Más del 50% de las personas que tienen un problema sexual tarda al menos un año en acudir a un especialista. Lo dicen las estadísticas, aunque es posible que este dato no te sorprenda, ya que, en general, creemos que estas cuestiones son más un problema personal que médico. Sin embargo, deben consultarse, ya que se pueden tratar. En este post, te explicamos qué problemas se tratan en la Unidad de sexualidad de Dexeus Mujer y cómo se pueden solucionar.

¿Por qué se creó esta Unidad?
Porque en las consultas de ginecología no se suele hablar de problemas de sexualidad, aunque sabemos que los hay, y que tienen un impacto importante en la autoestima y las relaciones de pareja. De hecho, gran parte de las mujeres que acuden a mi consulta vienen derivadas de otros médicos que han detectado el problema por casualidad.

Pero es normal que los pacientes no hablen de su vida sexual cuando van al médico, y que los médicos no hagan preguntas, ¿o no…?
Es una cuestión de confianza y de saber hacer las preguntas adecuadas. Si tu paciente ha dado a luz recientemente o se encuentra en la menopausia, es importante preguntarle si ha notado cambios en la lubricación o la sensibilidad. De hecho, hay algunos problemas que incluso los ginecólogos podemos detectar en las exploraciones.

¿Cómo cuáles…?
Si la paciente tiene contracturas en la zona vaginal, siente dolor al colocar el espéculo o se muestra muy sensible en las exploraciones, es muy posible que el coito le provoque dolor o que tenga vaginismo.

¿Qué consejos darías, a médicos y pacientes, para que estos problemas salgan a la luz?
A los médicos que cuando conversan con sus pacientes para recoger información, incluyan preguntas estándar que ayuden a detectar dificultades. Y a las pacientes que, ante cualquier duda, consulten. A veces con solo un par de consejos las cosas mejoran mucho. En cambio, retrasar un diagnóstico puede hacer que el problema se agrave, sin contar con el efecto negativo que, tanto a nivel personal como en las relaciones de pareja, comporta el hecho de arrastrarlos. Lo peor de un problema sexual es no contarlo.

¿Hablar de sexo sigue siendo un tabú?
Afortunadamente, ya no lo es. Cada vez se habla más abiertamente. Pero hay que crear un clima de empatía y confianza para que surja de forma natural. El problema más grave -y eso es lo que hay que solucionar- es el retraso en hacer un diagnóstico. Se calcula que más del 70% de las personas que tienen un problema sexual tarda al menos uno o dos años en pedir ayuda, y un 30% de estos problemas tardan 5 años, de media, en recibir un tratamiento.

Pero hay cuestiones que no se hablan porque no se sabe hasta qué punto un problema sexual es personal o médico
Sea lo que sea, siempre hay que consultarlo. Sea físico o psicológico, porque, además, este tipo de problemas tienen un impacto importante a nivel personal.

Pero ¿y si no hay nada funcional y es psicológico…?
Los derivamos a la consulta de Psicología. En nuestro centro tenemos una Unidad específica que puede ofrecer apoyo. De hecho, en la mayoría de los casos, la terapia psicosexual es la más efectiva.

¿Qué problemas son los que más se consultan?
El principal problema es el dolor en el momento de la penetración, a pesar de que la mayoría de las mujeres que lo tienen creen que solo les pasa a ellas. Supone un 35% de las consultas. Aunque probablemente ese porcentaje sea más alto, ya que no todas lo cuentan. Suele ser provocado por problemas de sequedad o atrofia vaginal. Otro muy frecuente es la falta de deseo, interés o excitación sexual (10-15% de las consultas). También, aunque en menor proporción, el vaginismo (contractura de la musculatura vaginal, que dificulta la penetración y la excitación, porque provoca dolor), dificultades para alcanzar el orgasmo, etc.

