Objetivo de la ginecología de la infancia y de la adolescencia


El objetivo de la ginecología de la infancia y de la adolescencia es ofrecer la atención especial y especializada que niñas y jóvenes precisan en la consulta ginecológica.


Tanto los ginecólogos como los pediatras se ven requeridos con creciente frecuencia a tratar niñas y adolescentes afectas de diversos problemas ginecológicos, que tienen un carácter específico precisamente por la edad de las jóvenes pacientes.

La mayoría de personas se interrogan sobre si realmente existe problemática ginecológica en estas edades de la vida, ya que piensan que éste es un problema de mujeres mayores. Nada más lejos de la realidad, ya que la patología ginecológica se da en todas las edades, aunque evidentemente es mucho más frecuente en los grupos de mujeres mayores.

Desde 1984 existe en el Departamento de Obstetricia, Ginecología y Reproducción del Hospital Universitario Dexeus la Unidad de Ginecología de la Infancia y de la Adolescencia, creada para atender la peculiar patología que puedan padecer las niñas y jóvenes hasta los 18 años de edad.

La Unidad de Ginecología de la Infancia y de la Adolescencia cuenta con medios diagnósticos especializados y la colaboración de otros especialistas para los casos en que se precise su ayuda y consejo médico. Todos ellos están coordinados en la Unidad de Medicina de Adolescentes del Departamento de Pediatría del Hospital Universitario Dexeus. En esta Unidad se quiere dar una atención multidisciplinaria a los pacientes, poniendo especial hincapié en la prevención, ya que como se ha dicho anteriormente la mayoría de los hábitos de salud se adquieren en la adolescencia. Asimismo se colabora estrechamente con los pediatras "de cabecera" de las pacientes para ofrecerles una total información médica.

Consulta ginecológica en la infancia

Las indicaciones más frecuentes para la consulta con el ginecólogo en la infancia son:

  • Infecciones vulvares y vulvovaginales: Son debidas en la mayoría de los casos a una higiene incorrecta, ya que antes de la pubertad los labios menores están poco desarrollados y protegen defectuosamente la vulva y la vagina de las agresiones de los gérmenes externos. Ello es debido a que en las niñas pequeñas no hay secreción de estrógenos por parte del ovario y existe una atrofia relativa de la vulva. Ésta es la patología más frecuentemente observada en el grupo de pacientes de menor edad. En algunas ocasiones habrá que descartar la presencia de cuerpos extraños intravaginales, aunque se trata de casos muy poco frecuentes.
  • Coalescencia labial: Es otro problema ginecológico propio de las niñas pequeñas y consiste en la soldadura anómala de los labios menores, cerrando total o parcialmente la entrada de la vagina. Este problema también es debido a la falta de desarrollo vulvar, que como se ha comentado es normal en las niñas pequeñas. Esta patología se soluciona espontáneamente cuando la paciente llega a la pubertad; al producirse secreción hormonal por parte del ovario la vulva se desarrolla y desaparece la atrofia.
  • Pubertad precoz: Es otra de las patologías consultadas con relativa frecuencia y consiste en la aparición de los caracteres sexuales secundarios (desarrollo mamario, aceleración del crecimiento, aparición del vello pubiano o axilar, aparición de las reglas) antes de los ocho años de edad. Esta entidad requiere un estudio completo y exhaustivo, ya que hay que diagnosticar correctamente su causa y tratar a la paciente, para evitar alteraciones posteriores en su crecimiento y desarrollo.
  • Otras alteraciones.

Consulta ginecológica en la adolescencia

Las indicaciones más frecuentes para la consulta con el ginecólogo en la adolescencia son:

