La reforma de la ley de Salud Sexual y Reproductiva, aprobada hace una semana, prevé la posibilidad de solicitar una baja temporal en los casos de reglas dolorosas e incapacitantes, lo que se ha llamado la “baja menstrual”. Se trata de una medida pionera en la Unión Europea que ha puesto sobre la mesa un problema real. Pero también ha sido objeto de crítica y debate, ya que preocupa que cree diferencias de género a nivel laboral que perjudiquen a las mujeres. Además, plantea dudas, porque el dolor tiene un componente subjetivo y muchas mujeres se preguntan: ¿cuándo se puede considerar incapacitante?, y ¿cómo se va a evaluar?, ¿la baja te la puede dar el médico de cabecera o es necesario contar con el informe de un especialista?

ACTUALIZACIÓN 1 de junio 2023:

A partir del 1 de junio de 2023, ya se puede solicitar la baja laboral por dolor menstrual incapacitante, por lo que las mujeres que tengan reglas muy dolorosas -previo diagnóstico de su médico de cabecera- ya pueden disfrutar de este nuevo derecho. La ley no determina la duración de esta prestación, que se considera temporal y dependerá de cada caso. Según la nueva normativa, se consideran motivos de baja situaciones en las que el dolor impida realizar la actividad diaria -técnicamente se denomina menstruación incapacitante secundaria o dismenorrea secundaria- e incluye los casos asociados a patologías como endometriosis, miomas, enfermedad inflamatoria pélvica, adenomiosis, pólipos endometriales, ovarios poliquísticos o dificultad en la salida de sangre menstrual de cualquier tipo.

La Sociedad Española de Obstetricia y Ginecología (SEGO) ya se ha pronunciado y considera que la medida es positiva siempre y cuando se realice dentro de un orden y ayude a que aumente la visibilidad social de este problema y, sobre todo, se consulte, porque un dolor de regla intenso o que impida hacer las actividades diarias nunca debe ser considerado algo “normal”. Además, puede ser un síntoma de problemas en el útero o en otros órganos pélvicos, como la presencia de miomas, enfermedades de transmisión sexual o patologías que a veces pueden pasar desapercibidas, como la endometriosis.

En este post, la Dra. Carlota Vilarrubí, ginecóloga de nuestro centro y especialista en endometriosis, explica por qué la regla puede provocar dolor, qué tipo de molestias son normales y cuáles no y cuándo es imprescindible consultar a un especialista.

Dolor de regla: ¿qué es normal y qué no?

Es normal sentir un cierto malestar y molestias en la parte baja del abdomen antes de que te venga la regla (el llamado síndrome premenstrual) y los dos primeros días del ciclo. A nivel emocional, puede ir acompañado de un ánimo más bajo, irritabilidad, dolor de cabeza, sensación de hinchazón y mayor sensibilidad o tensión mamaria.

La causa de ese malestar son las prostaglandinas, unas moléculas que hacen que el útero se contraiga para expulsar el revestimiento (el endometrio) que nuestro cuerpo prepara cada mes para acoger el embrión en el caso de que el óvulo resulte fecundado. Las prostaglandinas también pueden provocar náuseas o diarrea.

No es normal sentir un dolor agudo o intermitente, que dura más días de la cuenta o impide realizar vida normal. En esos casos siempre debe ser consultado. Los médicos lo denominan dismenorrea, y hay diversos grados. En algunos casos se acompaña de náuseas, vómitos, dolor de espalda y/o en las piernas.


¿Por qué la regla provoca más dolor a algunas mujeres?

Las diferencias se producen porque el ciclo menstrual está regulado por las hormonas, cuyo funcionamiento puede verse alterado por diversas causas. Además, existen factores genéticos, de estilo de vida y externos -como la toma de anticonceptivos o de algunos medicamentos de acción anticoagulante- que pueden influir en su regularidad, la cantidad de flujo o el dolor que provoca. Otro factor que cuenta es la edad, ya que las primeras reglas pueden presentarse de forma más irregular o ser más abundantes debido a la inmadurez del sistema hormonal. Asimismo, a lo largo de la vida también se pueden producir cambios hormonales que alteren nuestro patrón habitual, sobre todo tras la maternidad o durante los años previos a la menopausia.

¿Cuándo se puede considerar “incapacitante”, y, por tanto, puede ser motivo de baja laboral?

La menstruación es un proceso natural, y, como ya hemos comentado antes, puede generar algunas molestias durante unos días. Pero todo lo que se salga de este planteamiento y que impida a cualquier mujer desarrollar las actividades que habitualmente realiza -a nivel laboral, social o físico- es algo fuera de lo normal y, por lo tanto, debe ser motivo de consulta y de atención médica. De hecho, el dolor de regla es una de las causas principales de absentismo en el ámbito laboral y académico en mujeres jóvenes, especialmente entre los 20 y los 30 años. Lo mejor en estos casos es ir al ginecólogo/a para que pueda estudiar el origen y detectar o descartar posibles patologías. A partir de ahí, podemos pedir una valoración y solicitar una baja temporal en los casos que sea necesario. Lo más importante es que este problema no se siga ocultando y que se pida ayuda para poder tratarlo y, si es posible, solucionarlo, o como mínimo que las mujeres afectadas ganen en salud y en calidad de vida.

Situaciones que no debes pasar por alto

Si el dolor se presenta fuera de los días del ciclo o va acompañado de alguno de los síntomas que detallamos a continuación, es importante no retrasar la consulta, ya que requieren una atención médica más inmediata:

  • Un aumento de flujo vaginal o flujo vaginal de mal olor
  • Fiebre y dolor pélvico
  • Dolor repentino o intenso, especialmente si la regla se retrasa más de una semana y has tenido relaciones sexuales
  • Los tratamientos indicados no alivian el dolor tras 3 meses
  • Te han colocado un DIU hace más de 3 meses y el dolor se mantiene
  • Tienes coágulos de sangre u otros síntomas además de dolor
  • Tus reglas son anormalmente largas
  • El dolor se presenta fuera del período de la menstruación o se mantiene cuando esta finaliza