Anticonceptivos y fertilidad: verdades y mitos

Hace tiempo que circulan por redes mensajes contra el uso de anticonceptivos hormonales. La razón es el miedo a sus efectos secundarios o el rechazo a las hormonas «per se«. Pero en muchos casos el principal problema de “la hormonofobia” es la falta de información. Además, tanto por las dosis que contienen como por su composición, las hormonas que se suministran actualmente son muy similares a las naturales.

En este post, desmentimos algunos mitos persistentes que asocian su uso con problemas de fertilidad, con la ayuda de la Dra. Elena Moretti, ginecóloga de Dexeus Mujer:

«Usar anticonceptivos puede afectar la fertilidad»
Es uno de los temores más comunes, pero no tiene base científica. Ni dañan los ovarios o el útero ni alteran la fertilidad de forma permanente. Lo único que hacen es evitar la ovulación y/o modificar el moco cervical y las características del endometrio para dificultar el paso de los espermatozoides. Su acción es temporal: si se dejan de tomar, inmediatamente hay riesgo de embarazo.

«Cuando se dejan, pueden aparecer alteraciones en el ciclo»
En general, la fertilidad se restablece de forma rápida y natural, aunque puede variar de una mujer a otra. Algunas mujeres ovulan en cuestión de días y otras pueden tardar algunos meses en recuperar los ciclos regulares, especialmente si sus ciclos no eran muy regulares antes.

«Si los usas durante muchos años, te va a costar quedarte embarazada después»
El tiempo de uso no se asocia con mayor dificultad para concebir en el futuro. En general, y según diversos estudios, más del 80% de las mujeres que dejaron los anticonceptivos recuperaron su fertilidad dentro del primer año, incluso después de haberlos utilizado durante varios años. Y hasta un 96% tras dos años.

Un apunte: hay que tener en cuenta que si una mujer usa anticonceptivos hasta los 35 años y luego busca un embarazo, es posible que le cueste más quedarse embarazada porque su fertilidad haya disminuido naturalmente por la edad, no por el uso del método. También es posible que existan problemas de fertilidad previa no diagnosticados, como infecciones, el síndrome del ovario poliquístico (SOP), endometriosis o una baja reserva ovárica.

«Empezar a utilizarlos desde muy joven puede afectar a los ovarios a largo plazo»
No hay evidencia de que iniciar el uso anticonceptivo en la adolescencia o en la juventud afecte negativamente la fertilidad a largo plazo.

«Su uso prolongado protege frente a ciertas enfermedades»
Sí, el uso prolongado puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar quistes ováricos, cáncer de ovario y cáncer de endometrio (revestimiento interno del útero). También reducen los síntomas del síndrome del ovario poliquístico, regularizan los ciclos, reducen el sangrado menstrual, alivian la dismenorrea y el dolor de la endometriosis.

«Los anticonceptivos de emergencia tienen una acción abortiva»
La anticoncepción de emergencia no interrumpe un embarazo, porque actúa antes de que el embarazo se produzca. Lo que hace es retrasar la ovulación y alterar las condiciones del sistema reproductivo para evitar la fecundación. Pero no tiene efecto si el óvulo ya se ha implantado.

RECUERDA

  • Elegir un método anticonceptivo no compromete tu fertilidad futura.
  • Todos son reversibles, excepto la ligadura de trompas.
  • Es importante contar con supervisión y seguimiento médico para asegurar que el método elegido sea el adecuado y bien tolerado.
  • Si tienes dudas, pide información a un profesional. Así podrás tomar decisiones con mayor tranquilidad y seguridad para cuidar de tu salud sexual y reproductiva.