¿El fin de la regla? | Diario ARA
08/10/2018

Diari Ara

"Hace años que en casa no tengo ni compresas ni tampones. Marcho de viaje y no tengo que llevar nada en el bolso, para mí es una suerte no tener la regla". Lo dice una ginecóloga que ha decidido suprimir la menstruación mensual. A pesar de que esto es posible desde que existen los anticonceptivos hormonales -sólo habría que tomar la píldora de manera ininterrumpida, sin hacer descansos-, ahora también se comercializan anticonceptivos hormonales orales con este objetivo que reducen la frecuencia de la menstruación a cuatro veces al año o menos. El debate está abierto: ¿hay que suprimirla por simple comodidad?

Los ginecólogos coinciden que en el caso de una mujer que ya está tomando anticonceptivos hormonales, sangrar o no cada mes no comporta ninguna diferencia porque es una regla "falsa". "No es un sangrado real porque no se ovula, es ficticio, se sangra porque durante el descanso hay un cambio hormonal brusco", explica Josep Perelló, vicepresidente de la Sociedad Catalana de Contracepción. La píldora se toma durante 21 días y se descansa durante siete -o se toman las de recordatorio, que no tienen hormonas-, y durante este momento se sangra. Esto está pensado para imitar el ciclo femenino, puesto que es una manera de tranquilizar a la mujer pero no es realmente una menstruación, a pesar de que muchas mujeres lo desconocen.

"La mujer todavía necesita tener la regla para estar segura que no se ha quedado embarazada y es difícil cambiar esta idea", sostiene Misericordia Guinot, responsable de la Unidad de menopausia del Hospital de Sant Pau. Atrasar la regla a conveniencia para evitar que coincida con un viaje, una boda o una competición deportiva ya generaba antes consultas al ginecólogo. Ahora Perelló constata que entre las mujeres que ya toman anticonceptivos hormonales cada vez hay más interés para suprimir la regla o al menos reducir la frecuencia. "La demanda de anticonceptivos hormonales se mantiene estable, lo que cambia es el tipo de pauta que quieren hacer".

Las mujeres tienen a su alcance un amplio abanico de anticonceptivos hormonales como, por ejemplo, píldoras, anillos vaginales, el DIU o los parches, pero la nueva generación de anticonceptivos va más allá y abre la puerta a suprimir la menstruación. Drosbelalleflex permite, por ejemplo, una menstruación flexible, y Seasonique la reduce a una vez al trimestre -una encuesta en los EE.UU. determinó que esta es la frecuencia con la que las mujeres se sentían más cómodas-. Lybrel, que no se comercializa aquí, la suprime por completo. "Esto se tiene que aprovechar. Tener la regla no tiene ninguna ventaja, es una cosa más psicológica", dice Elisa Llurba, directora del servicio de ginecología y obstetricia del Hospital de Sant Pau.

A pesar de que la mayoría de mujeres que quieren regular la regla lo hacen por motivos médicos, también hay cada vez "más demanda de usuarias que sin patología quieren suprimir sus menstruaciones", asegura Perelló, que recuerda el caso de una nadadora, el de una modelo y el de una azafata de vuelo, por ejemplo. "La mujer es quien decide, y como profesional le tenemos que dar todas las opciones posibles. ¿Quien soy yo para juzgar si su regla impacta o no en su calidad de vida?", se pregunta. Según un estudio de The European Journal of Contraception, un 60% de las mujeres querrían reducir la frecuencia de sus menstruaciones, y alegaban como principal motivo la vida sexual, la vida social, el trabajo y las actividades deportivas.

Efectos secundarios

Con todo, Perelló, especialista también de Sant Pau, insiste que antes de recetar anticonceptivos se tiene que hacer una evaluación médica y valorar caso por caso. "Se tiene que poner sobre la balanza el riesgo-beneficio. Si la balanza se decanta hacia los beneficios podemos iniciar un método contraceptivo asumiendo unos riesgos mínimos y la mujer tiene que ser informada de todos". Los efectos secundarios van desde leves, como por ejemplo dolor de cabeza o dolor mamario, hasta los más graves, como por ejemplo riesgo de trombosis.

Está contraindicada, de hecho, en mujeres con antecedentes de trombosis, en mujeres fumadoras de más de 40 años y en mujeres con problemas hepáticos. Misericordia Guinot destaca, sin embargo, que los contraceptivos de ahora "no son como los de hace unos años". "Las pastillas anulan la ovulación, pero con dosis hormonales mínimas",añade Llurba. Elena Carreras, presidenta de la Sociedad Catalana de Obstetricia y Ginecología de la Academia de Ciencias Médicas, advierte que "no hay estudios serios" sobre los efectos a largo plazo.

