Primeros pasos

Un bebé, una niña: El complejo proceso de ser niña y crecer

En sus "primeros pasos" como ser humano mujer, distintos factores internos y externos afectan a la vida y la diferenciación sexual de la niña. La formación de su personalidad durante la infancia es un proceso dinámico en el que intervienen factores como el temperamento, el entorno y la educación. Muchos aspectos son comunes a niños y niñas, pero la relación con el entorno, la familia y la sociedad terminarán marcando un papel diferenciado entre los sexos.

Empieza el apasionante proceso en que "la bebé" se convierte en un ser autónomo, capaz de pensar, comunicarse, llevar a cabo acciones voluntariamente e integrarse en su entorno social: ¡Ahí voy!


Primera infancia

Me muevo y aprendo

Primera infancia - Me muevo y aprendo

Durante esta etapa se desarrollan muchas de las habilidades físicas y psicomotoras que se mantendrán durante toda la vida. Maduran áreas del cerebro muy importantes: las motrices y sensoriales (tacto, vista, oído...). El bebé adquiere poco a poco control sobre su cuerpo para explorar su entorno. El hecho de sentir y percibir todo lo que le rodea le permite procesar la información de manera ordenada. Desarrolla el pensamiento simple y concreto, lo que le permite desarrollar la memoria.

Hablo, conozco, aprendo y me relaciono con los demás

Primera infancia - Hablo, conozco, aprendo y me relaciono con los demás

Al poco de nacer, los bebés ya son capaces de reconocer el lenguaje de sus padres. La niña posee una serie de mecanismos que le permiten procesar algunos aspectos del lenguaje. Estos mecanismos se ponen en marcha sólo cuando se entra en contacto con otras personas. Empieza entonces a desarrollarse el lenguaje, que será básico para el conocimiento y la adaptación a la sociedad.

Primera infancia - La familia es el primer entorno de relación con los demás

La familia es el primer entorno de relación con los demás, aunque muchos niños asisten al jardín de infancia. La estrecha relación emocional con las personas próximas es un puntal fundamental para el desarrollo en los primeros dos años. Los primeros llantos y sonrisas son de tipo reflejo y dependen de la satisfacción de necesidades básicas. Se van convirtiendo en sociales a medida que avanza esta etapa.

Alimentación

Primera infancia - Alimentación

La lactancia materna aporta todos los nutrientes necesarios hasta el 6º mes. Cuando la lactancia materna esté contraindicada, la alternativa es la leche de iniciación, que cubre los requisitos nutricionales de los bebés.

Primera infancia - Otros nutrientes

A partir de los 5 o 6 meses, se incorporan otros nutrientes: papillas de cereales sin gluten y papillas de frutas, el primer alimento no lácteo.
A partir de los 6 meses, empieza a comer puré de verduras con pollo.


Segunda infancia

Control del cuerpo

Segunda infancia - Control del cuerpo

Los movimientos son cada vez más precisos. Se inicia el control de la coordinación, el control del tono muscular y la lateralización. Se aprende el control de los esfínteres. Aparece progresivamente la función simbólica: la niña puede estructurar representaciones mentales y contextualizar su propio cuerpo, porque ya domina todo su esquema corporal.

Desarrollo cognitivo

Segunda infancia - Desarrollo cognitivo

La niña va recopilando experiencia. La repetición de acciones y situaciones cotidianas da lugar a representaciones mentales que permiten ordenar el mundo, darle sentido, predecir acciones y planificar. La memoria se concreta en situaciones simples y familiares.

Hablo, luego pienso

Segunda infancia - Hablo, luego pienso

Aumenta significativamente su vocabulario (semántica), avanza en el dominio de los diferentes sonidos del idioma (fonología) y empieza a aprender las reglas lingüísticas (morfología y sintaxis). El pensamiento se vuelve verbal. Lenguaje y pensamiento evolucionarán de manera conjunta. Las palabras serán herramientas con las que trabajará su pensamiento y éste se volverá más abstracto. Podrá representar elementos no presentes. A través del contacto social, se interiorizan los conocimientos propios de su cultura. Así evoluciona la inteligencia.

La red de relaciones se amplía

El desarrollo del pensamiento permite que las emociones se vayan enriqueciendo y, gracias a la memoria, la niña comienza a entender y anticipar las emociones de los demás.

Alimentación

Diariamente, debe comer alimentos de los 4 grupos básicos:

  • Lácteos.
  • Carne, pescado y aves.
  • Fruta y vegetales.
  • Pan y cereales.

Segunda infancia - Alimentación

La dieta infantil:

  • Desayuno: Cereales y una pieza de fruta (250 cc de leche, 10 gr de azúcar, 40 gr de cereales, 25 gr de jamón.
  • Almuerzo: Lentejas con arroz, ternera a la plancha con tomate crudo, 150 gr de melocotón, 25 gr de pan, 10 cc de aceite.
  • Merienda: Bocadillo de jamón (40 gr de pan, 35 gr de jamón york), 200 cc de zumo natural.
  • Cena: Sopa de sémola, tortilla de queso, 1 yogurt, 25 gr de pan, 150 cc de zumo natural, 10 cc de aceite.

Consejos:

  • Conviene evitar los alimentos grasos y las frituras.
  • No hay que obligarle a comer.
  • No debe consumir golosinas entre horas.
  • Aunque la cantidad sea escasa, si la dieta es variada y repartida en las comidas, no habrá ninguna carencia.

Niñez

¡Al cole!

Niñez - ¡Al cole!

Mejora la motricidad de la niña y avanza el funcionamiento de la memoria de trabajo y de la memoria a largo plazo. La escolarización ayuda mucho al desarrollo de las habilidades cognitivas. Ya es consciente del funcionamiento de su pensamiento. En la escuela primaria, su capacidad lingüística continúa avanzando. La evolución del lenguaje será clave para seguir aprendiendo. En la etapa escolar, además de la observación de los modelos en la familia y en la escuela, debe añadirse la influencia de los medios de comunicación de masas, fundamentalmente la televisión.

Comer bien, para crecer mejor: ¡No quiero! / ¡Quiero!

Niñez - Comer bien, para crecer mejor

La actividad intelectual y la práctica de deporte incrementan el gasto calórico, por lo que debe aumentarse la ingesta. Ésta es una edad difícil, porque los pequeños acostumbran a rechazar la carne, el pescado, las verduras o el queso, alimentos que no deben relegarse, ya que aportan la cantidad óptima de proteínas, calcio y vitaminas A y C. Es muy importante conseguir que siga una dieta equilibrada: ésta es la época de máximo crecimiento.