Reconstrucción del clítoris a 5 leridanas que sufrieron una mutilación genital | Diari Segre
23/03/2017

segre.com

Cinco mujeres leridanas que fueron mutiladas genitalmente en sus países de origen cuando eran niñas se han sometido en los últimos años a una operación para reconstruirles el clítoris. Forman parte de las 82 pacientes que han pasado por el programa del cirujano Pere Barri Soldevila, que la Fundación Dexeus Mujer puso en marcha en 2007 y que ofrece esta intervención de forma gratuita a todas aquellas mujeres que hayan sufrido una ablación. Además, desde el 2015, la sanidad pública catalana también costea esta operación a través de una unidad del Hospital Clínico que ya ha practicado una decena de reconstrucciones (se desconoce si alguna es de la provincia de Lleida, ya que el centro no pudo facilitar el dato a este diario).

El perfil mayoritario de las mujeres que solicitan este tipo de intervención es el de una joven de origen africano, de 27 años de edad en promedio, que ya nació fuera del país del que es originaria su familia o que llegó a Cataluña durante su infancia. En la práctica totalidad de los casos la mutilación se produjo durante un viaje a regiones del Senegal (21%), Gambia (10%), Mali (10%), y Guinea (10%). "Son jóvenes que ya han vivido su infancia y adolescencia aquí y sienten la necesidad de integrarse y ser como cualquier otra en sus respectivos grupos de amigos", explica el doctor Barri Soldevila.

Éxito en el 75% de casos

La intervención consiste en una cirugía reconstructiva del clítoris de unos 45 minutos de duración y un día de hospitalización. Concretamente, se elimina toda la parte que cicatrizó y se saca al exterior lo que queda del clítoris, ya que se prolonga hasta 10 centímetros por debajo de la piel. La intervención permite restituir anatómicamente los órganos afectados y recuperar su aspecto y capacidad sensitiva en más del 75% de los casos. En los inicios del programa de la Dexeus fue complicado llegar a las pacientes, pero el flujo de mujeres que actualmente solicitan información sigue creciendo año tras año gracias a la derivación médica, la difusión social a nivel local y la ayuda de los medios de comunicación.

EN PRIMERA PERSONA

«La operación me ha cambiado la vida, pero nunca olvidas algo así»

Mariamma

24 AÑOS

De aquel fatídico día en que sufrió una ablación, Mariamma (nombre ficticio) recuerda dolor. Mucho dolor. "Era todo muy confuso, no entendía qué pasaba", explica esta joven leridana de veintidós cuatro años que hace dos se sometió a una operación de reconstrucción del clítoris. Ella ya había nacido en Ponent y aquel verano viajó con sus padres (que ya hacía tiempo que vivían en la provincia) a Gambia, su país de origen, para pasar unas vacaciones.

Entonces Mariamma tenía unos siete años y cursaba segundo de Primaria. "Era demasiado pequeña y no me pregunté por qué me hacían aquello", recorre

Fue pasados ​​unos años, cuando estaba a punto de terminar la Primaria y el tema de la mutilación genital salió en clase, cuando empezó a tomar conciencia de lo que le había pasado.

"No culpo a mis padres porque ellos culturalmente lo veían bien, no lo podía comparar con ninguna otra cosa y sé que no lo hicieron pensando que me hacían daño. Yo ahora sí sé que a mis hijos no les pasará esto nunca", asegura.

Durante unos dos o tres años, esta joven leridana estuvo buscando información sobre la posibilidad de someterse a una reconstrucción del clítoris y encontró el programa de la Fundación Dexeus Salud de la Mujer. Hace dos años le hicieron una reconstrucción del clítoris.

"La operación me ha cambiado la vida psíquica y físicamente. Antes tenía miedo cuando tenía una relación que se dieran cuenta de lo que me habían hecho, pero ahora no me siento diferente del resto de mujeres. Tengo mucha más seguridad y confianza en mí misma y ahora es una etapa pasada ", reconoce Mariamma. Pero a pesar de todo, no olvida. "Es una práctica machista que no puedes olvidar nunca porque es un hecho que te marca. Es muy difícil de ignorar las cosas malas", concluye.

LAS CLAVES

Una práctica brutal

La ablación es una práctica brutal que comprende la mutilación parcial o total de los genitales externos femeninos. Es por supuesto ilegal y reconocida internacionalmente como una violación de los derechos humanos de mujeres y niñas.

Graves consecuencias

La mutilación genital femenina puede producir hemorragias graves y problemas urinarios, y más tarde pueden causar quistes, infecciones, complicaciones del parto y aumento del riesgo de muerte del recién nacido. Además de las secuelas psicológicas que sufren estas mujeres.

200 millones de víctimas

La OMS calcula que más de 200 millones de mujeres y niñas vivas hoy han sido objeto de la mutilación genital femenina en 30 países de África, Oriente Medio y Asia, donde se concentra esta práctica. En general, las mujeres que vivían en Cataluña que la han sufrido, han sido mutiladas en sus países de origen.