La vacunación de COVID-19 y lactancia materna debe ser contemplado en nuestra sociedad en el contexto actual de la pandemia. Desde el comienzo del proceso de vacunación frente a la COVID-19 a finales de diciembre de 2020, han surgido algunas dudas respecto a a su compatibilidad con la lactancia materna. El motivo de todas estas dudas es la ausencia de evidencia al respecto ya que no se han incluido madres lactantes en los ensayos clínicos previos a la comercialización de las vacunas.

Esta circunstancia está generando mucha controversia a la hora de considerar la vacunación en madres que están dando el pecho, por lo que en este post, vamos a intentar aclarar algunas dudas.

En general, la administración de vacunas atenuadas e inactivadas en madres que amamantan son compatibles y seguras para la propia madre, la lactancia y el bebé. Además parece que los anticuerpos producidos por la madre tienen la capacidad de proteger al bebé. Las vacunas con virus vivos no se recomiendan en la embarazada y la lactancia. Las vacunas autorizadas en España contra la COVID-19 hasta el momento son vacunas basadas en RNAm, que no contienen virus vivos, por lo que no tienen capacidad infectiva. Esto las hace seguras para la lactancia y por ello no suponen riesgos relevantes.

Organizaciones y asociaciones científicas internacionales y nacionales (OMS –Organización Mundial de la Salud, el CDC –Center of Disease Control de EEUU, NHS –National Health Service de Gran Bretaña, ACOG –American College of Obstetricians and Gynecologists, la ABM-Academy of Breastfeeding Medicine, el Ministerio de Sanidad de España, APILAM en su web e-lactancia o el CAV –Comité Asesor de Vacunas de la asociación española de Pediatríano desaconsejan su utilización en madres lactantes y recogen que, en aquellas que está indicada por pertenecer a grupos de riesgo, se deben utilizar tras informar adecuadamente a las pacientes.

De hecho, todas estas mismas sociedades están de acuerdo en que las  madres con enfermedad por coronavirus que amamantan no deben suspender la lactancia.

También creemos que es importante recalcar a las madres, que no existe ninguna justificación para  suspender la lactancia materna para administrar la vacuna, debido a los beneficios potenciales que supone la lactancia materna tanto para la madre como para el bebé.

En resumen: la vacunación frente a la COVID-19 en madres que amamantan es compatible y segura. Así pues, a las mujeres que pertenezcan a grupos de riesgo susceptibles de recibir la vacuna se les debe ofrecer sin restricciones y deben tener la posibilidad de tomar una decisión informada.