Los problemas sexuales no parecen fáciles de tratar ¿qué soluciones se pueden dar?
El tratamiento siempre es individualizado, y hay que conocer el origen del problema, la situación vital que atraviesa cada mujer y sus necesidades, así como su historial clínico. A partir de ahí se decide qué puede ser más útil. En general, el dolor en la penetración puede ser provocado por falta de lubricación o sequedad vaginal, debido a cambios hormonales asociados a la lactancia o la menopausia, alteraciones en el pH vaginal, afecciones de la piel, o falta de deseo por problemas psicológicos (ansiedad, estrés). También puede ser debido a un exceso de tono muscular (que provoca la contracción involuntaria de la vagina) o una disfunción que provoca hipersensibilidad (vulvodinia).

Y ¿qué se puede hacer?
Los problemas de lubricación pueden mejorar con el uso de geles y una mejor hidratación de la zona. Para el dolor, hay que conocer la causa. Si está asociado a una atrofia vaginal, por menopausia o fallo ovárico precoz, contamos con una Unidad especializada en Patología vulvar y también con una Unidad de Ginecología Regenerativa, que ofrece diversos tratamientos para mejorar la funcionalidad y el aspecto físico de los órganos sexuales. En caso de falta o exceso de tono muscular o pérdida de elasticidad, también puede ser útil hacer sesiones de fisioterapia. Hay que ir poco a poco y observar la evolución, que puede variar en función de cada caso.

¿Es cierto que con la menopausia disminuye el deseo?
En muchos casos sí, pero eso no significa que sea siempre así, o que haya que resignarse. La idea de que la menopausia supone un bajón en el tema del sexo es un mito que hay que desterrar. De hecho, a veces sucede lo contrario, porque ya no existe el riesgo de embarazo.

¿Qué otros ‘falsos mitos’ corren por ahí…?
Hay unos cuantos: que el sexo solo es sexo cuando hay coito o penetración, que no llegar al orgasmo de forma simultánea es un fracaso, o que la penetración debe provocar placer sexual. De hecho, se ha demostrado que más del 70% de las mujeres solo alcanzan el orgasmo con la estimulación directa o indirecta del clítoris.

En cuanto al embarazo y el parto: ¿qué problemas son los más frecuentes y qué consejos darías? La falta de deseo en los primeros meses de embarazo, porque se teme que pueda provocar un aborto, o el miedo a tener relaciones sexuales en los últimos meses, para no adelantar el parto. Son dos creencias muy extendidas. Pero, en realidad, se pueden mantener relaciones sexuales sin problemas durante todo el embarazo, a no ser que esté contraindicado. De todos modos, el tema del sexo durante el embarazo varía mucho. Hay mujeres que sienten menos deseo y otras más. También depende de cómo te encuentres, física y anímicamente.

¿La Unidad también atiende consultas para hacer un chequeo de infecciones de transmisión sexual (ITS) o facilitar contracepción de urgencia?
No es el principal objetivo, ya que en nuestro centro hay otras unidades especializadas en ITS, para mujeres y para hombres, pero si alguna paciente necesita contracepción de urgencia o quiere consultar alguna duda, pueden pedir visita, claro. De todos modos, si es un tema de anticonceptivos es mejor pedir consejo a tu ginecólogo/a, que es quien mejor conoce tu historial.

Y en caso de pacientes diagnosticadas de cáncer, ¿qué tipo de apoyo se ofrece?
Podemos ayudarles a recuperar el deseo y a ir normalizando su actividad y su vida sexual. Es un tema del que se habla poco y que es fundamental. En esos casos trabajamos en coordinación con la Unidad de Psicología, que cuenta con profesionales especializados en este tema.

Para acabar, ¿qué consejo puedes darnos para disfrutar más de la sexualidad?
El primero está claro: ante cualquier problema, consultar, consultar y consultar. Y como consejos:

  1. Dedica tiempo a tu vida sexual
  2. Dedica tiempo a tu relación de pareja (si la tienes)
  3. No posponer, ni los problemas ¡ni los placeres! Hay que estar atenta a cualquier irregularidad y dispuesta a disfrutar de la sexualidad

Recuerda que en Dexeus Mujer estamos para ayudarte y dar respuesta a todos los problemas relacionados con la sexualidad. En la Unidad de Sexualidad encontrarás la atención que necesitas. Si quieres solicitar una visita puedes hacerlo llamando al 93 227 47 27.