, mejorar los hábitos dietéticos, hacer ejercicio de forma regular para cuidar la salud cardiovascular y frenar la pérdida de masa y fuerza muscular, no fumar, controlar el colesterol, la tensión arterial y los niveles de glucosa, hacerse las revisiones de control indicadas, cuidar la salud sexual y consultar al ginecólogo para buscar soluciones en caso de síntomas de sequedad vaginal u otros problemas que afecten a nuestro bienestar personal y relaciones sexuales es fundamental. También es importante cuidar el suelo pélvico y acudir a una especialista en fisioterapia si es preciso. A veces solo con ejercicios podemos notar una gran mejoría. En nuestro centro contamos con fisioterapeutas especializadas en suelo pélvico.

 

¿Qué diferencias hay entre perimenopausia, menopausia, postmenopausia y climaterio?

Se llama climaterio al periodo de transición paulatina del estado fértil al no reproductor. El término proviene del griego «climater», que significa peldaños o escalones. Se inicia cuando se produce una disminución progresiva de la función ovárica y se extiende aproximadamente desde los 35 a los 65 años, aunque varía en cada mujer. Se divide en tres fases:
Perimenopausia: etapa previa al cese de la menstruación. Aparecen alteraciones del ciclo y síntomas diversos a causa del progresivo descenso hormonal. Finaliza una vez tiene lugar el último período menstrual.
Menopausia: se caracteriza por el cese definitivo de la menstruación. Una mujer llega a la menopausia cuando ha pasado un año tras el último periodo menstrual. La edad media en España son 51 años, aunque oscila entre los 45 y los 55 años. Representa el final de la etapa reproductiva.
Postmenopausia: es la fase más larga y última del climaterio. Finaliza cuando una mujer entra en la etapa de la senilidad (a partir de los 65-70 años).