Óvulos guardados para después del cáncer | La Vanguardia
05/10/2017

La Vanguardia

El bulto esa vez resultó positivo. “Hay un instante en que no sabes realmente que te están diciendo con eso de que es 'positivo'. Cosas del lenguaje médico. Estaba en medio de unas prácticas de fotografía en Israel. Y de repente todo empezó a pasar deprisa. Había que tomar decisiones rápidas porque el tumor pintaba mal y había que empezar el tratamiento. Quimio, cirugía, radio. Y cinco años de tamoxifeno para asegurar que no reaparecía. Y, por fin, a los 32 años, permiso para intentar tener un hijo. El 27 de noviembre está previsto que nazca Tomàs".

Con una sonrisa inacabable lo explica Claudia Maccioni, fotógrafa, 35 años. Asegura acariciándose la barriga que quiere ser madre desde pequeña. Después de que le devolvieran la libertad de intentarlo lo probó de forma natural, pero no funcionó. Luego in vitro, "pero no produje suficientes óvulos, y al final he acudido a la donación. Y al segundo intento... Tomàs".

El 15% de las mujeres que pasan por un cáncer de mama lo tienen entre los 25 y los 45 años y el 90% de todos los casos sobrevive. Pero curarse pasa a menudo por quedarse estéril y, por su edad, muchas de estas mujeres no tienen hijos, como Claudia Maccioni o Susanna Pujol, a quien se lo detectaron con 32. Por eso Susanna asegura que fue “algo bueno, tranquilizador, esperanzador", que su oncólogo, a la vez que le comunicaba que tenía un tumor de mama, le dijera que podía guardar óvulos antes de empezar el tratamiento, “para cuándo quisiera ser madre. Tengo dos guardados, no es mucho, pero ¡fue todo tan rápido! En tres semanas empezaba la quimio. Ahora tengo38 y en este momento no estoy buscando un embarazo, pero me dan una gran tranquilidad. Todos creyeron en mi futuro".

Ambas mujeres, ex cáncer de mama, participan en una iniciativa de Fundación Dexeus Mujer y la empresa de corsetería Women'Secret, que bajo el título “Cosas que sí importan” promueve la preservación de la fertilidad en mujeres y hombres jóvenes que tienen un cáncer antes de los 40. Todos los beneficios de una colección especial para mujeres con cáncer de mama se dedicarán esta temporada a financiar la preservación de óvulos y espermatozoides, para que hombres y mujeres diagnosticados de cáncer puedan contar con ser padres y madres después.

Se tarda once días en obtener ovocitos, lo podemos hacer en cualquier momento del ciclo y no retrasa el tratamiento", explica Pere Nolasc Barri, presidente de Dexeus Mujer. “Pero sobre todo hemos podido demostrar que no supone ningún empeoramiento en la evolución de ese cáncer, incluso un reciente estudio en Australia habla de una mejor supervivencia en el caso de cáncer de mama", explica Rafael Fábregas, responsable de ginecología oncológica. La propuesta de preservar gametos para el futuro se la hacen a mujeres y hombres jóvenes con cualquier tipo de cáncer, “pero a pesar de los consensos alcanzados y publicados por las sociedades europeas y americanas de fertilidad y medicina reproductiva, que recomiendan asesorar sobre la preservación de fertilidad a todos estos pacientes, apenas la mitad reciben ese consejo", apunta Barri. “Y se trata de una consulta urgente, que deberíamos tener protocolizada. Necesitamos una estrategia que establezca claramente qué hospitales pueden participar y cómo ha de hacerse", afirma Barri.

La Fundación que preside proporciona estos tratamientos de forma gratuita a pacientes con cáncer desde 2009 y hasta ahora han atendido a 150 personas tratadas en diversos hospitales. La campaña de Women'Secret permitirá aumentar esa cifra y de paso insistir entre los oncólogos sobre la conveniencia y “los beneficios personales que suponen para la paciente que le hablen de su maternidad futura", dice Fábregas.

