Si has decidido amamantar a tu bebé, es probable que tengas dudas sobre el riesgo de tomar algunos medicamentos. El mejor consejo es que preguntes a tu ginecólogo/a. En general, la mayoría de los que no requieren receta son prácticamente inofensivos, y los que se aplican sobre los ojos y la piel también. Pero hay excepciones, como los antihistamínicos, que están indicados en caso de alergias y suelen estar presentes en fármacos contra el resfriado y la tos, el mareo y los somníferos. Por ello siempre hay que leer el prospecto, y si se trata de plantas medicinales, consultar, ya que el hecho de que un producto sea “natural” no significa que sea inocuo.

En cuanto al resto de los fármacos, como requieren receta es importante que siempre informes al médico que te los prescribe que estás dando el pecho. También existe una web muy útil denominada e-lactancia.org, que puedes consultar. En este post la Dra. Sonia Martínez de nuestro centro ofrece algunas orientaciones generales sobre fármacos de uso frecuente. Pero recuerda que no debes tomar ningún medicamento sin consultar antes a un profesional.

Sí son compatibles

  • Paracetamol. Se excreta muy poco por la leche materna y la cantidad que puede recibir el bebé es mucho menor que la dosis usual pediátrica.
  • Ibuprofeno. En las dosis habituales no supone un riesgo y, como ocurre con el paracetamol, la cantidad que puede recibir el bebé es mucho menor que la dosis usual pediátrica.
  • Antibióticos. Prácticamente todos los de uso habitual son compatibles con la lactancia, aunque algunos pueden ser menos recomendables o estar contraindicados. Consulta siempre a un médico.
  • Hormonas: Casi todas las hormonas, incluidos los corticoides, la insulina y la tiroxina son compatibles con la lactancia; sólo hay que evitar los estrógenos, pues provocan disminución en la producción de leche. Si se han de usar anticonceptivos, los mejores son los mecánicos (preservativo, DIU) y las píldoras con progestágenos. Consulta a tu ginecóloga/o.
  • Fármacos antitiroideos. En general, el riesgo es bajo o muy bajo y no hay datos que avalen que el hipertiroidismo puede afectar la producción de leche o a la lactancia en general.
  • Fármacos para la migraña. La ergotamina se puede utilizar. La cantidad que pasa a través de la leche materna es muy baja, excepto en prematuros y en el periodo neonatal inmediato en los que puede haber mayor permeabilidad intestinal.

Si se toman, debe hacerse con precaución

  • Antihistamínicos: Algunos tienen un riesgo muy bajo y otros alto, así que siempre debes consultar a un médico.
  • Descongestionantes. Pueden disminuir el suministro de leche.
  • Antiinflamatorios. En general los AINEs más recetados en nuestro entorno son compatibles con la lactancia, como pueden ser: Dexketoprofeno, Diclofenaco y el ibuprofeno.
  • Antihipertensivos: Algunos se consideran compatibles con la lactancia, pero no todos.
  • Psicofármacos. Hay que consultar. Algunos pueden utilizarse durante el embarazo y la lactancia para tratar trastornos de ansiedad, depresión, insomnio y otras psicopatologías que pueden presentarse durante el periodo perinatal. En general se aconseja realizar tratamientos que permitan continuar con la lactancia, por los beneficios que esta aporta a la madre y al bebé.

Contraindicados

  • Sustancias radiactivas que se utilizan para procedimientos de diagnóstico. Hay que consultar siempre. En general tendremos que esperar unas horas a dar el pecho hasta que la sustancia no se encuentre en el torrente sanguíneo materno. 
  • Metamizol (Nolotil): Debe hacerse un uso puntual y limitado. Se ha encontrado riesgo incrementado de leucemia linfoblástica aguda en niños. 
  • Cloranfenicol (un antibiótico): aunque se excreta en leche materna en muy escasa cantidad, se han descrito efectos adversos en el lactante como rechazo a la alimentación, vómitos y distensión abdominal, sobre todo en los primeros días de vida. 
  • Antineoplásicos. Durante el tratamiento del cáncer hay que interrumpir la lactancia debido a los efectos secundarios potencialmente graves para el lactante. Pero la quimioterapia no afecta la producción de leche ni durante el tratamiento ni posteriormente.
  • Yodo. Sólo es compatible con la lactancia si se usa como suplemento nutricional, a dosis de microgramos y en el tratamiento estándar de madres con deficiencia de yodo, monitorizando con analíticas al lactante.

Café, tabaco y alcohol

Café. La cafeína no tiene efectos perjudiciales, pero puede aumentar la irritabilidad, sobre todo si tomas más de la cuenta, así que no es conveniente tomar más de 2 o 3 tazas al día.

Alcohol. La cantidad excretada en leche materna depende del tiempo que haya pasado de la toma de bebida alcohólica y la graduación de dicha bebida. Por lo tanto, si se toma, siempre ha de ser de forma esporádica y hay que tener en cuenta estos parámetros.

Tabaco. Afecta a la producción de leche y también a su composición. Se ha observado que en la leche de mujeres fumadoras hay mayores niveles de nicotina, cadmio, mercurio, plomo y otros metales pesados, y menores niveles de proteínas, vitaminas A, C y E y otros antioxidantes