  • Trastornos menstruales: La aparición de trastornos menstruales es el problema ginecológico que se observa con más frecuencia en las adolescentes.  Estos trastornos pueden darse en forma de reglas muy abundantes, también denominadas metrorragias. En algunos casos puede ser necesario un tratamiento médico para disminuir la abundancia de estas reglas ya que pueden llegar a provocar una anemia por el exceso de pérdida de sangre. Los trastornos menstruales también pueden darse en forma de ciclos muy irregulares que interfieren en la actividad normal de la adolescente. Se debe llevar un control de las menstruaciones.
  • Amenorrea: Otro trastorno menstrual puede ser la falta de regla después de reglas anteriores normales, denominada amenorrea. En este caso hay que descartar trastornos hormonales, problemas de peso, embarazo, etc.
  • Dismenorrea: la dismenorrea o dolor con la regla, es muy frecuente en las adolescentes, y en la mayoría de los casos es leve o moderada y cede con tratamientos analgésicos habituales. En caso de dismenorrea grave se debe consultar con el especialista e investigar su causa, ya que puede ser debida a tumores o quistes de diverso origen, infecciones, etc.
  • Otras indicaciones:
    • Pubertad retrasada.
    • Patología mamaria.
    • Infecciones genitales.
    • Abuso sexual.
    • Hirsutismo.
    • Información sobre sexualidad y anticoncepción.
    • Revisiones ginecológicas anuales en adolescentes que mantienen relaciones sexuales.

La consulta con las adolescentes debe ser privada y confidencial, respetando su intimidad. En muchas ocasiones un problema ginecológico puede ser secundario a uno psico-social. Por ejemplo, una amenorrea o falta de regla puede ser debida a una preocupación por un problema familiar o de estudios. De esta etapa crucial de la vida derivan muchas actitudes posteriores, por lo que es muy importante aconsejar a los adolescentes sobre sus hábitos de vida.

Una entrevista que podría limitarse a aspectos estrictamente médicos, puede derivar a una auténtica necesidad de sincerarse por parte del joven paciente. Pueden descubrirse, entonces, factores de riesgo social como son consumo inadecuado de alcohol con completa ignorancia sobre sus efectos, conducta sexual promiscua con total desconocimiento de sus consecuencias, consumo fútil de tabaco, etc.

Revisión ginecológica en la adolescencia


No hay una edad concreta para la primera visita al ginecólogo. Debes ir si tienes relaciones sexuales, si tienes algún problema ginecológico, o si tienes dudas o preguntas que quieras plantearle. Después, el ginecólogo te indicará cada cuánto debes realizar una revisión.

En general, si tienes relaciones sexuales se recomienda hacerla cada año.


La revisión ginecológica genera muchas dudas en las mujeres que han de realizarla por primera vez. No te dejes influir por los comentarios: antes de formarte una opinión equivocada debes saber en qué consiste, los pasos a seguir para realizarla y cuándo es aconsejable hacerla.

La revisión ginecológica tiene como objetivo la prevención de trastornos ginecológicos, la confirmación de que tu aparato genital es normal y el asesoramiento en cuanto a anticoncepción si la precisas.

No es necesaria ninguna preparación previa especial. Sólo es recomendable realizar la revisión fuera de la regla.

En la revisión te realizarán una serie de preguntas para conocer tu historial médico. Entre otras cosas te pueden preguntar:

  • A qué edad tuviste tu primera regla.
  • Cuánto tiempo transcurre entre periodos.
  • Si tus pérdidas son suaves, medias o abundantes.
  • Si usas compresas, tampones o ambos.
  • En qué día empezó tu último periodo.
  • Si tienes relaciones sexuales.
  • Si las tienes, la edad en que las iniciaste, el número de parejas que has tenido, si tienes en la actualidad pareja estable y el método anticonceptivo que usas.
  • Si has estado embarazada.
  • Si en tu familia hay antecedentes de enfermedades graves.
  • Enfermedades que han padecido tus padres y hermanos.
  • Si tú has padecido enfermedades graves en general.
  • Si te han operado.
  • Si tienes alergia a algún medicamento.

La revisión, en todos los casos, consiste en la exploración de tus mamas y tu vulva. Además si has mantenido relaciones sexuales, habrá que realizarte una citología y un tacto vaginal. Normalmente  te tumbas en una mesa de revisión que tiene un reposacabezas elevado y unos soportes especiales para apoyar los pies que están al nivel de la mesa. Para la toma de la citología se utiliza un espéculo, que es un separador de las paredes vaginales para que el ginecólogo pueda observar el cuello del útero. A continuación se realiza un tacto vaginal. El tacto vaginal sirve para valorar la normalidad del útero y de los ovarios. Se realiza introduciendo los dedos en la vagina; con la otra mano se palpa el abdomen y así se tacta si hay algún aumento de tamaño en el útero o los ovarios.

Para que la revisión no resulte incómoda es recomendable estar lo más relajada posible. Aunque es algo desagradable y causa cierta vergüenza, no siempre provoca dolor.

