Si tienes hijas de entre 14 y 17 años, es importante que estés atenta para detectar si les preocupa algún tema relacionado con su salud ginecológica o sexual. Seguramente no te van a contar nada. Pero puedes adelantarte y facilitarles información para que sepan dónde acudir si en algún momento quieren hacer alguna consulta, y también que a partir de los 16 pueden ir solas a visitarse.

En Dexeus Mujer contamos con una Unidad específica de Ginecología de la Infancia y la Adolescencia. Pero, además, hemos puesto en marcha un nuevo espacio dedicado de forma exclusiva a la salud ginecológica de mujeres jóvenes, de entre 16 y 25 años. Se denomina DXS Life y cuenta con un equipo especializado de ginecólogas, también jóvenes (la media de edad son 35 años), para que puedan empatizar con ellas más fácilmente. Además, DXS Life cuenta con su propio perfil en IG, que pueden seguir con la seguridad de que se trata de una fuente informativa de calidad.

En general, «sexualidad, anticonceptivos, riesgo de embarazo, irregularidades menstruales o infecciones de transmisión sexual son algunos de los temas que que a esta edad más les pueden interesar», explica la Dra. Elena Moretti, que forma parte tanto de la Unidad de la Infancia y la Adolescencia de Dexeus Mujer como del equipo de DXS. En este post indica cuáles son los motivos por los que las chicas jóvenes acuden a una consulta ginecológica y, también, en qué situaciones o ante qué síntomas deberían hacerlo.

  1. Trastornos menstruales. Es el principal motivo de consulta a esta edad. Incluye todo tipo de problemas: dolor de regla, sangrado abundante o que dura muchos días, ciclos irregulares… Es verdad que, en la peripubertad, que va desde los 10-11 años hasta los 15-16, el ciclo aún no está bien regulado y es posible que en algunos meses no venga la regla o que los ovarios produzcan más andrógenos. Por ello es frecuente también tener acné, piel más grasa, algo de vello… Pero se ha de valorar de forma individualizada y también es aconsejable no quitarle importancia y visitar en paralelo a una dermatóloga, para que pueda indicarle algún tratamiento.
  2. Asesoramiento sobre anticonceptivos. Aunque, como madres, nos cueste aceptarlo, las jóvenes cada vez tienen relaciones sexuales a edades más tempranas. Así que es importante que estén bien informadas, para que tomen las medidas de protección adecuadas, tanto frente a Infecciones de transmisión sexual como riesgo de embarazo. El preservativo es el único método que puede asegurar estas dos funciones.
  3. Dudas sobre la anticoncepción hormonal. El uso de anticonceptivos hormonales es algo que no suelen pedir porque, en general, “tienen mala prensa entre la gente joven, les parece algo malo porque la información que les llega está distorsionada”, explica la Dra. Moretti. Hay una cierta reticencia. Creen que provoca aumento de peso y depresión o cambios de humor. Pero es un mito. Es importante explicarles que los anticonceptivos actuales tienen una composición muy parecida a las hormonas naturales y se toleran muy bien. Además de proteger frente al riesgo de embarazo, ayudan a regular los problemas de acné, el dolor menstrual y pueden ser necesarios en caso de diagnóstico de síndrome del ovario poliquístico -que no es lo mismo que ovario poliquístico- o endometriosis, por lo que es importante ofrecerles información de calidad.
  4. Cambios en el flujo. Cualquier cosa que sea inhabitual: color, cantidad, olor, debe consultarse. Pueden ser un síntoma de infección vaginal, incluso una ITS (infección de transmisión sexual).
  5. Ardor, dolor al orinar: Suelen ser síntomas de infección urinaria, pero también de una ITS.
  6. Molestias, dolor pélvico. Pueden ser síntomas de una infección vaginal o de una infección de transmisión sexual. En nuestro centro ofrecemos a todas las mujeres jóvenes hacer un test de clamidias y de gonorrea, que son ITS frecuentes entre los jóvenes. Se pueden tratar con antibióticos, Es importante detectarlas para que no se expandan y puedan provocar otros problemas de salud que afecten al sistema reproductivo.
  7. Verrugas o síntomas de alguna patología localizada: pueden ser un síntoma de ITS, hay que valorarlo.
  8. Dolor con la penetración. Es un problema más frecuente de lo que parece. Se tiene idealizado y los modelos que ven (pornografía y sexo rápido) no ayudan. Si no hay excitación previa, deseo y lubricación adecuada puede provocar dolor. También es posible que haya una causa física como contracturas u otros problemas que deben tratarse: vaginismo, infecciones (vaginitis, cistitis, herpes), una mala experiencia sexual previa, problemas orgánicos… En resumen: que duela no es normal y siempre hay que consultar
  9. Petición de anticoncepción de urgencia o píldora del día después. Ahora ya se puede adquirir de forma gratuita en las farmacias o solicitarse en los centros de atención primaria o, en Cataluña, los CJAS (Centre Jove d’Atenció a les Sexualitats), pero es posible que les dé vergüenza o se sientan juzgadas. Por ello es preferible que, independientemente, tengan una ginecóloga o ginecólogo de referencia. Sobre este tema es importante concienciarles de que debe ser siempre el último recurso, y no porque sea perjudicial para la salud, sino porque no actúa ni se puede utilizar como un método anticonceptivo de uso regular.