La preservación de óvulos cuesta 3.000 euros por paciente y 4.500 euros si lo que se guarda es tejido ovárico. Hay hospitales que ya aconsejan la preservación y algunos, como Sant Pau o Sant Joan de Déu, tienen programas propios. En las pacientes más pequeñas que todavía no han iniciado la pubertad, lo que se guarda es tejido ovárico. La obtención de óvulos o de tejido ovárico la pagan las fundaciones y los pacientes costean el mantenimiento, unos 150 euros al año.

Claudia no pudo hacerlo en ese momento, “porque al principio los oncólogos pensaron que era mucho peor mi tumor de lo que luego resultó y no se atrevían a retrasar ni un día el tratamiento". El cáncer de mama a esa edad fue "un palo enorme" que les hizo sufrir mucho a ella y a los de su alrededor. “Aunque me cambió la vida para mil veces mejor. Me ha abierto los ojos. Es como si me hubiera dado la llave". Relató su cáncer fotográficamente y luego lo convirtió en un libro (Un año de mi vida). “Veo mi cicatriz cada día. No quiero olvidar". Y siguió con documentales vinculados al cáncer de mama y la agresión que se añade a mujeres con estos tumores en algunos países “porque al caérseles el pelo las tratan de brujas". También ha trabajado sobre la maternidad después del cáncer, un proceso que en su caso tampoco ha sido un camino facilón. “No por miedo a recaídas, eso lo tenían clarísimo los oncólogos, pero no te lo cubre la sanidad pública, no sabes cuántas veces podrás intentarlo y cuando no funciona, te quedas destrozada. Además, tener un hijo de una donación de óvulos te plantea cosas que no habías pensado y tampoco ha sido fácil", reconoce la fotógrafa.

Quiere explicarlo y apoyar la iniciativa para repetir la experiencia del libro sobre su cáncer. “Conseguí enlazar con muchísima gente que estaban en mi situación y creo que puedo ayudar a que se conozca la maternidad después del cáncer".

El cáncer de mama “aumenta entre mujeres jóvenes en todos los países", apunta Rafael Fábregas. Y la edad reproductiva se retrasa. Así que cada vez serán más las personas que necesitarán esa apuesta por su futuro el día que saben que tienen un tumor.

“En Women'Secret somos 98% compañeras, así que conocemos bien esta realidad", explica la directora de marketing de la compañía, Anna Aubert. “Sabemos que podemos ser un altavoz". Lo que pretenden junto a Dexeus Mujer y las voluntarias que participan en la campaña es además crear puentes. “Hay una gran desconexión entre oncología y fertilidad en Europa y en Estados Unidos. Hay mucho trabajo por hacer", reconoce Barri.

Sujetadores para las 'Cosas que sí importan'

Un sujetador especialmente pensado para cuando se sale del quirófano por un cáncer de mama es el producto estrella de la colección de Women'Secret para recaudar fondos que permitan a las diagnosticadas más jóvenes preservar su fertilidad justo antes de empezar la quimio. “Se abrocha delante, porque cuando acabas de salir del quirófano es difícil maniobrar con las prendas, con tirantes anchos y acolchados y todo de algodón, porque la piel está muy sensible", describe Anna Aubert, directora de marketing de la compañía.

Cosas que sí importan y la etiqueta #símeimporta son los títulos de la iniciativa de esta empresa y de Dexeus Mujer. “El 100% de los beneficios de este sujetador y de la colección especial para cáncer de mama irán a parar esta temporada a la Fundación Dexeus para este fin. Queremos ayudar a normalizar todo lo posible el paso por un cáncer de mama".

Los sujetadores para estas pacientes empezaron creando un bolsillo donde colocar la prótesis externa, para mujeres mastectomizadas. “Los de ahora permiten colocar todo tipo de piezas, aunque sean pequeñas láminas de silicona para igualar pechos que han quedado diferentes tras el tratamiento o que apenas han perdido un trocito de su forma", explica Aubert. El diseño de estas prendas especializadas se basa en tirantes anchos, tejidos suaves, escote alto, nada de aros y la posibilidad de adaptarse a cambios de tamaño.