Asesoramiento anticonceptivo en la adolescencia


Medidas preventivas recomendables en cuanto a la sexualidad en la adolescencia:

  • Intentar retardar al máximo el inicio de las relaciones sexuales coitales (está descrito como un factor de riesgo el inicio precoz de las relaciones sexuales).
  • Intentar tener el menor número posible de parejas sexuales (la promiscuidad o múltiples parejas sexuales también es un factor de riesgo).
  • Intentar elegir (en lo posible) a la pareja.
  • Utilizar el preservativo en todas las relaciones sexuales (como método de prevención de las enfermedades de transmisión sexual).
  • Utilizar un método anticonceptivo fiable (preservativo, píldoras anticonceptivas) para prevenir los embarazos no deseados.

Los métodos anticonceptivos tienen como fin evitar el embarazo. Existen una gran variedad de métodos para la mujer y otros, menos, para el hombre. La mayoría son reversibles, es decir al dejar de usarlos se recupera la fertilidad, aunque los quirúrgicos son irreversibles.

No hay un método sea el recomendable o “mejor” para utilizar durante la adolescencia, aunque los más recomendados son el preservativo, los métodos hormonales (píldora, anillo, parche, implante) o ambos.

Cada método tiene sus indicaciones, contraindicaciones y grado de seguridad, y en algunos métodos la seguridad depende, en una elevada proporción, del correcto uso que la pareja les de. Por todo ello  a la hora de plantearte escoger un método de anticoncepción, lo mejor es que consultes con tu ginecólogo, medico de cabecera o centro de planificación familiar para que te orienten sobre cual es el mejor método que se adapte a tu situación y necesidades.

Los métodos anticonceptivos para la mujer son:

  • Anticonceptivos hormonales:
    • Píldoras.
    • Implantes.
    • Parches.
    • Inyectables.
    • Anillos vaginales.
  • Dispositivos intrauterinos:
    • DIU.
    • DIU hormonal.
  • Métodos de barrera:
    • Preservativo femenino.
    • Diafragma.
    • Esponja vaginal (lleva espermicida incorporado).
  • Espermicidas:
    • Óvulos.
    • Crema vaginal.
  • Métodos naturales:
    • Calendario Ogino.
    • Temperatura basal.
    • Control del moco cervical.
  • Métodos quirúrgicos:
    • Ligadura de trompas.
    • Dispositivo intratubárico.

Y para el hombre:

  • Método de barrera:
    • Preservativo masculino.
  • Método quirúrgico:
    • Vasectomía.

Pese a que lo mejor es asesorarte, en el momento de decidir un método anticonceptivo has de valorar siempre la importancia de la “doble protección”. La doble protección consiste en prevenir a la vez los embarazos no deseados y las infecciones de transmisión sexual (ITS)  incluido el S.I.D.A. En este momento, lo que se aconseja  como más eficaz es la combinación de anticonceptivos hormonales, para evitar los embarazos, y del preservativo contra las infecciones de transmisión sexual. Por tanto se trata de combinar el uso de la píldora, los implante, los parches, los inyectables, los  anillos vaginales o el DIU hormonal  con el preservativo.

Si la anticoncepción hormonal funciona correctamente (en el caso de la píldora si la tomas correctamente, sin olvidos, con los intervalos que te indicó el medico que la ha prescrito, y no hay interacción con otros medicamentos ni vómitos ni diarrea importante) es un método anticonceptivo muy seguro (tiene menos de un 1% de fallos). Respecto al  preservativo es importante saber que es el único método anticonceptivo que da una buena protección frente a las I.T.S. y el SIDA.

Los métodos  naturales pueden parecer tentadores pero  hay que tener en cuenta  que no recurren a ayudas artificiales y se fundamentan en la abstinencia periódica. Se basan en la identificación del día del ciclo menstrual en que ovula la mujer, mejorando el autoconocimiento y la comprensión de los ritmos biológicos para regular o evitar el embarazo. Hay tres métodos comunes para averiguar los días peligrosos: el método del calendario o de Ogino, el de la temperatura basal y el de inspección del moco cervical. Aunque puede depender del método y  del conocimiento que se tenga de él, en general la eficacia es del 94%. Es resumen, el riesgo de estos métodos es alto pues se producen 6 embarazos por cada 100 mujeres en un año.

