Si estáis pensando en ser mamás, el método de Recepción de Ovocitos de la Pareja (ROPA) es una buena elección: permite compartir la maternidad desde el primer momento, aumenta la complicidad en la pareja y supone un esfuerzo fisiológico repartido. Además, legalmente os concede los mismos derechos y deberes respecto al futuro bebé. Y sí, resulta un poco más caro que hacer una Fecundación in vitro convencional o una inseminación, pero las que lo eligen tienen claro que vale la pena, porque es una experiencia muy especial.

Con motivo del Día Internacional LGTBIQ que se celebra hoy, dedicamos el post de esta semana a ofrecer algunos consejos sobre esta técnica, con la ayuda de la Dra. Roser Solernou, especialista en Reproducción de nuestro centro.

Ante de tomar cualquier decisión, pedid una valoración de la reserva ovárica para las dos. Quizás ya tenéis claro quién quiere donar los óvulos y quién quiere quedarse embarazada. En general, si las dos sois menores 35 años es indiferente en cuanto a las probabilidades de éxito. Pero si las os acercáis a los 40 años, es fundamental conocer la reserva ovárica, ya que los óvulos pierden calidad con los años. La que presente una mejor reserva es en principio la mejor candidata para donar el óvulo. Para averiguarlo, basta con hacer un análisis de sangre y una ecografía transvaginal.

Pruebas médicas. Además de tener en cuenta la edad y la reserva ovárica, es importante valorar si hay enfermedades ginecológicas (miomas, endometriosis) y no ginecológicas que puedan hacer que resulte más difícil o esté contraindicado un embarazo, así como enfermedades hereditarias. Por ello, además de hacer una ecografía ginecológica es fundamental que las dos os hagáis una analítica general completa y un cariotipo (un estudio para confirmar que el número de cromosomas es el adecuado). También es necesario hacer una citología y, en función de la edad, una mamografía.

¿Vale la pena hacer un estudio cromosómico más amplio? Hay que valorarlo. Existen un tipo de enfermedades genéticas que pueden pasar desapercibidas. Se llaman enfermedades hereditarias de carácter recesivo porque solo se desarrollan cuando el bebé hereda la mutación genética que se asocia a esa enfermedad por parte de los dos progenitores. Es decir, si el embrión recibe una copia alterada por parte del óvulo, pero la copia que le llega del espermatozoide es normal, o viceversa podemos estar tranquilas, porque no desarrollará la enfermedad.  Pero si los dos tienen la mutación y se transmite, entonces sí. En nuestro centro recomendamos y llevamos a cabo un test específico (qCarrier test) para detectar este tipo de enfermedades, tanto en la paciente que va a donar el óvulo como en el donante de esperma, con el fin de garantizar que no existen problemas de compatibilidad genética entre ambos.

Si una de las dos tiene fobia a las agujas. Parece una tontería, pero es importante que lo tengáis en cuenta, porque para donar los óvulos hay que hacer un tratamiento de estimulación ovárica que requiere administrar la medicación a través de una inyección durante unos 12 días. Es muy fácil, y en la consulta os explicamos cómo hacerlo. De todos modos, si es algo que os supera, siempre podéis venir al centro para que os administren la medicación hasta que tengáis la confianza para hacerlo vosotras.

En Cataluña no es necesario estar casada. En España, esta técnica solo se practica en centros privados y siempre que las mujeres estén legalmente casadas. Pero Cataluña es una excepción, puesto que el Código Civil Catalán permite la ovodonación intrapareja sin estar casadas, aunque tendréis que acreditar la vecindad civil catalana.

Si os frena el coste del tratamiento: el ROPA es algo más caro y suele ser más largo que otros tratamientos porque requiere realizar pruebas médicas y una revisión ginecológica completa a ambas, así como otros chequeos médicos para comprobar el estado de salud. Además, hay que seguir un proceso de estimulación ovárica (a la que dona el óvulo), y otro de preparación del endometrio para la receptora para poder realizar la transferencia del embrión una vez fecundado. Pero la tasa de embarazo es más alta respecto a la de la inseminación.

Si no descartáis un hermanito/a: es importante obtener el mayor número posible de óvulos en el tratamiento de estimulación para aumentar las posibilidades de disponer de más embriones. Eso ahorra tener que realizar un nuevo tratamiento dentro de unos años. Y aunque con el estudio de la reserva ovárica podemos estimar cual va a ser la respuesta a la estimulación, hasta que no realicemos el proceso no sabremos de cuántos embriones extras disponemos y podemos congelar para el futuro.

Si os preocupa que el bebé se parezca más a una que a otra: el bebé va a heredar la carga genética y el fenotipo de la que done el óvulo (rasgos físicos, estatura, complexión). Pero el donante de semen se elige a partir de los rasgos fenotípicos de la que va a gestar el bebé, para que este pueda presentar rasgos fenotípicos de ambas.

Vida sana compartida: como las dos estáis directamente implicadas en todo el proceso, es necesario que ambas mantengáis también unos hábitos de vida saludable: comer bien, dormir al menos 7-8 horas diarias, hacer ejercicio de forma regular. Eso hará que os animéis mutuamente y que lleguéis al proceso en las mejores condiciones.

¿Es posible realizar un embarazo simultáneo?, ¿y gemelar?  El embarazo gemelar está siempre desaconsejado porque presenta un riesgo mayor de complicaciones, por lo que los médicos siempre recomendamos transferir un único embrión. Por otro lado, el embarazo simultaneo no está contraindicado, pero no se aconseja, ya que en el caso de que surjan complicaciones no podréis prestaros la misma atención y cuidados si las dos estáis embarazadas al mismo tiempo.  

Si os interesa ampliar la información, podéis pedir una primera visita para consultar todas las dudas. Va muy bien, porque también permite valorar mejor si esta técnica puede ser la más adecuada para vosotras y cuáles son las posibilidades de éxito en cada caso.