La respuesta es no, y las causas pueden ser muchas, pero ¡tranquila!, porque en la mayoría de los casos se debe a un desajuste funcional y suele ser algo temporal. Aunque no por eso hay que pasarlo por alto, ya que un sangrado menstrual excesivo puede indicar la existencia de algún problema de salud. Pero vayamos por partes: ante todo, hay que aclarar qué se considera “excesivo”, ya que siempre existe un punto subjetivo de valoración personal: todas tenemos la típica amiga que necesita cambiarse cada dos horas de tampón o compresa porque dice que tiene mucha cantidad, o tal vez un mes nos baja un poco más, y no por eso hay que asustarse.

Según explica la Dra. Núria Parera, ginecóloga de nuestro centro y responsable de la Unidad de Ginecología de la Infancia y la Adolescencia, se considera un sangrado menstrual excesivo aquel que “dura más de 8 días, se presenta en intervalos de menos de 20 días o hace que empapemos más de 6 compresas o tampones al día”. Si usas la copa, depende del tamaño que tenga esta y también de la frecuencia con la que suelas vaciarla. Pero, en general, una pérdida de más de 80 ml al día es excesiva. De todos modos, a través de un análisis de sangre se puede valorar si esa pérdida es tolerable o no.

En todos los casos, y más si se cumplen dos o más de estas tres situaciones, debes pedir visita con tu ginecóloga/o, para que compruebe que todo está bien y pueda hacer una valoración, ya que hay que descartar la presencia de anemia o la existencia de algún problema orgánico, como puede ser la presencia de un mioma, un pólipo endometrial u otras enfermedades ginecológicas o no ginecológicas.

En este post, te indicamos, de forma resumida, cuáles son las causas más frecuentes y qué tratamientos se suelen aplicar en cada caso.

– Desajustes funcionales. Son la causa más común y suelen ser frecuentes en la adolescencia durante los primeros dos o tres años en que se tiene la regla. En esta etapa es normal tener reglas más abundantes (o, al revés, meses en los que no te venga la regla) debido a una inmadurez del sistema hormonal. En algunos casos, y siempre bajo prescripción médica, puede ser necesario recurrir a los anticonceptivos o tomar suplementos de hierro.

– Perimenopausia. En los últimos años de la regla, cuando se aproxima la menopausia, también pueden producirse desajustes funcionales que pueden provocar cambios en el flujo menstrual: habitualmente, las reglas son más escasas, en cuanto a la cantidad de sangre que se pierde, y más cortas, en su duración. Pero también puede ocurrir lo contrario: es decir, que estés varios meses sin que te venga la regla y, de pronto, cuando menos lo esperas -la ley de Murphy se cumple-, tener una menstruación muy copiosa, o varias sucesivas, en un intervalo corto de tiempo. En este caso, también es importante informar a tu ginecóloga/o, para que confirme si la causa es funcional.

– Miomas o pólipos. Los miomas son tumoraciones benignas, que pueden aparecer en la cavidad uterina y provocar pérdidas de sangre coincidiendo o no con la menstruación. Solo se extirpan cuando son muy grandes, provocan molestias o crecen mucho en muy poco tiempo. Hay fármacos que ayudan a controlar el sangrado. Los pólipos también suelen ser benignos y pueden provocar sangrado vaginal, pero suelen ser mucho más pequeños que los miomas (en general, no sobrepasan los 3 cm). En general son más frecuentes entre los 35 y los 50 años, de media. En nuestra web tienes más información sobre los miomas y pólipos.

– Endometriosis. Es una patología que requiere atención médica, ya que además de un sangrado excesivo, puede provocar otros problemas como dolor menstrual, dolor con las relaciones sexuales y/o comprometer la fertilidad. En nuestro centro contamos con una Unidad de Endometriosis y ginecólogos especializados en el diagnóstico y tratamiento de esta patología.

– Anticonceptivos. Seguro que has oído decir que el uso del dispositivo intrauterino (DIU) de cobre puede provocar reglas más abundantes, y es verdad, aunque no ocurre en todos los casos. También durante los primeros meses de uso de algunos anticonceptivos hormonales es posible que el flujo menstrual aumente. Si es tu caso, debes informar a tu ginecólogo/a y, si no cede con el tiempo, es posible que sea necesario buscar un método alternativo. En los últimos años también disponemos de los DIUs hormonales, que ayudan a solventar el problema de las reglas abundantes debidas al DIU convencional.

– Medicamentos. Ciertos medicamentos, como el ácido acetilsalicílico y los de acción anticoagulante pueden provocar cambios en el flujo menstrual. Informa a tu ginecólogo.

Otras causas

Otras causas que pueden provocar sangrado no relacionadas con la menstruación:

  • Complicaciones del embarazo: un embarazo ectópico o un aborto pueden provocar un sangrado abundante. En estos casos es fundamental acudir a un centro hospitalario lo antes posible.
  • Trastornos de la coagulación. La causa puede ser alteraciones en las plaquetas o a enfermedades genéticas o heredadas.
  • Enfermedades generales: algunas infecciones, enfermedades que afectan al sistema endocrino (como el tiroides), cáncer, trastornos renales o algunas intolerancias alimentarias (gluten, lactosa).
  • Traumatismos por accidentes o lesiones.

Si tienes problemas con la regla o quieres revolver alguna duda, puedes pedir cita en nuestro centro.