También debes saber que el "coitus interruptus” (también llamado "marcha atrás"") no es un método anticonceptivo ya que puede haber embarazo con la penetración aunque no haya eyaculación, pues el pene segrega un líquido que puede contener una pequeña cantidad de espermatozoides. En ese caso, aunque el hombre retire el pene de la vagina antes de que se produzca la eyaculación, se puede producir el embarazo. Además no protege contra las infecciones de transmisión sexual.

La píldora del día después es un método de emergencia y no se debe utilizar como método anticonceptivo habitual. La píldora del día después (también llamada anticoncepción de emergencia o anticoncepción post-coital) consiste en tomar ciertas píldoras después de un coito sin protección, para prevenir el embarazo. También se puede utilizar si se rompe un preservativo o queda retenido en la vagina. La anticoncepción de emergencia no es abortiva ya que no interrumpe un embarazo establecido. Sus posibles mecanismos de actuación son desplazar la ovulación o dificultar la fecundación.

Las píldoras de emergencia se deben comenzar a tomar preferentemente antes de que transcurran 48 horas desde el momento del coito de riesgo si bien pueden ser efectivas si se toman hasta 72 horas después de la relación. Cuanto más pronto se tomen las píldoras mayor será su eficacia, aunque es bueno saber que si fallan no perjudicaran al feto. En caso de necesidad se debe contactar lo antes posible con el ginecólogo, centro de planificación familiar o médico de cabecera para que las receten.


Preguntas frecuentes

Me han dicho que en la revisión con el ginecólogo se han de contestar muchas preguntas y es muy violento ¿Es verdad?
El ginecólogo precisa conocerte y necesita respuestas que sólo tú puedes proporcionarle. Por ello se han de contestar varias preguntas sobre tu historial médico y otras sobre tus ciclos, tu regla o tu vida sexual si es el caso. Esto puede hacerte pensar en un interrogatorio sobre tu intimidad, pero no es éste el objetivo por lo que no hay razón para  violentarse.

Yo siempre he pensado que si eres virgen ha de doler que te revisen. ¿Duele mucho o sólo un poco?
Aunque seas virgen la revisión ginecológica no causa dolor, como mucho puedes notar una leve incomodidad o cierta vergüenza.

Si he decidido tener relaciones sexuales con ¿Tengo que ir al ginecólogo antes?
Sí: es aconsejable acudir al ginecólogo en el momento, o antes, de iniciar las relaciones sexuales, fundamentalmente para informarse de los métodos anticonceptivos con el fin de evitar un embarazo no deseado y para prevenir las enfermedades de transmisión sexual. Esta visita es una buena oportunidad para preguntar cualquier aspecto que te preocupe relacionado con el sexo seguro o con tu propio desarrollo sexual.

¿Es confidencial la visita con el ginecólogo?¿Y si te acompaña tu madre?
No debes preocuparte,  la visita con el ginecólogo es totalmente confidencial, por lo que nada que le expliques debe saberlo nadie. Si tu madre te acompaña puedes pedirle que espere fuera. Si tu madre entra en el despacho, hay que buscar algún momento en que puedas hablar con el doctor o la enfermera a solas. Puedes confiar totalmente en tu ginecólogo.

¿Es necesaria la revisión ginecológica anual si se tienen relaciones sexuales pero no se toman anticonceptivos?
Sí, la revisión ginecológica anual es necesaria en toda mujer que mantenga relaciones sexuales, tanto si toma anticonceptivos como si no. El estudio anual de la citología cérvico vaginal y la exploración física te pueden evitar a corto o largo plazo sorpresas desagradables.

¿Las chicas que van a hacerse una revisión ginecológica van solas o acompañadas?
Esto depende de la edad. Las chicas más jóvenes en general prefieren ir acompañadas, y las chicas mayores prefieren ir solas. Generalmente la persona acompañante suele ser la madre, y menos frecuentemente el padre u otros familiares, amigas, o la propia pareja.

¿Además de hacerme la revisión, puedo consultar al ginecólogo temas de sexualidad?
Sí, al ginecólogo puedes contarle todo lo que te preocupa en materia de sexualidad. Desde el comienzo de las relaciones sexuales, el ginecólogo ha de jugar un papel importante en tu vida, ya que puede ser tu mejor consejero en estos temas. Además, si tuvieras algún problema que no puede ser tratado por él puede remitirte al especialista más adecuado.