Si nunca te has hecho esta pregunta, pues genial. Pero si piensas que tu vulva tiene alguna irregularidad, no creas que puede ser algo anormal. Al igual que los pechos, la forma de los ojos o el color de los pezones, las vulvas pueden ser muy distintas. Cada vulva es única y específica para cada persona, así que no existe necesariamente una forma «normal» o estándar, pero predomina la idea de que debe ser pequeña, de color rosado, y con unos labios internos discretos y bien resguardados bajo los labios externos. Esa imagen, que se asocia a la vulva «perfecta», ha creado muchos complejos y ha hecho que algunas mujeres recurran a intervenciones de estética para embellecer su apariencia.

Para combatir esa idea, se han levantado muchas voces que precisamente quieren reivindicar la variedad de esa parte de la anatomía femenina y romper tabús, falsas creencias y prejuicios. Una de las más conocidas es @the.vulva.gallery, un perfil de Instagram creado por la ilustradora holandesa Hilde Atalanta, cuyo objetivo es mostrar o “celebrar” -como ella indica de forma explícita en su perfil – la diversidad de esta parte de la anatomía femenina. La cuenta tiene 780.000 seguidores y recoge más de 1.300 ilustraciones distintas, que la autora ha realizado a partir de fotografías reales, y no es la única iniciativa de este tipo. De hecho, la revista VOGUE dedicó un artículo a mostrar el trabajo de muchas artistas que a través de su perfiles reivindican la presencia y el conocimiento en detalle de este órgano femenino: @thisisavulva, @joelizaharrison, @naqvi_sarah, @curatedbygirls, @gab.lissot… “Para ellas, es una forma de luchar contra estigmas del pasado en torno a la sexualidad femenina”, comentaba la autora.

Todas ellas muestran que la realidad es muy distinta: hay mujeres que tienen los labios interiores más largos que los exteriores, asimetrías entre ellos o variaciones en el color de la piel y las mucosas que pueden ir desde el marrón oscuro al rosa. Los labios internos también pueden sobresalir sobre los externos, y los pliegues de la piel que recubren la vulva a veces son gruesos y otras son finos, por lo que los labios externos o interiores pueden quedar al descubierto y estar más o menos expuestos al exterior, al igual que el clítoris, que puede sobresalir o quedar casi oculto. También es frecuente que los labios internos sean más oscuros o tengan un tono diferente al de los externos, y todas esas posibilidades entran dentro de lo que se considera normal y natural. No obstante, tanto si te preocupa el aspecto estético como si tienes alguna irregularidad que te provoca molestias o alguna disfunción sexual, es importante que consultes a un ginecólogo/a.

Además de reivindicar la variedad, esas cuentas también muestran el desconocimiento que, en general, muchas mujeres tienen de su propio cuerpo. En nuestro blog publicamos un post dedicado a este tema “en el que la fisioterapeuta Mónica Mallafré, que trabaja en la Unidad de Fisioterapia del Suelo Pélvico de Dexeus Mujer, explicaba que muchas de las mujeres que acuden a su consulta confiesan que nunca han visto su vulva ni han observado cómo son sus genitales, algo que ella recomienda hacer con espejo en mano: “todas las mujeres deberían hacerlo a lo largo de las diferentes etapas de su vida, y especialmente en la juventud, antes de colocarse un tampón o una copa menstrual o tener las primeras relaciones sexuales con penetración, para conocer mejor su propio cuerpo y sus zonas erógenas, igual que estimularse”, indicaba.

De hecho, es un problema que se arrastra desde hace tiempo, porque falta una buena educación sexual e información verdaderamente útil. “Hay mujeres que en sus primeras relaciones sexuales o al ponerse el primer tampón sienten dolor o sangran y creen que es algo normal, pero no lo es. Un tampón mal colocado o una mala primera experiencia sexual puede desencadenar un vaginismo (contractura involuntaria de la musculatura vaginal), que, si no se explica y se trata puede comportar disfunciones que podrían haberse evitado con una buena educación sexual y un mejor autoconocimiento previo”, explicaba.

Por otro lado, durante la menopausia también se experimentan cambios: los labios se adelgazan y se pierde hidratación y volumen, lo que puede favorecer las infecciones vaginales y también la aparición de dolor durante la penetración, por la sequedad vaginal que provoca el descenso de estrógenos. Por ello es fundamental consultar cualquier problema y realizar revisiones ginecológicas regulares.

Por suerte, las cosas están cambiando, la sexualidad femenina está de moda y la apertura mental y social en este ámbito está ayudando a normalizar y naturalizar muchos aspectos relacionados con la mujer, su cuerpo y su sexualidad, así como a visibilizar temas de los que, hasta hace muy poco, apenas se hablaba en público, como los tabús que aun rodean a la menstruación, el vaginismo, las secuelas físicas que comporta el embarazo, los abortos silenciados, el duelo perinatal…  Son temas que interesan mucho y a muchas mujeres, pero que apenas se comentan, ni siquiera en las consultas de ginecología. Sin embargo, es fundamental que se hable de ellos y que se consulte, porque influyen en nuestro bienestar físico y emocional y también en nuestra salud y calidad de vida.