En los últimos cinco años, las infecciones de transmisión sexual (ITS) han crecido significativamente entre los jóvenes, especialmente en los menores de 25 años. El motivo es que hay mucho desconocimiento sobre cuáles son las más frecuentes, cómo se transmiten y qué riesgos comportan. Se ha perdido el miedo y no siempre se usa el preservativo. También ha cambiado la mentalidad: hay mayor apertura sexual, se empieza antes a tener relaciones y se tienen más parejas sexuales. Además, muchas ITS no dan síntomas, por lo que en muchos casos ni siquiera se es consciente del contagio. De hecho, los expertos aseguran que hay incluso muchos más casos de los que se detectan.

Clamidias y gonorrea son algunas de las más frecuentes. Pero la ITS más común es la infección por el Virus del Papiloma humano (VPH). Se calcula que entre el 85%-90 de la población sexualmente activa se infectará en algún momento de su vida. Al ser una infección vírica, no hay tratamiento contra el VPH. Nuestras defensas combaten la infección de forma natural. Sin embargo, en algunos casos puede mantenerse y provocar lesiones y estas lesiones, si no se controlan, pueden favorecer el desarrollo de un cáncer. De hecho, casi el 100% de los casos de cáncer de cuello de útero, así como la mayoría de los que afectan al área anogenital, y un 70% de los cánceres de la cavidad oral y la faringe en ambos sexos son de origen vírico y están relacionados con esta infección. En España, cada año se diagnostica un cáncer de útero a más de 2.000 mujeres.

Por este motivo, la vacuna contra el VPH forma parte del calendario oficial de vacunación y desde el año 2007 se vacuna en las escuelas a las niñas de 11-12 años que cursan 6º de primaria. Ahora, y desde el curso 2023-2024, se vacuna también a los chicos de 6º de primaria. El Departament de Salut de Cataluña decidió poner en marcha esta medida pionera en España, a la que se han sumado otras comunidades autónomas, con el objetivo de proteger contra la infección del VPH tanto a los niños como a las niñas y garantizar así la equidad entre ambos sexos, siguiendo las recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría y la Comisión Europea. Si tienes hijos preadolescentes o adolescentes de entre 13 y 17 años que no se han podido vacunar, ahora puedes hacerlo. Puedes preguntar en los centros de atención primaria o a tu pediatra. Si tu hijo tiene menos de 15 años solo necesitará dos dosis. La vacuna se administra hasta los 14 años (inclusive) por vía intramuscular con una pauta de dos dosis y un intervalo recomendado de 6 meses (mínimo de 5 meses). A partir de los 15 años, la pauta consta de 3 dosis, el médico te indicará el intervalo.

En Dexeus Mujer también facilitamos la vacunación a los chicos, jóvenes y hombres adultos, ya que contamos con una Unidad especializada en Salud Sexual del Varón. Para vacunarse en nuestro centro se necesita la receta de la vacuna, que debe prescribirla un médico, y pedir hora para su aplicación. “Pero, además de aplicarla, es muy importante informar a los chicos preadolescentes y a los jóvenes de qué protección les confiere esta vacuna, cómo pueden protegerse frente a las ITS, qué riesgos comporta contraer una infección de transmisión sexual, y advertirles de que deben seguir utilizando el preservativo en sus relaciones para evitar el contagio de ITS en general”, explica el Dr. Álvaro Vives, andrólogo y responsable de la Unidad de Salud del Varón de Dexeus Mujer. “Los expertos también recomendamos su aplicación de manera preventiva a los jóvenes mayores de edad y hombres adultos que tienen múltiples relaciones sexuales o que han cambiado de pareja recientemente, ya que es un colectivo que no ha recibido la vacuna y habitualmente no suele acudir a un especialista en salud sexual si no tiene patología o hasta que no detecta algún síntoma”, añade el Dr. Vives.

En cuanto a la población femenina, existen dos periodos de mayor incidencia de infección por VPH: en el inicio de las relaciones sexuales en el grupo de jóvenes entre 18 y 25 años. En este grupo aunque la prevalencia es más alta, también lo es posibilidad de eliminar el virus. El segundo es alrededor de los años de la perimenopausia (45 a 55 años). Probablemente los cambios hormonales de este período, así como mayor un mayor numero de mujeres no vacunadas pueden ser responsables de una mayor incidencia de infecciones en este grupo. explica el Dr. Aaron Cohen, Ginecólogo y especialista en Patología cervical y Vacunación contra el VPH de Dexeus Mujer,

Respuestas a dudas frecuentes

¿Cómo se transmite exactamente? Cualquier práctica sexual puede favorecer el contagio, no es necesaria la penetración. La infección por VPH puede transmitirse por cualquier contacto directo piel con piel o piel con mucosa y se localiza frecuentemente en dedos, manos, boca y genitales. Esto significa que el VPH también se puede transmitir a través de relaciones sexuales orales u otro tipo de contacto directo con la zona genital o anal durante cualquier tipo de actividad sexual. “La vía que más favorece la infección para el VPH es la penetración (el preservativo confiere un 80% de protección). La segunda es el sexo oral. La vía de menor riesgo es por contacto físico, durante los preliminares o el juego sexual”, añade el Dr. Cohen.

¿Hay factores que incrementan el riesgo? Hay algunos factores y hábitos que incrementan el riesgo del desarrollo de lesiones VPH persistentes, como el tabaquismo, iniciarse precozmente en las relaciones sexuales, tener múltiples parejas sexuales, la inmunodeficiencia, no usar la protección ni seguir un control ginecológico correcto.

¿Se puede detectar en las revisiones ginecológicas rutinarias? En general, el diagnóstico de infección por VPH es más frecuente en las mujeres, porque van de forma más regular al ginecólogo y se hacen revisiones. En la citología se puede detectar si hay alteración que sugiera una posible infección por VPH, pero para confirmar el diagnóstico hay que hacer una prueba específica (PCR -HPV).

¿Qué eficacia tiene la vacuna? La vacuna contra el VPH protege de forma muy efectiva contra la infección VPH de los tipos incluidos en la vacuna en mujeres y hombres que no han tenido infección previamente. Por eso es muy importante aplicarlas antes del inicio de las relaciones sexuales (99% de eficacia para prevenir la infección). Además, ayuda a prevenir el desarrollo de lesiones precancerosas y cáncer no solo en el cuello de útero sino también en ano y orofaringe (en ambos sexos), vulva, vagina y pene. También protege contra la aparición de verrugas ano genitales y papilomatosis respiratoria (una afección que afecta a la laringe y las cuerdas vocales) recurrente en ambos sexos.

Recuerda: es fundamental aumentar las medidas de prevención y protección, así como realizar controles ginecológicos y pruebas de cribado para la detección precoz de lesiones precancerosas y cancerosas. El cribado y la revisión deben mantenerse para pacientes vacunadas y no vacunadas.

 

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