Introducción


La inducción de la ovulación consiste en un tratamiento médico cuyo objetivo es conseguir una óptima maduración de uno o varios óvulos.

El porcentaje de embarazo oscila entre el 15 y el 25% por ciclo de tratamiento.


Este tratamiento está aconsejado en todas aquellas mujeres que presentan alteraciones de la ovulación. Estas alteraciones están íntimamente relacionadas con trastornos menstruales como la amenorrea (ausencia de regla).

Los requisitos previos para realizar una inducción de la ovulación son:

  • Exploración ginecológica completa.
  • Estudio complementario para descartar cualquier patología asociada que dificulte o impida el embarazo.

El tratamiento que se suele utilizar para la inducción de la ovulación es mediante inyectables, por vía intramuscular o vía subcutánea.

Factores como la edad de la mujer y la posible existencia de otras causas que afectan la fertilidad influyen en el resultado final del tratamiento. Por este motivo, con frecuencia, es necesario realizar más de un ciclo para conseguir el embarazo.

Generalmente se recomienda realizar entre tres y seis ciclos de tratamiento. Cuando un ciclo no tiene éxito es importante revisarlo y realizar los cambios necesarios (variar la dosis, controles más estrictos...). Si aún así no se logra el embarazo debe considerase la posible existencia de otras anomalías  y/o la conveniencia de recurrir a otras técnicas de reproducción asistida. (TRA).

Tratamiento


Es muy importante un adecuado control del tratamiento hormonal para conseguir una buena ovulación. Para ello hay que proceder a una serie de controles de ovulación.


El tratamiento consta de tres fases:

  1. Maduración del óvulo:
    El tratamiento se realiza mediante relaciones de hormona, que se inician en los primeros días del ciclo y se mantienen hasta conseguir la correcta maduración de uno o varios óvulos. La dosis pueden variar de una paciente a otra y de un ciclo a otro.
  2. Ovulación:
    Una vez conseguida la correcta maduración de uno o varios óvulos, hay que desencadenar la ovulación con la administración de una dosis fija de  500 UI de la hormona gonadotropina coriónica HCG (hormona gonadotrópica coriónica),  La ovulación suele tener lugar entre 36 y 40 horas después.
  3. Preparación del endometrio:
    El endometrio es la capa que recubre el interior del útero y debe estar bien  preparado para que el embrión pueda implantar adecuadamente. Con este objetivo se administran, después de la ovulación, dos dosis más de HCG o bien se pauta tratamiento con progesterona natural por vía vaginal.

Control de la ovulación

El objetivo del control de la ovulación es doble:

  • Prevenir y evitar riesgos excesivos: para ello es muy importante modular correctamente la dosis de tratamiento en función del número de óvulos que crecen en los ovarios. El desarrollo de muchos óvulos puede provocar la aparición de quistes de ovario y/o un embarazo múltiple, entre otras complicaciones. La falta de crecimiento de óvulos puede desencadenar un sentimiento de frustración.
  • Establecer con la mayor seguridad los días más fértiles para conseguir el embarazo.

La ovulación se controla con las siguientes pruebas:

  • Ecografía vaginal:
    Sirve para observar los ovarios y comprobar el tamaño y ritmo de crecimiento del folículo o folículos que se encuentran en su interior (cada folículo contiene un óvulo). Los folículos aumentan de tamaño a medida que van madurando. Se consideran maduros (preparados para ovular) cuando su diámetro alcanza los 18 milímetros como mínimo.
  • Análisis de sangre:
    Sirve para conocer el  nivel de estrógenos (estradiol), hormona femenina que se produce en los ovarios y que aumenta a medida que el óvulo o los óvulos maduran en el interior de los folículos. Es útil para realizar un control más estricto de la respuesta al tratamiento d estimulación.

El primer control se lleva a cabo entre 5 y 7 días después de iniciar el tratamiento de inducción, generalmente en el 8º o 9º día del ciclo. En función de la respuesta que se observe en los ovarios, se fija la fecha del siguiente control y la dosis necesaria. Suelen practicarse una media de 3 a 4 controles por ciclo de tratamiento. Entre el primero y el último control transcurren aproximadamente de 4 a 10 días.

Posibles complicaciones


No hay evidencia científica de posibles efectos secundarios a largo plazo para la salud de la mujer de los tratamientos de inducción de la ovulación.


Existen dos riesgos importantes del tratamiento para la inducción de la ovulación a corto plazo. El más frecuente es el embarazo múltiple (entre el 15 y el 20%); el menos frecuente es el exceso de estimulación o hiperestimulación ovárica (1%).

El seguimiento del número y tamaño de los folículos y de los niveles de estradiol realizados durante los controles de ovulación permiten reconocer aquellos ciclos que tienen un mayor riesgo de hiperestimulación y de embarazo múltiple y que, valorando individualmente cada caso, puede ser conveniente cancelar.

Una vez conseguido el embarazo, los posibles riesgos para la madre o para el feto son los mismos que acontecen en un embarazo ocurrido de forma espontánea, a excepción de las complicaciones derivadas de un eventual embarazo múltiple, como son la prematuridad o el bajo peso al nacer.


Preguntas frecuentes

¿Por qué se analiza la concentración de estrógeno  en una inducción de la ovulación?
El folículo de una mujer secreta estrógeno y estradiol durante todo el ciclo. La concentración de estradiol plasmático tiene un interés especial durante la vigilancia de los tratamientos a fin de estimular la ovulación. Durante la fase anterior a la ovulación, la concentración de estradiol es un buen indicio de la madurez de un folículo.