Consejos prácticos para equipar tu neceser y el botiquín

¿Planeando las vacaciones…? Este verano van a ser un poco diferentes para todos, y es probable que, dada la situación actual, todavía no hayas decidido dónde ir. Pero hay que animarse y hacer alguna escapada para cambiar de aire y disfrutar de la naturaleza. ¡Este año lo necesitamos más que nunca!

Si es tu primer verano embarazada, te aconsejamos que busques un destino cómodo, bien comunicado y con servicios médicos próximos, por si necesitas hacer alguna consulta, y si ya has cumplido los siete meses, lleva contigo toda la documentación sobre la evolución del embarazo (informes, análisis, pruebas médicas, etc.) por si el parto se adelanta o surge cualquier imprevisto. Seguramente no será así, pero estarás mucho más tranquila.

Más cosas: si tu destino requiere coger algún vuelo, recuerda que a partir de la semana 36 de gestación (32 si es múltiple y sin complicaciones) la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) recomienda no volar. Además, la mayoría de las compañías piden un certificado o autorización médica a partir de la semana 28. La recomendación de no volar se debe a que la compañía no quiere que te pongas de parto en pleno vuelo y que tengan que desviarse para atenderte.

En cuanto a preparar tu neceser, puede que te parezca algo sencillo, pero al estar embarazada hay que dedicarle algo más de tiempo, porque además de los “básicos”, como gel de ducha, champú, acondicionador, etc., es importante que incluyas algunos productos “extra”. Asimismo, es fundamental un botiquín de viaje para cubrir emergencias. En este post te apuntamos algunas ideas prácticas para equiparlo, siguiendo las recomendaciones del Dr. Alberto R. Melcón, jefe del Servicio de Obstetricia de nuestro centro.

En el neceser

Si vuelas y no vas a facturar, recuerda que no puedes llevar envases que superen los 100 ml. A los básicos de higiene personal, hay que añadir:

  • Crema anti-estrías. Ayuda a mantener la elasticidad de la piel y a prevenir las estrías que se pueden formar por el aumento progresivo del volumen, sobre todo en la zona del pecho, abdomen, caderas y muslos. Escoge siempre un producto de venta en farmacia.
  • Hidratante corporal y facial. Puede que para ti ya sean dos must, pero en verano las hidratantes son imprescindibles, porque la piel está mucho más expuesta al aire libre y a las radiaciones solares, así como al cloro y a la sal del mar, que la resecan. Busca un producto específico para el embarazo, de textura fluida, con pocos aditivos y un perfume neutro o suave.
  • Crema solar con un índice protector de 50, anti radiaciones ultravioleta UVA y UVB, que ayuda a prevenir tanto las quemaduras solares en la capa externa de la piel como los efectos dañinos de las radiaciones solares en el interior de la epidermis. Recuerda que un factor más alto no impide el bronceado, sino que permite estar un mayor tiempo de exposición manteniendo la protección. Evita las horas en que la radiación es más intensa: de 12:00 a 16:00 h.
  • Un producto after-sun hidratante y refrescante, para aplicarte tras la ducha y la exposición solar, aunque no te hayas quemado.
  • Dentífrico para encías sensibles. Durante el embarazo, hay una mayor predisposición a que se inflamen o sangren, así que compra un producto que las proteja y procura que el cepillo dental sea suave también.
  • Compresas y salvaslips, por si tuvieras alguna pérdida. Diariamente no hay que usar salvaslip, ya que retiene la humedad y con el calor puede favorecer las infecciones.
  • Spray efecto bruma refrescante: otro plus que va muy bien tener a mano cuando el calor aprieta. Escoge un producto de venta en farmacia o cosmético de calidad y de aroma suave. Evita el contacto directo con mucosas y/o heridas.
  • Gel hidroalcohólico: ya se ha convertido en un producto imprescindible, que conviene tener a mano. Lleva siempre uno en el bolso y un par más de repuesto en el neceser.
  • Bolsas pequeñas de plástico de cierre hermético o tipo zip: van muy bien para guardar las mascarillas de forma higiénica y segura mientras estás dentro del coche, en la playa o cuando vas a comer o a tomar algo.

Botiquín de emergencia

Al igual que antes, a los básicos (alcohol, gasas, tiritas, termómetro, suero fisiológico nasal y oftámico, etc.) conviene añadir algunos fármacos que puedes necesitar y que están permitidos durante el embarazo. Recuerda que no se aconseja utilizar yodo como desinfectante (tipo Betadine) durante el embarazo.

  • Suplementos de ácido fólico: es una vitamina imprescindible para evitar defectos congénitos, y debe tomarse durante los tres primeros meses de embarazo.
  • Medicamentos antináuseas: el Cariban es uno de los más utilizados, pero consulta a tu ginecólogo/a antes de empezar a tomarlo.
  • Para la acidez. Como el bebé presiona la zona del estómago, es posible que tengas reflujo y sientas ardor o acidez tras las comidas. Habitualmente se suele prescribir Almax o Pantoprazol, pero lo mejor es que lo consultes previamente a tu ginecólogo/a.
  • Analgésicos y antitérmicos. El paracetamol es el más recomendable, pero no conviene abusar ni automedicarse. Si tienes fiebre o dolor de cabeza, ves al médico. En cualquier caso, nunca debes tomar aspirina sin indicación médica.
  • En caso de descomposición, más que tomar un medicamento, se aconseja hacer una dieta suave y evitar la fruta, los lácteos y los alimentos ricos en fibra durante al menos un par de días hasta que la situación se normalice. Si persiste, acude al médico.
  • Para el estreñimiento. Lo mejor es hidratarte bien: bebe de 1,5 a 2 litros de agua al día, y toma entre 30-40 g de copos de avena integral en tu desayuno diario. No obstante, hay laxantes que pueden tomarse como el Duphalac, el Plantaben o el Femlax.
  • Para las hemorroides: hay algunas pomadas como el Ruscus o Hemorrane que, aunque tienen cortisona, al ser de aplicación local (uso tópico) no están contraindicadas. Consulta a tu ginecólogo/a si no mejoras con estos tratamientos.
  • Repelente de mosquitos. Consulta en la farmacia cuál puede ser el más indicado para ti, y tenlo siempre a mano si eres propensa a las picaduras.

¡Esperamos que estos consejos te resulten útiles! Y si tienes alguna duda, consulta a nuestro equipo médico o déjanos un comentario.