Carreras deja claro cuál es la posición oficial de la sociedad científica que preside: "cuando es por causas médicas, la regla se tiene que regular, pero hacerlo por comodidad no es un motivo médico". Hay mujeres para las que la regla es mucho más que una cita inoportuna. Es invalidante. Tienen menstruaciones muy dolorosas, muy frecuentes o muy abundantes que les provocan anemias severas o cefaleas. Y las mujeres con endometriosi sufren dolor extremo con cada menstruación. En estos casos está indicada la supresión con medicación hormonal. "¿Las mujeres tenemos que parecernos a los hombres?", se pregunta.

Paralelamente a la nueva generación de anticonceptivos han emergido movimientos que reivindican la menstruación. "No es ni paleolítica ni una maldición, es simplemente humana y tiene un porqué", escribe Maria del Mar Jiménez, creadora de El blog alternativo, donde se pueden encontrar artículos sobre "el significado" de los ciclos femeninos.

Para Núria Parera, Jefe del Servicio de Ginecología de la Infancia y la Adolescencia de Dexeus Mujer, se trata de una "elección personal" de las mujeres. "Y me parece muy bien que puedan elegir si la quieren tener un vez al mes o menos a menudo". Su experiencia, sin embargo, es que a pesar de ofrecerlo, muchas mujeres prefieren menstruar. "Hay toda una cuestión ancestral alrededor de la regla", observa. "Estamos en un momento en que la gente quiere cosas naturales y no quiere hormonarse", añade Guinot.

También hay quien se pregunta si suprimir la regla es ir contranatura. "Está claro que es antinatural porque lo más normal es menstruar, pero lo es cuando el objetivo era obtener el embarazo", dice Perelló. Y añade que "comparando con nuestros antepasados, las mujeres tienen ahora muchas más reglas", puesto que antes pasaban muchos años de su vida fértil embarazadas o amamantando. "Y el hecho de menstruar más ha favorecido ciertas patologías como por ejemplo miomas, endometriosis o anemias crónicas", dice.

Debate social

Carreras, que también es el jefe del Servicio deObstetricia y Ginecología del Valle Hebrón, reconoce que la abolición de la regla genera diversidad de opiniones. "Es un debate social, y los ginecólogos, como la sociedad, tienen puntos de vista diferentes". Ella no está de acuerdo en suprimir una particularidad de la fisiología de la mujer cómo es "el carácter cíclico de su funcionamiento hormonal": "La regla sigue siendo un tabú en el siglo XXI y en lugar de reconocer y valorar este cambio cíclico femenino, lo que se quiere es abolirlo para que no exista". Considera que hay que aprovechar la oleada de empoderament femenino actual para dar visibilidad a las particularidades de la mujer y no para negarlas. "¿Las mujeres nos tenemos que parecer a los hombres? ", se pregunta.

Paralelamente a la nueva generación de anticonceptivos, han emergido movimientos que reivindican la menstruación. "No es ni paleolítica ni una maldición, es simplemente humana y tiene un porqué", escribe Maria del Mar Jiménez, creadora de El blog alternativo, donde se pueden encontrar artículos sobre "el significado" de los ciclos femeninos.

Para Núria Parera, jefe del Servicio de Ginecología de la Infancia y la Adolescencia de Dexeus Mujer, se trata de una "elección personal" de las mujeres. "Y me parece muy bien que puedan elegir si la quieren tener una vez al mes o menos a menudo". Su experiencia, sin embargo, es que a pesar de ofrecerlo, muchas mujeres prefieren menstruar. "Hay toda una cuestión ancestral alrededor de la regla", observa.

"También estamos en un momento que la gente quiere cosas naturales y no quiere hormonarse", añade Guinot. Hay quien se pregunta si suprimir la regla es ir contranatura. "Está claro que es antinatural porque lo más normal es menstruar, pero lo es cuando el objetivo era obtener el embarazo", dice Perelló. Y añade que "comparando con nuestros antepasados, las mujeres tienen ahora muchas más reglas", puesto que antes la mujer pasaba muchos años de su vida fértil embarazada o amamantando. "Y el hecho de menstruar más ha favorecido ciertas patologías como por ejemplo miomas, endometriosis o anemias crónicas", dice.

Tanto si se quiere suprimir como si no, lo que ya es un hito es que la regla sea objeto de debate y no una cosa que se tiene que esconder. En este sentido, Elena Carreras cree que la copa menstrual ha sido una "revolución" que ha permitido a las mujeres conocerse y familiarizarse con su menstruación. "Y ver que la regla no es sucia, sino roja". Lo sabe bien la actriz Leticia Dolera, que el viernes revolucionó las redes con una foto explícita de su regla que ha sido muy aplaudida. Y, sí, como ella muestra, la regla es roja.

Anticoncepción hormonal

Los de acción combinada contienen estrógenos y gestagen, que tienen la acción contraceptiva. Hay tres opciones:

Píldora

Se toma por vía oral y es la opción más utilizada.

Anillo vaginal

Se coloca a la vagina durante tres semanas y libera hormonas.

Parches

Libera hormonas a la sangre a través de la piel.

Anticonceptivos con gestagen No contienen estrógenos

Hay DIU hormonal, implante subcutáneo, inyectable intramuscular y píldora.